Cada 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, una fecha instaurada por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para reflexionar sobre el impacto económico, social y cultural de una de las actividades que más rápidamente ha repuntado tras la pandemia.
Cinco años después del colapso de 2020, el mapa de los viajes vuelve a parecerse al de 2019, aunque con hábitos distintos, destinos que se adelantaron en la recuperación y un viajero más conectado y exigente con la sostenibilidad.
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Los países más visitados y el tablero que se reacomoda
El ranking de llegadas internacionales ha recuperado una jerarquía conocida, con matices. Francia y España volvieron a situarse entre los primeros puestos por volumen de turistas, seguidos de Estados Unidos.
Turquía y México consolidaron posiciones altas impulsadas por conectividad y precios competitivos. Italia, Reino Unido y Alemania retomaron tracción conforme se normalizó la demanda intrarregional europea.
La lenta reapertura de China continental retrasó su regreso al top 5 por llegadas, aunque el país figura entre los primeros por ingresos turísticos cuando se incluyen los flujos domésticos.
En ciudades, los listados de plataformas y consultoras coinciden en la fortaleza de los grandes hubs globales. Informes recientes sitúan con frecuencia a Dubái, Londres, Estambul y París entre las urbes con más pernoctaciones de visitantes internacionales, con un rápido retorno de destinos mediterráneos como Antalya, Barcelona y Roma, y la reactivación de Tokio y Bangkok a medida que Asia oriental reabrió plenamente.
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Latinoamérica: Caribe al frente,
América Latina y el Caribe mostraron una de las recuperaciones más sólidas a nivel mundial. El Caribe lideró desde 2022 con la República Dominicana como caso emblemático: encadenó récords anuales apalancada en su estrategia de cielos abiertos, promoción digital y oferta all inclusive.
México se mantuvo como el país más visitado de la región por llegadas, apoyado en su conectividad con Estados Unidos y la resiliencia de destinos como Cancún, Los Cabos y la Riviera Nayarit.
En Sudamérica, Colombia y Argentina aceleraron tras la reapertura total de fronteras; Brasil y Chile recuperaron terreno conforme mejoró la capacidad aérea y la demanda regional.
Perú avanza en la recomposición del flujo hacia Cusco y el circuito sur andino, con cuotas crecientes de turismo de naturaleza y cultura.
Qué destinos se recuperaron más rápido
- Oriente Medio fue la primera región en superar los niveles de 2019, impulsada por la expansión aérea de Emiratos Árabes Unidos y Qatar, la apertura de Arabia Saudita y el efecto ancla de Dubái como hub global.
- En Europa, el Mediterráneo oriental y meridional —Grecia, Turquía, Portugal— volvió antes que el norte y el centro del continente, por su perfil vacacional y su mayor dependencia de mercados emisores que retomaron viajes de ocio.
- En las Américas, el Caribe y México fueron los pioneros, con República Dominicana y Puerto Rico marcando máximos, seguidos por Estados Unidos en ciudades y parques nacionales, y por Canadá a medida que volvió el viajero asiático.
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El auge del turismo interno y el viaje “corto pero frecuente”
Una de las transformaciones más visibles pospandemia es la consolidación del turismo doméstico. La combinación de incertidumbre sanitaria residual, inflación y nuevas modalidades laborales empujó escapadas cercanas, road trips y microvacaciones que se repiten varias veces al año.
Este patrón ganó tracción en Estados Unidos y Europa, y se afianzó en mercados latinoamericanos como México, Brasil, Argentina y Colombia, donde los fines de semana largos y la mejora del alojamiento en destinos de naturaleza sostienen la demanda.
Un viajero más digital y más verde
La adopción digital se disparó en todo el ciclo del viaje: búsquedas multimodales, reservas móviles, embarque biométrico, check-in sin contacto y pagos sin fricción son ya estándar.
Las herramientas de IA generativa se popularizaron para planificar itinerarios, comparar tarifas y traducir en contextos de viaje, mientras que las reseñas verificadas y los mapas colaborativos influyen más que nunca en la elección de experiencias locales.
En paralelo, la sostenibilidad dejó de ser nicho para convertirse en criterio de decisión: preferencia por alojamientos con certificaciones ambientales, interés por operadores que midan y mitiguen su huella, y demanda de experiencias “low impact” como senderismo, cicloturismo y gastronomía de kilómetro cero.
La presión regulatoria en Europa —etiquetado de emisiones, SAF en aviación— y la madurez de sellos regionales en América Latina están acelerando esta transición.
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Sitios de la UNESCO más visitados
Aunque la disponibilidad de cifras homogéneas varía por país y temporada, estos sitios del Patrimonio Mundial figuran de manera consistente entre los más visitados del planeta en época reciente, por su capacidad e iconismo:
- Gran Muralla China (China)
- Centro histórico de Roma y el Coliseo (Italia)
- Taj Mahal (India)
- Alhambra y Generalife (España)
- Angkor (Camboya)
- Áreas históricas de Estambul (Türkiye)
- París, orillas del Sena —incluye monumentos como Notre Dame y la Sainte-Chapelle— (Francia)
- Machu Picchu (Perú)
- Ciudad vieja de Kioto (Japón)
- Ciudad vieja de Dubrovnik (Croacia)
Turismo de nicho que escala: aventura, vino, cielo y ciencia
La diversificación del viaje sostiene nuevos motores de gasto:
- Aventura: el segmento —que abarca desde trekking y rafting hasta bikepacking y escalada— muestra crecimientos de doble dígito anual en reservas en plataformas especializadas desde 2022. América Latina destaca con corredores en Patagonia, Andes y Costa Rica, donde la combinación de parques, seguridad operacional y operadores certificados atrae a viajeros de alto valor.
- Enoturismo: regiones como Napa y Sonoma (EE. UU.), Burdeos y Champagne (Francia), Toscana y Piamonte (Italia), el Duero (Portugal), Rioja y Ribera del Duero (España), y los valles de Colchagua y Casablanca (Chile) reportan ocupaciones robustas en vendimia y un mayor gasto por visitante gracias a experiencias inmersivas (catas guiadas, gastronomía local, hoteles boutique entre viñedos).
- Astroturismo: el despegue de la observación del cielo oscuro y fenómenos como la Vía Láctea o las auroras ha puesto en el mapa a Atacama (Chile), las Islas Canarias (España), La Palma y Tenerife con certificaciones Starlight, así como Islandia y Laponia en temporada invernal. La calidad del cielo, la baja contaminación lumínica y la guía científica son los diferenciales.
- Turismo científico: desde visitas a observatorios y centros espaciales hasta expediciones de biodiversidad y paleontología ciudadana, crece la oferta vinculada a instituciones académicas y parques nacionales. Programas de ciencia participativa en Galápagos (Ecuador), la Ruta Darwin en Chile o centros de conservación en Costa Rica muestran la convergencia entre educación, conservación y experiencia.
El Día Mundial del Turismo invita este año a reconocer la resiliencia de una industria que cambió para seguir moviendo al mundo: más cercana, más consciente y más conectada.