Descubrí el arte rupestre del Parque Serra da Capivara: un tesoro oculto de Brasil

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.Shutterstock

En el corazón semiárido de Brasil, el Parque Nacional Serra da Capivara desafía la narrativa tradicional sobre la ocupación de América con arte rupestre que data de hace 25.000 años, convirtiéndose en un faro de investigación y desarrollo local.

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En el extremo semiárido del noreste brasileño, en una región que durante décadas apenas figuraba en los mapas turísticos, se extiende una de las mayores concentraciones de arte rupestre del planeta.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

El Parque Nacional Serra da Capivara, en el sur de Piauí, es hoy un laboratorio a cielo abierto sobre los orígenes de la presencia humana en el continente americano.

Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1991, el parque reúne miles de sitios arqueológicos y más de un millar de paneles con pinturas y grabados rupestres.

Algunas evidencias apuntan a que parte de estas manifestaciones podrían tener hasta 25.000 años de antigüedad, lo que desafía el relato tradicional de la ocupación tardía de América.

Un cañón en el sertón que esconde otro tiempo

Serra da Capivara abarca cerca de 130.000 hectáreas entre cañones, mesetas y formaciones rocosas en tonos rojizos, surcadas por una vegetación de caatinga que resiste meses de sequía extrema.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

A simple vista, el paisaje remite al sertón típico del nordeste brasileño; basta, sin embargo, seguir alguno de los senderos señalizados para descubrir paredes, abrigos y aleros pintados con escenas de caza, danzas, rituales y figuras enigmáticas.

Las pinturas, en tonos ocres, rojos y amarillos, cubren superficies rocosas enteras. Hay escenas que muestran grupos humanos rodeando animales, figuras antropomorfas con tocados o extraños adornos, representaciones de escenas íntimas, partos y actividades cotidianas.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

En otros paneles aparecen formas geométricas y motivos abstractos cuya interpretación sigue en debate.

Se estima que dentro del parque existen más de 1.300 sitios con arte rupestre registrados oficialmente, aunque especialistas apuntan a que el número real podría ser mayor.

Muchos de los conjuntos se encuentran a cielo abierto y pueden ser visitados por el público a través de circuitos organizados, lo que ha llevado a denominar al parque un “museo a cielo abierto”.

Un desafío a la cronología del poblamiento americano

La importancia de Serra da Capivara trasciende la espectacularidad de sus paisajes y pinturas. Desde la década de 1970, las excavaciones en la región han aportado restos de hogares, herramientas de piedra, pigmentos y huesos quemados que, según diversos estudios de datación, indicarían ocupación humana desde hace más de 20.000 años.

Estas fechas entran en conflicto con el modelo que durante gran parte del siglo XX dominó la arqueología americana, el llamado “Clovis first”, que situaba la llegada de los primeros grupos humanos al continente hace unos 13.000 años, a través del estrecho de Bering y el corredor libre de hielo en América del Norte.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

En Serra da Capivara, algunas capas arqueológicas —especialmente en sitios como el Boqueirão da Pedra Furada— han arrojado edades que van desde los 9.000 hasta los 25.000 o incluso más años, según diferentes métodos de datación (radiocarbono, luminiscencia estimulada, entre otros).

Los materiales asociados incluyen herramientas líticas simples, restos de fogones y trazas de ocupación que muchos investigadores interpretan como evidencia de presencia humana estable.

Estas conclusiones han generado una intensa polémica en la comunidad científica internacional. Quienes las apoyan consideran que el parque de Piauí es una de las pruebas más sólidas de una llegada temprana y posiblemente múltiple de grupos humanos a América, mucho antes de la cultura Clovis norteamericana.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

Los más escépticos cuestionan la interpretación de algunos artefactos como obra humana o ponen en duda la integridad estratigráfica de ciertos yacimientos.

Más allá del consenso —que sigue en construcción— Serra da Capivara se ha consolidado como uno de los escenarios clave en el debate global sobre cómo y cuándo se pobló el continente.

De rincón aislado a destino de turismo de patrimonio

Hasta hace pocas décadas, el sur de Piauí estaba prácticamente desconectado de los principales circuitos turísticos de Brasil.

La creación del parque nacional, en 1979, y su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial contribuyeron a transformar lenta y parcialmente esa realidad.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

La pequeña ciudad de São Raimundo Nonato, situada a unos 25 kilómetros de la entrada principal del parque, se ha convertido en la base para los visitantes.

En sus alrededores surgieron posadas, restaurantes y servicios vinculados al turismo.

El Parque Nacional Serra da Capivara ofrece rutas de distinta dificultad y duración, que combinan miradores panorámicos con visitas a sitios arqueológicos de alto impacto visual. Algunos de los más conocidos son:

  • Boqueirão da Pedra Furada, con su emblemático arco rocoso y uno de los mayores conjuntos de pinturas.
  • Toca do Boqueirão da Pedra Furada y Toca do Sítio do Meio, sitios clave en las discusiones sobre antigüedad.
  • Circuitos del Baixão das Andorinhas y Baixão da Pedra Furada, cañones profundos donde se concentran paneles con escenas de caza y rituales.

Además, en las proximidades del parque se encuentra el Museu do Homem Americano, que exhibe piezas arqueológicas, paneles explicativos y maquetas que ayudan a contextualizar las investigaciones realizadas en la región. El espacio funciona como puerta de entrada para comprender la relevancia científica del área antes de adentrarse en los senderos.

Cómo visitar el “museo a cielo abierto” de Piauí

Para quienes quieran conocer el parque, la puerta de entrada habitual es São Raimundo Nonato, conectada por ruta con las capitales regionales. Desde allí se accede a las distintas porterías del parque, siempre acompañado por guías acreditados, una exigencia que busca proteger los sitios y garantizar una experiencia interpretativa más completa.

Parque Nacional Serra da Capivara, sur de Piauí, Brasil.

El clima es típicamente semiárido, con temperaturas elevadas a lo largo de gran parte del año.

Las visitas suelen recomendarse en los primeros horarios de la mañana o al final de la tarde, cuando el sol incide de forma menos directa y los colores de las pinturas se perciben mejor con la luz rasante.

Es imprescindible llevar agua, protección solar, sombrero y calzado adecuado.

La estructura de apoyo incluye centros de visitantes, miradores, estacionamientos y algunas áreas de descanso, pero no es un destino de turismo masivo ni de servicios abundantes.

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