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En su informe correspondiente al primer semestre de 2018 este gremio industrial destaca que se procesaron 1.930.229 toneladas de oleaginosas, 110.881 toneladas más que en el mismo periodo del 2017. La molienda de soja registró un incremento de 5,8%, y en obtención de productos a partir del procesamiento de ese grano hubo un crecimiento del 5,7%.
Apunta que la exportación de aceite, harina y cascarilla de soja ya superó los 1,7 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento del 33% en comparación al primer semestre del 2017.
No obstante, refiere al último cambio introducido por el gobierno en las reglas para el sector, señalando que pone en peligro el crecimiento de la industrialización de granos y que, incluso, podría terminar retrocediendo.
Señala que el Decreto 9100/18 del Ministerio de Hacienda es un grave paso atrás para la competitividad del sector. La norma oficial califica a las industrias procesadoras de oleaginosas como de procesos básicos, primarios o incipientes, lo que les afecta desde el punto de vista impositivo.
Resalta que el proceso de industrialización beneficiará a toda la sociedad paraguaya, principalmente a productores agrícolas, ya que una industria nacional fuerte les garantiza un mercado demandante durante todo el año y una infraestructura acorde con sus necesidades.
Agrega que la generación de trabajo formal, directo e indirecto, en una industria con gran efecto multiplicador, impacta en forma creciente en medianas y grandes ciudades. Cappro está integrada por 11 empresas que pretenden –dice– la industrialización de granos y cereales en coordinación con el sector público, fomentando el crecimiento de la producción y la industria.