"Han llevado toallas, frazadas. Los baños están completamente destruidos. Entonces nos complica muchísimo como Gobierno, ya que los propietarios de esos locales nos dicen que no quieren más gente que llega en esas condiciones para cumplir la cuarentena", sostuvo Federico González.
El ministro de Asuntos Internacionales hacía alusión al grupo de 241 paraguayos provenientes de Brasil que fueron confinados en dos hoteles y una casa de retiro de Ciudad del Este; además, en un polideportivo de Hernandarias. Estos connacionales salieron de la cuarentena el lunes pasado, tras las pruebas del coronavirus con resultado negativo.
Durante la cuarentena, la Itaipu se encargó de proveer alimentación a los compatriotas y la Décima Región Sanitaria destinó psicólogos y profesionales de blanco para la atención médica y contención emocional.
El general Juan Ramón Mendoza, comandante de la 3ª División de Infantería de Ciudad del Este, informó que encontraron en la casa de retiro San Antonio de Padúa sillas rotas, duchas y picaportes sin funcionar; además, de otras averías en los sanitarios.
El militar igualmente comentó que los compatriotas aislados no devolvieron 84 mantas proveídas por las Fuerzas Armadas y que de un hotel fueron llevados 12 toallas.
Mendoza recalcó que los militares se encargaron de reparar los albergues y de reponer los objetos llevados.
A su vez, Aurosa Sosa, dueña de la casa de retiro, dijo que recibió el local sin destrozos y se mostró feliz por los resultados negativos de las pruebas de coronavirus practicadas a los paraguayos confinados.
El albergue fue cedido de forma gratuita para el confinamiento de los compatriotas. La propietaria desmintió que se haya quedado molesta y que haya negado a prestar nuevamente el local para el aislamiento de otro grupo de paraguayos. Dijo que el albergue sigue disponible, siempre que las autoridades tengan la iniciativa.