Acoso escolar: Aprender sin miedo en una escuela segura y en una casa que protege

Si como familia escuchamos que nuestros hijos mencionan situaciones en las que se está hablando del cuerpo, de cómo se expresa, cómo lee, alguna otra característica o diagnóstico de otro niño o adolescente que son utilizados como burla, prestemos atención pues podría tratarse de un acoso escolar. Las licenciadas Alejandra Fernández y Sady Ramírez nos hablan sobre este tema tan delicado y que muchos niños, niñas, adolescentes, hasta adultos lo viven día a día.

Si bien los niños puede intimidar a otros usando medios más físicos, en las niñas el acoso se manifiesta mediante la exclusión social.
Si bien los niños puede intimidar a otros usando medios más físicos, en las niñas el acoso se manifiesta mediante la exclusión social.

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Para la Lic. Sady Ramírez, la intimidación o acoso escolar (bullying) es un comportamiento agresivo intencional, que consiste en un desequilibrio de poder o de fuerza. Además, es repetitivo y sistemático, se puede manifestar de forma física, verbal o social.

Si bien los niños pueden intimidar a otros usando medios más físicos, en las niñas el acoso se manifiesta mediante la exclusión social. Afecta el relacionamiento entre pares en la escuela y entre alumnos/as de un mismo grupo-clase.

Durante años la intimidación ha formado parte de la vida en el ámbito escolar e incluso en el laboral.

Conductas que se observan en una situación de acoso escolar

Las conductas que se suelen observar en las situaciones de acoso escolar son las de:

  • Golpear, pegar o dar puntapiés o empujones a la víctima.
  • Causarle burlas, culparle de las cosas que suceden, ignorarle o excluirle en las actividades grupales.
  • Dejarlas fuera de los grupos deportivos, de trabajo o recreativos.

En ese contexto recordemos que en Paraguay desde el año 2012 se cuenta con una Resolución N° 8353 del Ministerio de Educación y Ciencias por la cual se aprueba el Protocolo de Atención para los casos de violencia entre pares y/o acoso escolar en las instituciones educativas de gestión oficial, privadas y privadas subvencionadas de todo el país dependientes del MEC.

El mismo tiene como finalidad garantizar que los niños, niñas y adolescentes escolarizados tengan un entorno seguro y libre de amenazas estableciendo procedimientos de atención en interacción de los responsables de las instituciones educativas: Directivos, Equipos de trabajo, docentes, personal de servicio y las familias; pues es importante resaltar cómo los padres, maestros y los propios niños y adolescentes pueden evitar la intimidación o acoso escolar.

El primer paso para erradicar el bullying escolar

La Lic. Alejandra Fernández menciona que el primer paso sería intervenir de manera asertiva en el relato para lograr obtener la mayor información clara posible de la situación que proporcione suficientes datos para accionar adecuadamente, pues si no lo hacemos con cuidado se corre el riesgo de que no accedamos a lo que necesitamos.

“Para ello debemos entender que una de las características es la existencia de un tipo de pacto de silencio entre estudiantes quizás por temor a ser una víctima más del o los agresores y a la vez tomar la oportunidad de modelar la conducta de mi hijo para enseñarle cómo sobrellevar al momento en que se dan. Siempre adecuándose a la edad para dar la explicación pertinente sobre la base de la empatía dando así paso al entrenamiento en habilidades sociales”, refiere.

La prevención y erradicación del acoso escolar consiste en el compromiso de crear un ambiente seguro, en el que los niños puedan progresar social y académicamente sin sentir temor.

Por otra parte, la Lic. Sady Ramírez agrega que las medidas a ser implementadas ante situaciones de violencia entre pares y acoso escolar pueden ser de sensibilización y prevención que se pueden empezar a trabajar en cualquier momento, las medidas urgentes que se llevarán a cabo inmediatamente después de la confirmación de un caso de violencia y acoso escolar y las medidas de intervención formarán parte del Plan de intervención dentro de la institución, aula y hogar.

¿Qué acciones podemos realizar para evitar el acoso escolar?

  • Estar informados y alertas es la primera acción. Si un maestro observa un caso de intimidación en el aula, debe intervenir inmediatamente para impedirlo, reportar el incidente e informar a los directivos escolares correspondientes para que sea investigado y abordado según el Protocolo de actuación.
  • Participación de estudiantes y padres. Es necesario que los estudiantes, así como los padres, formen parte de la solución, y participen en equipos de seguridad y grupos especiales contra el acoso escolar. Los estudiantes pueden informarles a los adultos acerca de lo que está ocurriendo realmente. Los docentes deben enfatizar que informar no es delatar.
  • Crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y adultos. Las escuelas y aulas deben ofrecerles a los estudiantes un entorno seguro de aprendizaje. Los maestros deben recordarles explícitamente a los alumnos que el acoso escolar es inaceptable, y que ese tipo de comportamiento tendrá las consecuencias correspondientes.
  • Recordar a los padres de niños y adolescentes observar la actitud de su hijo para detectar señales de acoso. Pues no siempre los niños cuentan que están siendo acosados , es importante mantener conversaciones abiertas en las que pueda enterarse que ocurre en la escuela : hacerle saber a tu hijo que estás dispuesto a ayudarle.

Enseñar a los niños a hacer frente al acoso

Otro punto muy importante y que puede marcar la diferencia es enseñar a los hijos a hacer frente al acoso, mientras no se pueda tomar medidas a nivel de la institución educativa, enseñarle a tu hijo a hacerle frente a la situación sin exponerse a ser maltratado físicamente ni derrotado en una pelea.

Practica en casa para que tu hijo aprenda a ignorar al acosador y/o crear estrategias enérgicas a fin de manejar la situación.

Ayuda a tu hijo en la identificación de maestros y amigos que pudieran ayudarlo en caso de ser víctima de intimidación.

En cuanto a los padres o encargados de niños acosadores

En cuanto a los padres o encargados de niños acosadores , primeramente como medida preventiva detener el acoso antes que comience, es posible que tu hijo esté presentando problemas para comprender las normas sociales , e ignore el daño que pueda hacer. Recuerda a tu hijo que acosar puede tener consecuencias, así también es importante una casa libre de acosadores pues los niños imitan las formas de comportamientos que adoptan sus padres y por último detectar y no pasar por alto problemas de relacionamiento y de autoconcepto de los hijos.

No menos importante es que los estudiantes reporten los casos de acoso personal y muchas veces ciberacoso , al respecto deben informar a un padre o adulto de confianza y recordar que el acoso escolar es incorrecto. No es recomendable responder al acoso con violencia, aunque puede ser difícil quedarse con los brazos cruzados ante la intimidación, hay que decirle con calma al acosador que deje de intimidarlo y comunicar a un adulto de confianza y estar acompañado siempre que sea posible, evitar que ocurran situaciones donde no haya otros estudiantes o docentes.

El papel de la familia es fundamental

No pongamos en duda que nuestro papel como familia es fundamental debido a que desde nuestro rol podemos marcar la diferencia en cuanto a reforzar que se siga fomentando conductas precursoras de acoso escolar o comenzar a salvaguardar el bienestar integral de una persona.

Por último, Los niños que manejan bien sus emociones tienen tienen más probabilidades de desempeñarse bien en la escuela y llevarse bien con los demás. Aquí hay estrategias probadas por la ciencia que los padres y cuidadores pueden usar para enseñar a los niños estas importantes habilidades:

  • Comienza temprano. Los cuidadores pueden comenzar a hablar sobre los sentimientos cuando sus hijos aún son bebés. Señala cuándo los personajes de un libro o una película se sienten tristes, felices, enojados o preocupados.
  • Conexión. los estudios muestran que los niños que tienen una relación segura y de confianza con sus padres o cuidadores tienen una mejor regulación de las emociones
  • Habla y enseña: Enseña a tus hijos a reconocer y nombrar sus emociones. Sin embargo, no te molestes en tratar de tener la conversación mientras está molesto. “Cuando las cosas estén tranquilas, encuentre oportunidades para hablar sobre los sentimientos y las estrategias para manejarlos”, dijo Cole. “No se asimilará todo durante una conversación, pero puedes sentar las bases”.
  • Modela el buen comportamiento. ¿Haz escuchado el viejo dicho ‘Haz lo que digo, no lo que hago’? “La investigación muestra que eso es ridículo”, dijo Alan Kazdin, PhD, psicólogo de la Universidad de Yale y director del Centro de crianza de Yale que estudia estrategias de crianza para reducir los problemas de comportamiento. Los niños aprenden modelando loque hacen sus padres, no diciendo.
  • Castigar menos, elogiar más. Centrándose en la atención positiva, los elogios y las recompensas por el buen comportamiento. “En lugar de castigar a un niño por un comportamiento no deseado, elogie el comportamiento que le gustaría ver en su lugar”, dijo Kazdin.
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