¿Actividad física durante una ola de calor? Tené en cuenta estas precauciones

Durante una ola de calor, el deseo de mantenernos activos y seguir con nuestras rutinas de ejercicio puede encontrarse con el desafío de temperaturas extremadamente altas. Sin embargo, no es necesario abandonar completamente la actividad física si se toman las precauciones adecuadas.

Un hombre se refresca durante una sesión de ejercicio al aire libre.
Un hombre se refresca durante una sesión de ejercicio al aire libre.Shutterstock

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Al seguir estas precauciones, podés continuar con tu rutina de ejercicio incluso durante una ola de calor, minimizando los riesgos para tu salud y bienestar. La clave está en adaptarse y escuchar a tu cuerpo, garantizando así no solo la continuación de tu actividad física sino también tu seguridad.

Aquí te presentamos consejos esenciales para seguir moviéndote de forma segura.

1. Elegí las horas adecuadas

Realizar ejercicio al aire libre durante las horas más frescas del día es una regla de oro. Esto significa preferiblemente por la mañana temprano o al atardecer, cuando el sol ha bajado y las temperaturas son más bajas.

2. Hidratación constante

La hidratación es crucial, pero aún más durante una ola de calor y al hacer ejercicio. Bebé agua antes, durante, y después del ejercicio, incluso si no sentís sed. Mantenerte hidratado ayuda a regular la temperatura corporal y prevenir el golpe de calor.

3. Vestite adecuadamente

Usá ropa ligera, holgada y de colores claros, preferiblemente de materiales que permitan que tu piel respire y expulse el sudor eficientemente. Esto ayuda a mantener el cuerpo fresco y reducir el riesgo de sobrecalentamiento.

4. Aplicate protector solar

La exposición al sol aumenta el riesgo de quemaduras solares, lo cual puede elevar la temperatura corporal. Aplicá un protector solar de amplio espectro con un SPF alto, incluso en días nublados, para proteger tu piel.

5. Adaptá tu entrenamiento

Considerá reducir la intensidad y duración de tus sesiones de ejercicio. Opciones como nadar en una piscina o realizar actividades acuáticas pueden ser alternativas más refrescantes a las rutinas de ejercicio habituales.

6. Escuchá a tu cuerpo

Prestá atención a las señales que tu cuerpo te envía. Si sentís mareos, náuseas, debilidad, o fatiga extrema, detené el ejercicio inmediatamente, buscá un lugar fresco y hidratate. Estos pueden ser signos de deshidratación o insolación.

7. Mantené una dieta ligera pero nutritiva

Optá por comidas ligeras, ricas en frutas y verduras, que te ayudarán a mantenerte hidratado y proporcionarán los nutrientes necesarios sin sobrecargar tu sistema digestivo.

8. Usá accesorios

Kepis, anteojos de sol y toallas húmedas pueden ser tus mejores aliados para combatir el calor mientras te ejercitás al aire libre.

9. Monitoreo del clima

Antes de salir, revisá las previsiones del tiempo y los avisos de las autoridades sobre la calidad del aire y temperaturas extremas. Si se espera un calor extremo, considerá entrenar en interiores, con aire acondicionado.

10. Planificá con anticipación

Siempre tené un plan B. Si el calor es insoportable o peligroso, no te arriesgues. Utilizá gimnasios con aire acondicionado, buscá clases de ejercicio indoors, o adaptá tu rutina a espacios más frescos dentro de tu hogar.

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