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La presión arterial alta es un problema de salud muy grave que afecta a muchas personas en todo el mundo y puede desencadenar distintos trastornos: desde la insuficiencia cardíaca hasta un infarto o un accidente cerebro vascular.
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En líneas generales, la hipertensión se deriva de un estilo de vida inadecuado, compuesto por una serie de hábitos poco o nada saludables que practicamos a diario: beber alcohol en exceso, fumar, consumir alimentos saturados en sal, realizar actividades con altos niveles de estrés, la falta de ejercicio físico, etcétera.
En la actualidad, las personas eluden realizar gimnasia y escapan a todo lo que represente esfuerzo físico. Prefieren llevar una vida perezosa y cómoda, pero ignoran que, a largo plazo, esto puede causar un daño muy grande para su salud. Comer en exceso y no hacer otra cosa que permanecer horas sentado genera, a menudo, problemas de obesidad: una de las principales causas de la hipertensión.
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Generalmente, las personas que sufren de hipertensión no enfrentan la muerte de golpe y sin aviso, ocurren una serie de advertencias que da el organismo. Tenemos varias oportunidades para hacer caso a estas “alertas” y modificar nuestros hábitos.
Existen 3 etapas: prehipertensión, fase 1 y fase 2, o fase crítica. Si se encuentra entre las dos primeras etapas puede curar la hipertensión con solo cambiar su estilo de vida y desarrollar una vida más sana.
Hipertensión y estilo de vida
Ejercicio. No se trata de convertirnos en atletas profesionales de un día para el otro. Este es el error más frecuente de muchas personas, que deriva en graves problemas de salud. Es conveniente, en cambio, realizar breves y moderadas rutinas de ejercicio físico e irlas intensificando conforme el organismo va reaccionando más favorablemente.
Hacer algún tipo de rutina física puede redundar en la baja de peso y esto también ayudará a regularizar la presión arterial alta.
Dieta y alimentación. Es otro de los factores que inciden en la hipertensión. Evite la comida chatarra, aquellos alimentos ricos en grasa, altos en calorías y sobreabundantes en sal o azúcar; todos ellos aumentan los volúmenes de grasa en el organismo, que es una de las causas más frecuentes de la hipertensión. En lugar de estos alimentos, prefiera aquellos como frutas y verduras.
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Las adicciones. Fumar o beber alcohol en exceso puede conducir a problemas de tensión graves. Se puede intentar algún tratamiento para abandonar estas adicciones de forma gradual.
El estrés. La sociedad de nuestros días hace que nos expongamos a situaciones de mucha conflictividad y/o violencia, a las que se suman las preocupaciones, las obligaciones, los miedos y temores que pueden conducirnos a elevar el estrés.
¡Cuidado! El estrés puede hacer estragos con nuestra salud si no lo controlamos. Un disgusto, una discusión o un mal trago pueden desencadenar un pico de tensión y conducir a un infarto o ACV, e inclusive provocar la muerte.
Para evitar la hipertensión antes de que sea demasiado tarde
1) Comer sanamente.
2) Hacer ejercicio regularmente.
3) Limitar el alcohol.
4) Cortar el consumo excesivo de sal.
5) Manejar el sobrepeso.
6) Dejar de fumar.
7) Manejar el estrés y evitar las situaciones estresantes.
Al igual que los adultos, los niños y adolescentes necesitan controles periódicos de la presión arterial, especialmente si tienen sobrepeso.
La presión arterial tiende a aumentar con la edad. Si usted es un hombre de más de 45 años o una mujer de más de 55, corre más riesgo de tener presión arterial alta. Los antecedentes familiares de presión arterial alta elevan el riesgo de una persona de sufrir esta enfermedad.
Fuente: saludeficaz.com