Según los datos oficiales en el noveno mes del año el comportamiento del citado indicador estuvo influenciado principalmente por los desempeños negativos en los servicios, en la generación de energía eléctrica y la agricultura, estos dos últimos rubros afectados por la falta de lluvias.
Si bien el fuerte impulso de las construcciones y de las manufacturas ayudaron a atenuar esta caída en el indicador, su incidencia no fue suficiente para revertir el fuerte bajón que sufre la economía este año por efectos de la cuarentena sanitaria. Con estos resultados el Indicador Mensual de la Actividad Económica (Imaep) acumulado entre enero y septiembre del presente año se mantiene en la línea de retracción del -0,5%.
Cabe señalar que el Imaep es un indicador de corto plazo que mide la producción nacional y aunque no contiene la totalidad de rubros que el PIB marca la tendencia, por lo que el resultado económico no está muy lejos de lo que marca este indicador. Según recientes estimaciones del BCP, la economía sufrirá un bajón del 1,5% al término de este año, aunque al inicio de la pandemia estimó una retracción del 3,5%.
Economistas locales coinciden en que los datos Imaep no están lejos de lo que será el resultado económico. Se espera mejores datos para octubre por efecto de la flexibilización de la cuarentena y apertura del paso fronterizo con Brasil.
De acuerdo con el reporte de la banca matriz, en la rama de los servicios aún predominan los efectos negativos observados en las actividades de restaurantes y hoteles, servicios a las empresas, servicios a los hogares, comercio y transportes. A excepción de los servicios de las telecomunicaciones, financieros y gubernamentales, que exhiben constante crecimiento.
En lo que respecta a la rama industrial incidieron los efectos negativos en la producción de aceites, textiles y prendas de vestir, minerales no metálicos, maquinarias y equipos, productos de papel, madera y productos metálicos, según reportó el BCP.
En contrapartida, hay algunos rubros del segmento industrial que están repuntando sobre todo el de producción de carnes, bebidas y tabacos, molinerías y panaderías, lácteos, químicos y fabricación de metales comunes. También se destaca la actividad de la construcción que continúa expandiéndose por el mayor dinamismo observado en la ejecución de las obras tanto privadas como públicas.