Entre los gastos exorbitantes figuran el pago de G. 55 millones a un arquitecto para diseñar un pabellón para pacientes de COVID, que hasta ahora no existe en la zona, y gastos varios justificados vagamente.
El intendente Elmer Vogt, quien recientemente se desafilió del Partido Patria Querida (PPQ) y pasó a la ANR para precandidatarse como intendente para el nuevo municipio de Boquerón (Neuland), dijo que no recibió aún el informe del rechazo a su gestión.
Entre los gastos observados figuran pagos realizados al Arq. David Benítez en concepto de honorarios profesionales como fiscalizador de obras municipales. Según el legajo, certificó en el mes de mayo y junio pasado obras de Fonacide ejecutadas en Pedro P. Peña consistentes en aulas y un baño en la Escuela Santa María del Chaco, que hasta la fecha están sin concluir.
Otro pago realizado al arquitecto fue en el mes de diciembre por la suma de G. 55.000.000 para la elaboración de un proyecto para la construcción de un pabellón de contingencia COVID-19. Tal pabellón tampoco existe.
La Junta Municipal expresó que se puede observar pagos indebidos y gastos exorbitantes en concepto de honorarios profesionales, que en algunos casos no corresponden, además de otros gastos innecesarios en tiempos de pandemia. Se suman además procedimientos de compras en forma irregular, respaldo de gastos dudosos y no detallados correctamente como corresponde para el sector público (facturas).
En agosto de 2020, por ejemplo, se observa la adjudicación por G. 160.000.000 para la compra una ambulancia y en diciembre otro por G. 168.000.000, ambos vehículos usados.
Se realizaron estos llamados violando lo establecido en el Art. 16° de la Ley 2.051, que dice: “Queda estrictamente prohibido fraccionar o subdividir el monto de los contratos o la ejecución de un proyecto con la intención de eludir los tipos de procedimientos establecidos en esta ley, incluyendo las operaciones que se realicen con cargo a fondos fijos previstas en el Artículo 35″.
Lo concreto con respecto a las ambulancias es que una está operativa y la otra, aunque se pagó en diciembre pasado hasta ahora bajo alerta sanitaria, no se entregó a ninguna USF y nadie sabe dónde está.
El presupuesto de ingresos del año 2020 es de G. 33.020.623.505, en tanto que el presupuesto de gastos del año 2020 es de G. 33.020.623.505, de los cuales se ejecutaron G. 21.146.692.520, lo que representa el 64,04% del total de gastos presupuestados. Gastos corrientes 74,63%, gastos de capital 25,37% del total de gastos ejecutados.
Se ejecutó G. 1.498.669.714 que representa el 30,38% del total disponible, en transferencias corrientes, en tanto que los saldos de los activos fijos del balance general no coinciden con la Planilla de Inventario de Bienes.
También figuran gastos en concepto de medicamentos a personas que no dejaron más datos que sus nombres, sin número de cédula ni recibos firmados.
Además, en época de pandemia, por vía de excepción hay una factura por valor de G. 80.560.000 para compra de alimentos no especificados de un comercio ubicado en la ciudad de Luque y la resolución de la Intendencia Municipal por la cual se aprueba la Contratación por la Vía de la Excepción. Los documentos mencionados se encuentran en el legajo, menos la nota de remisión y/o recepción de los alimentos. Tampoco se tiene respaldo de que estos productos fueron recibidos.
Con esto se refleja que se procedió a la compra directamente de una empresa y posteriormente se inició el proceso establecido en el Art. 33° de la Ley 2.051/03, sin tener en cuenta las reglamentaciones establecidas por la DNCP sobre el mencionado artículo y sin el debido proceso establecido, dando a entender que se hizo compras por un monto millonario y luego se buscó la forma de justificar.
También se encontró facturas de reparación de vehículos particulares utilizados por funcionarios municipales en el taller adjudicado por la Intendencia Municipal y transferencias varias entidades sin fines de lucro que no tienen orden de pago ni mayor respaldo en documentos.