Alta inflación en el mundo: economista recomienda evitar deudas y hacer el consumo más racional posible

La inflación afecta a nivel mundial, afirma economistaGustavo Machado

La economista Bárbara Mainzer sostuvo que la alta inflación actual es una preocupación global, pero afecta en un grado más alto a los países con bajo ingreso per cápita. Sostuvo que en el caso de Paraguay, se le suman factores como la sequía, la suba del precio del combustible, que repercuten en los alimentos y el transporte. Recomendó “ajustarse el cinturón”, evitar deudas e intentar hacer el consumo más racional posible en espera de una mejora en la situación.

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En un análisis sobre la realidad económica actual en el mundo, la economista Bárbara Mainzer afirmó que la problemática es a nivel global y que afecta más a los países con menos recursos.

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“La inflación es una preocupación global. En EE.UU. estamos viendo la inflación más alta en 40 años, en Europa, todas las Américas. El problema de la inflación nos afecta prácticamente a todos los países del mundo y en Uruguay, en particular”, mencionó.

Mainzer señaló que la inflación afecta a la gente más humilde, a la que menos tiene. Indicó que en promedio, los precios que más suben son los de los alimentos, el combustible y el transporte público.

“Con el dinero que gano, compro mucho menos. Si antes compraba diez cosas, ahora compro nueve. Cuando tenemos una inflación alta en países desarrollados, con un alto ingreso per cápita, es un problema, pero cuando la inflación es alta en países con bajo ingreso per cápita y es dependiente del transporte público, es un problema mucho más grande”, señaló.

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¿Es transitorio o permanente?

Mainzer sostuvo que, en el caso de Paraguay, pareciera ser que el problema es transitorio. “Porque cuando uno mira las causas de la alta inflación y las expectativas de los economistas, esperan que la inflación baje, pero igualmente, el golpe uno se lo pega. Los componentes que más subieron son los que más fluctúan, son los más volátiles, que son los alimentos y el combustible”, dijo.

“Esto pasa por una cuestión coyuntural en Paraguay, la sequía además del conflicto en Ucrania. El aumento del precio de los combustibles ha exacerbado todo esto”, añadió.

Por otro lado, señaló que hubo grandes “cuellos de botella”, porque durante la pandemia la gente consumió mucho menos. “Los gobiernos, por decirlo de forma sencilla, pusieron plata en la economía para que la gente pueda seguir consumiendo y a la salida de la pandemia, la gente empezó a gastar mucho más, pero la oferta de productos no era tan grande como la demanda y se dieron grandes cuellos de botella”, indicó.

“También hubo demoras en el traslado de las mercaderías y eso hizo que faltara productos y eso contribuyó a que aumentara la inflación”, acotó.

La economista manifestó además que hubo una cantidad de factores que se combinaron y por ello se llegó a esta situación compleja.

La suba del precio del combustible, además de afectar el transporte privado, también afecta el traslado de los productos y eso encarece aun más las mercaderías.

No tomar deudas

Mainzer insistió en que los que más sufren son los hogares que tienen menos ingresos. Recomendó a las familias no tomar deudas, y ajustarse los cinturones esperando a que la situación mejore.

“Es doloroso y difícil de manejar para los hogares con menores ingresos. Tomar deuda para mantener el consumo no es una buena idea, hay que intentar evitarlo. Lastimosamente, estas situaciones son las que tienen que ajustarse el cinturón. Debemos intentar no sacar deudas e intentar hacer el consumo más racional posible”, recomendó.

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