A menos de dos meses de cumplirse el segundo año de Gobierno del presidente de la República, Santiago Peña, lejos está de cumplirse la promesa de generar mejores condiciones para una educación de calidad para todas las niñas, niños y adolescentes.
El presidente debe presentar el martes 1 de julio su informe de gestión ante el Congreso Nacional, como lo indica la Constitución Nacional. Antes, decidió ir a la Junta de Gobierno del Partido Colorado, donde rindió cuentas ante el presidente de la ANR, Horacio Cartes.
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Pintó un país de maravillas, destacando entre los “logros de su gestión”, el programa Hambre Cero que llega más de 1 millón de estudiantes, la entrega de 223.000 pupitres chinos y supuestas mejoras en infraestructura escolar, como la construcción de 17 ″escuelas modelo“.
La educación de maravillas que describió el presidente está lejos de ser una realidad. Incluso, la gestión del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), con el ministro de Educación, Luis Ramírez a la cabeza, retrocedió en su gestión con respecto a años anteriores. Basta con mirar como muestra, el operativo de entrega de kits de útiles escolares.
Los kits escolares que no llegaron
Hasta la fecha, más de 15.500 estudiantes siguen sin sus útiles (datos de Correos Paraguayos), en cuatro meses de clases, pese a que el Gobierno había prometido que el 4 de marzo, todos tendrían sus materiales en el “Día Nacional de los Kits Escolares”. Además, los útiles llegaron incompletos y sin cuadernillos como se había prometido.
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El fallido operativo marca un retroceso de casi diez años en la gestión de los útiles escolares. En el 2016, la cartera anunciaba que por primera vez, los kits llegaban al 100% de los escolares.
Por primera vez se lograba la distribución masiva de estos materiales, antes del inicio de clases. Una tarea que continuó, más o menos de forma similar, hasta el 2024.
Clases bajo árboles y escuelas que se caen
La triste imagen de estudiantes dando clases bajo árboles y en la intemperie, a escasos kilómetros de Asunción se observó nuevamente en la Escuela Anexo Nueva Asunción, de Villa Hayes, donde los alumnos del tercer ciclo no tienen aulas para estudiar dignamente.
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Los niños de la escuela y colegio República del Paraguay de Yaguareté Forest, San Pedro, dan clases con los millonarios pupitres chinos, pero bajo los árboles porque el pabellón de la institución está en riesgo de derrumbe.
Estas situaciones se observan, pese a que el MEC tiene aprobada una inversión de US$ 3 millones para infraestructura escolar.
Los últimos datos del MEC indican que de 6.784 locales educativos públicos, 6.108 necesitan construcciones, reparación o adecuación de aulas.
Los pupitres chinos, destartalados
A solo tres meses de entregarse los pupitres chinos en el distrito de O´Leary, en el departamento de Alto Paraná, docentes del Colegio Nacional Tacuaro, reportaron averías de los muebles, cuyo costo total por 330.000 unidades alcanza US$ 32 millones. Cada pupitre (juego de mesa y silla), se adjudicó por US$ 97 (G. 756.000).
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Las autoridades habían prometido renovar el 100% del mobiliario escolar para justificar esta adquisición, como había manifestado el ministro de Educación, Luis Ramírez, en varias ocasiones.
En Asunción, informaron la entrega de más de 29.000 sillas y mesas, pero dejaron de lado a instituciones como la Escuela Básica N° 3 República del Brasil. Sus estudiantes siguen usando muebles viejos.
Hambre Cero, estudiantes excluidos e irregularidades
El presidente Santiago Peña se jacta de que el programa Hambre Cero llega a un millón de escolares actualmente.
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No obstante, su Gobierno sigue excluyendo a 195.000 estudiantes de la Educación Media, quienes reclaman desde el año pasado ser integrados a la lista de beneficiarios, atendiendo a que van a clases en doble turno.
Además, la Contraloría General de la República (CGR), halló en marzo una serie de irregularidades en el plan, como la provisión incompleta de alimentos, por lo cual cientos de estudiantes quedaron sin la comida por varios días. Incluso, la entidad pidió suspender por este motivo el contrato firmado con proveedoras, algo que no se concretó.