ASU 2025: El indisimulable desastre en que Nenecho dejó Asunción

Enorme basural en plena vía pública sobre Avenida República y Río Jejuí, frente al Congreso Nacional.Pedro González, ABC Color

El intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR- HC), apartado temporalmente del cargo por la intervención, dejó una Capital en notorio estado de abandono, con calles destruidas, un deficiente sistema de recolección de basuras y obras abandonadas a medio hacer. A días de los Juegos Asu 2025, ni el maquillaje logra disimular el desastre que dejó Nenecho.

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A días de la ceremonia inaugural de los Juegos Panamericanos Junior ASU 2025, prevista para el 9 de agosto, la ciudad de Asunción, mal administrada por el intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR- cartista), recibe a participantes y público internacional con su peor rostro.

Pese a haber endeudado a los contribuyentes prometiendo obras, la capital adolece precisamente de la falta de la infraestructura necesaria para un evento de esta naturaleza. La ya existente, está en ruinas.

Apartado temporalmente del cargo por la intervención a su administración, Rodríguez entregó una ciudad destruida, con calles llenas de baches y sucias, producto de un deficiente sistema de limpieza y recolección de basuras. El microcentro de Asunción y sus alrededores hoy está convertido en un vertedero irregular a cielo abierto, con desperdicios en prácticamente cada esquina.

Ni siquiera los lugares más emblemáticos, como monumentos y museos se salvan. La zona de la escalinata de Antequera es un ejemplo claro. Sobre la calle del mismo nombre y su intersección con Teniente Fariña, vecinos denuncian la constante acumulación de desperdicios en plena vereda. Además de los nauseabundos olores que desprende, el vertedero irregular bloquea casi por completo el paso de peatones.

Otro vertedero irregular en Antequera y Manuel Domínguez, a pasos de la escalinata.

A pocos metros, sobre Antequera y Manuel Domínguez, los vecinos señalan que desde hace tiempo los recolectores pasan de forma irregular, contribuyendo a la acumulación de desperdicios.

También sobre Manuel Domínguez y Paraguarí, otro vertedero contrasta fuertemente con la majestuosa vista del Museo de Arte Sacro, uno de los pocos sitios turísticos y culturales que ofrece todavía la capital del país.

Ni el Congreso se salva

Otro de los puntos emblemáticos del centro histórico de Asunción, que padece el abandono de la administración de Rodríguez, es la zona del Congreso Nacional. En la esquina de la avenida República y Río Jejui, un ya “tradicional” vertedero recibe a quienes visitan sitios históricos como el Cabildo o el propio Poder Legislativo.

Veredas rotas frente al Congreso Nacional.

Enormes cantidades de desperdicios, arrojados en plena vía pública y parte de la vereda son terreno propicio para que personas en situación de calle, ante la ausencia del Estado, hurguen en la basura para encontrar algún alimento o materia de reciclaje.

En el mismo punto, las veredas muestran un deterioro notorio, incluso las más nuevas, como la del Parque de la Victoria, donde se encuentra el famoso monumento al Mariscal Francisco Solano López.

Algunos “maquillajes”

Durante el fin de semana, la Municipalidad de Asunción intentó “maquillar” la imagen de abandono de la ciudad dejada por el intendente, Rodríguez. El titular de la Junta Municipal, Luis Bello, acompañó la colocación de flores ornamentales en la Costanera e informó que la comuna bachearía algunas calles.

Uno de los puntos de tradicional deterioro que hoy muestran un desastre más disimulado es la avenida Ita Ybate, conocida popularmente como 21 Proyectada, en el límite entre los barrios Obrero y Roberto L. Petit.

Basural sobre 21 Proyectada entre Iturbe y Caballero.

Allí, el paseo central de la avenida, entre las calles Caballero e Iturbe, la comuna tapó una enorme zanja abierta en la tierra, producto de la acumulación de enormes montañas de basura que a diario eran recogidas con retroexcavadoras.

En el sitio se colocaron además diez contenedores, lo que aminoró la cantidades de basura arrojada sobre la vía pública. Las veredas, sin embargo, continúan rotas y todavía hay algunos desperdicios.

Bache abierto sobre Azara casi Curupayty. La calle había sido intervenida por Nenecho, pero la obra de recapado no terminó.

La calle Azara, una de las últimas en las que Rodríguez había empezado un operativo de maquillaje a fines de enero, muestra hoy enormes baches y zonas donde, luego de retirarse el asfalto viejo, no volvió a recaparse.

Sin infraestructura, pero con deudas

Pese a haberse jactado de la inversión en infraestructura durante toda su gestión, el intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista) entregó a la intervención una capital en ruinas y sin recursos para hacer frente a las deudas que contrajo para obras que no se hicieron o están sin terminar.

Óscar "Nenecho" Rodríguez (ANR-HC), intendente de Asunción, antes de ser apartado temporalmente del cargo.

Solo en los primeros cuatro meses de este 2025, Rodríguez pagó alrededor de US$ 30 millones en salarios, lo que significa 6 veces lo que invirtió en el mismo periodo en inversión física, es decir, obras. Entre enero y abril, Rodríguez destinó apenas US$ 5 millones a la infraestructura, lo que apenas representa el 5% de los US$ 98 millones que había presupuestado gastar en ese concepto en todo el año.

El mismo Rodríguez prometió durante su mandato varias obras de infraestructura con emisiones sucesivas de bonos, algunas de las cuales no hizo y otras inició, pero no terminó.

Solo en la emisión de bonos G8 (2022), por G. 360.000 millones, Rodríguez había prometido 8 desagües pluviales, de los cuales apenas empezó 4. Una de las cuencas incluso podría acarrear demandas para la comuna, por falta de pago, pero además, al ser área de obras inconclusas, los barrios parecieran espacios de guerra, con las calles rotas, abiertas, destrozadas por los trabajos que apenas avanzan.

Intervención confirma multimillonario desvío de dinero

La Contraloría General de la República (CGR) confirmó el año pasado que la administración de Nenecho desvió unos G. 500.000 millones en bonos para obras que no se ejecutaron. Por esta razón, entre otras, pidió la intervención que, aprobada por Diputados, comenzó el 24 de junio.

El interventor, Carlos Pereira, volvió a confirmar el desvío y dijo incluso que Nenecho usó la mitad de ese dinero en pago de salarios, mientras el resto fue a otros gastos corrientes, sin que hasta ahora se sepa cuánto finalmente se usó en las obras prometidas. Pereira señaló que para el 23 de agosto terminará su fiscalización.

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