El procedimiento Umbral, que encabezó el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid, junto al ministro Riera, y sus declaraciones ante la prensa, “interpretamos mal porque nosotros jugamos en equipo, siempre lo hicimos, y no es la primera vez que hacemos el esfuerzo para que la Policía Nacional sea depurada por dentro”, afirmó.
Agregó que los números no coincidían. El ministro recordó que esta no es la primera intervención de gran magnitud dentro de la Policía Nacional. “En una vez anterior hicimos cambios en once comisarías. Esta vez se habló de un número similar, aunque son cinco las que estaban directamente sobre la ruta”, señaló.
Al detectarse inconsistencias en los reportes de presencia y actuación policial sobre la ruta empleada por el convoy narco, los efectivos policiales, el jefe de comisarías de cinco unidades y el jefe de investigaciones fueron relevados de inmediato. “Si no pudieron detener el cargamento, debieron haber avisado. Hay que revisar”, afirmó.
El caso está en Asuntos Internos de la Policía Nacional y se va a realizar una investigación, “pero cuando hay problemas entre equipos, lo que hacemos es hablar entre nosotros”.
Asimismo, dijo que el jefe de investigaciones de la zona de Saltos del Guairá, comisario principal Osvaldo Javier Andino Gill, quedó bajo cuestionamiento por su desempeño.
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Sobre la actuación del jefe de investigaciones —quien reportó haber perdido documentos mientras se trasladaba hasta el sitio del procedimiento— Riera cuestionó la falta de lógica en su relato. No obstante, afirmó que “se le otorgará el beneficio de la duda” mientras se desarrolla la investigación.
Riera niega ruptura con la Senad
El secretario de Estado, Riera, afirmó que Asuntos Internos ya fue desplazado al lugar y que todas las actuaciones serán investigadas, bajo el principio de “impunidad cero”.
Consultado sobre una supuesta “traición” de la Policía Nacional al no acompañar el operativo, el ministro lo descartó categóricamente. Explicó que ese día se encontraba activo el Plan Escudo Guaraní, desplegado tras el incidente ocurrido en Río de Janeiro para evitar el ingreso del Comando Vermelho al país, lo cual movilizó a cerca de 9.000 efectivos en las fronteras con Brasil y Argentina.
“Cada fuerza tiene autonomía para actuar. Operativos como este suelen estar a cargo del CODI o la FTC, que cuentan con mayor capacidad de fuego. La Policía tiene tareas más cotidianas y se encuentra muy enfocada en el plan Sumar, especialmente en zonas con altos niveles de adicciones”, añadió.
Riera también defendió la cooperación interinstitucional, recordando casos previos en los que el Gobierno trabajó junto a la DEA y en incautaciones relevantes, como la de casi una tonelada de cocaína en el aeropuerto, oculta en cargas de almidón.
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Relación con Jalil Rachid
El ministro Riera afirmó que mantiene una relación cercana con el titular de la Senad. “Es mi amigo. Yo fui quien pidió que se incorpore al equipo de seguridad. Tiene su carácter, a veces hace declaraciones muy detalladas, pero no me enojo porque lo conozco. Me preocupa que algunas expresiones afecten al cuerpo policial”, comentó.
Dijo además que todavía no conversó directamente con Rachid sobre sus declaraciones, pues está acompañando la agenda presidencial.
Carga y estructura criminal
Sobre la marihuana incautada, mencionó que aún no existe una confirmación oficial sobre su propietario. “Lo que todos preguntaban era si la carga era de Macoa. Parece que no, que pertenecía a varios propietarios. Eso sigue en investigación”, indicó.
Destacó que la intervención del CODI y la FTC fue determinante, debido a su entrenamiento y armamento para enfrentar estructuras criminales complejas.
Reformas y señales a la institución policial
Riera reiteró que el Ministerio del Interior está decidido a fortalecer la depuración interna. “Antes se trasladaba a un mal funcionario y reaparecía blanqueado. Eso se acabó. Si alguien se aparta de la ley, no asciende o se retira”, enfatizó.
Informó que más de 50 policías fueron dados de baja recientemente y más de mil están sumariados. Recalcó que los procesos como el polígrafo seguirán siendo aplicados pese a las resistencias internas: “Tenemos que mandar señales claras”.
Finalmente, insistió en que la actitud correcta de una comisaría mal equipada ante un convoy armado es informar y no enfrentar sin capacidad de respuesta. “Son temas delicados. Vamos a investigar y sancionar donde corresponde”, concluyó.