Piden denunciar las llamadas extorsivas

La Policía Nacional lamenta que haya apenas una denuncia al mes sobre llamadas extorsivas, puesto que se estima que en ese periodo se registran alrededor de 1.000 casos. Hasta los propios policías son blanco de los estafadores.

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El comisario Diosnel Alarcón, jefe de Delitos Económicos, se refirió a un flagelo que -según reconoció- continuará pese a las constantes advertencias a la ciudadanía. Comentó que diariamente tienen informes sobre llamadas extorsivas, pero pocas son las personas que se acercan a realizar una denuncia formal. “Hay pocas denuncias; en un mes hay una denuncia, pero puede haber 1.000 casos”, refirió.

Señaló la necesidad de que las víctimas reporten los casos al 911 o ante la comisaría más cercana, de manera a que la Policía pueda realizar un seguimiento y establezca los puntos comunes de donde se originan las llamadas, a fin de dar con los responsables. “Siempre hacemos un seguimiento de los casos y nos vamos cayendo a Tacumbú, y ahí prácticamente se van cerrando los casos de estafa”, indicó.

El jefe policial reconoció que las personas difícilmente recuperen el dinero que pudieron haber entregado al ser engañadas, pero al menos se podría prevenir nuevos casos ya que se daría con algunos de los extorsionadores. Los “llamadores” acostumbran montar situaciones de emergencia, como accidentes de tránsito de algún familiar, para comunicarse y exigir montos de dinero. Otros optan por los mensajes de texto en que aseguran que la víctima ganó algún premio y piden comunicarse con el número en cuestión para luego pedir giros de dinero. “La gente sigue cayendo lastimosamente porque no hace la averiguación previa”, refirió.

El comisario indicó que las víctimas fácilmente pueden percatarse de que se trata de una estafa al realizar ciertas preguntas clave. “Es fácil descubrir a esta gente haciendo dos o tres preguntas; averiguen antes de enviar dinero”, agregó en contacto con Canal 100. Las llamadas extorsivas generalmente se realizan desde las cárceles, principalmente Tacumbú. Igualmente, se tienen informes de extorsiones desde Guairá, Caaguazú e Itapúa, según detalló. “Van utilizando diferentes puntos”, manifestó, para luego aclarar que igualmente hay delincuentes que no están presos pero se ubican en las cercanías de los penales para despistar a los investigadores.

Al ser insistido sobre la manera de combatir este flagelo, el comisario reiteró la necesidad de que la ciudadanía denuncie los casos para ubicar a los responsables. “Esto va a seguir habiendo lastimosamente porque es fácil conseguir un número de teléfono. Lo que podemos hacer es advertirle a la gente de que no caiga en esto, que averiguen”, reafirmó. El uniformado comentó que inclusive los propios policías del Departamento de Delitos Económicos reciben llamadas extorsivas o mensajes de los estafadores. “Solo nos resta concienciar a la gente”, manifestó al señalar que cada día suman los casos.

Al ser abordado sobre la manera en que los delincuentes logran obtener tantos detalles de la víctima y sus familiares, Alarcón señaló que “la información se compra y se vende” y recordó los casos de bases de datos que se ofrecen en CD. Advirtió que muchas veces la misma ciudadanía facilita datos -de manera indirecta- a los extorsionadores, al publicar sus movimientos y fotografías familiares a través de las redes sociales, como Facebook. “Acostumbramos relatar nuestra vida por las redes y es se obtiene información y convencer a la gente”, refirió.

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