Desde que Abdo asumió pasó por problemas provocados por la naturaleza, por hechos de corrupción y por decisiones políticas que todavía esconden un manto de duda. Un ejemplo: el acta bilateral de Itaipú cuya investigación sigue dormida en algún cajón del ministerio público. Un acuerdo que por poco lo dejó a Marito fuera del Palacio de Gobierno. Será que esta frase es un sello que marca y marcará a Marito? Es difícil sostener que en estos casi dos años de mandato nuestro presidente no pudo estar libre del modo “Desastre ko Marito”.
Permítanme decirles que a mi parecer este modo tiene dos caras en una sola moneda. Con circunstancias que están calando hondo en la sensibilidad de todos.
Esta es la versión positiva del modo activado: Alrededor de las 18 horas del martes 10 de marzo último Abdo firmaba el inicio de un confinamiento. Todos nos preguntábamos si resultaría. El tiempo le dio la razón y hasta el momento es aplaudible. Más aún porque a esta altura ya evitamos cerca de 15 mil muertos en Paraguay y vemos hospitales semivacíos según los que dirigen las pautas sanitarias.
Pero como no todo puede ser color de rosas ni el camino iba a ser tan cómodo comenzó la etapa de los calvarios económicos y educativos.
Aquí comienza la cara “fea” de la moneda. El modo negativo. En la mente de las personas y en las redes sociales notamos cómo el modo “Desastre Ko Marito” cobró aún más fuerza . Miles de paraguayos no generaron ingresos. Incluso subsidios y créditos tuvieron diversos tropiezos para llegar a los elegidos. Basta con decir que está terminando la cuarentena estricta y los programas de asistencia siguen transitando lentamente para alcanzar la meta.
A este partido de 90 minutos le resta un segundo tiempo todavía incierto y difícil tal como lo dijo, palabras más, palabras menos a ABC Cardinal el ministro de Salud Julio Mazzoleni. El gobierno tiene la ventaja que el hartazgo de la gente no llegue a una revuelta en las calles.
Secundo las expresiones de unos de los comentarios que tuvo mi opinión de hace una semana: "Pueden ponerle el bonito nombre de cuarenta inteligente pero en realidad es una cuarentena hambreadora”.
La decisión de cuidar a los niños y adolescentes de que no se arriesguen en las aulas atraviesa sus momentos más críticos y traumaticos en el seno de muchas familias. Saltan quejas de numerosas tareas escolares que no son entendidas por padres e hijos, metodologías de enseñanza virtual y conectividad a los tumbos y un aprendizaje que según la mayoría no está resultando.
Hasta se está generando una crisis innecesaria entre docentes, alumnos y el Ministro de Educación Eduardo Petta. A esto se suma la ausencia de un liderazgo que defina sobre qué hacer con las cuotas de los colegios y universidades de gestión privada.
Hay un aspecto en que sí el presidente reluce con el infortunado dicho de “Desastre ko Marito” en el área de la salud. Se detectaron algunas compras y licitaciones con olor a “tufo” bajo el argumento de que servirían para enfrentar la pandemia.
La fiscalía ya está investigando a algunos entes pero no sabemos en qué terminarán las pesquisas. Sorpresivamente tras informarse del rechazo de insumos médicos por su mala calidad renunciaron dos altos directores del ministerio de Salud.
Hasta el propio Abdo en actos oficiales de obras ironizó sobre cómo la sociedad paraguaya habla de él. Deja entrever un sentimiento de incomodidad y actitud desafiante ante sus interpeladores.
Abdo sería una especie de perseguido por esta afirmación del “Desastre ko Marito” ya recurrente en nuestro vocabulario. Frase que hoy lo veo en un modo activado por la realidad que nos toca. Como decían los recordados personajes de la tira cómica “Chapulín Colorado” : y ahora quién podrá defendernos?. A mi parecer cada uno debe actuar y defenderse con coherencia y buena predisposición a pesar de algunas malas acciones de las autoridades de turno.