El pueblo urge acción

Si bien en los últimos días estamos teniendo un descenso en el reporte oficial del número de pacientes fallecidos a causa del covid-19, las camas de internación como de la unidad de cuidados intensivos respiratorios siguen llenas. Además, la cifra de los contagios se mantiene elevada, mientras las vacunas llegan a cuentagotas.

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Hasta ahora apenas se vacunó a menos de 200.000 personas, de 7.353.000 habitantes del país, donde los mayores de 65 años suman 507.359 personas. En tanto, el personal sanitario suma 70.000, que con los funcionarios administrativos llegarían a 100.000.

Ante semejante panorama no nos queda más que seguir extremando cuidados, pero es hora que el Gobierno, en especial el Ministerio de Salud Pública, de manera urgente también haga una reingeniería asistencial. Atendiendo a que todo el personal médico prácticamente fue inoculado, la cartera sanitaria debería reforzar y mejorar la atención en hospitales distritales para las personas que tengan los primeros síntomas.

Actualmente, la gente llega tarde a los grandes centros de referencia para covid y los médicos deben hacer por poco milagros para evitar lo peor. Los pacientes no deberían llegar al punto de internarse y menos requerir terapia intensiva, que es el último eslabón en la cadena de atención.

En una gran porcentaje, la gente acude temprano, pero no recibe la atención esperada en centros asistenciales distritales. Tal vez el personal de blanco esté sobrepasado, pero es hora de que aquellos médicos que recibieron la vacuna y con licencia por tener comorbilidad puedan reforzar los servicios, con la debida protección así como sus colegas de la primera línea de batalla. Por algo eligieron la profesión.

Además, el MSPBS debería estudiar y mejorar su protocolo atención o monitorear constantemente que los médicos los cumplan. Los ciudadanos que pagamos impuestos y sus sueldos nos merecemos hoy más que nunca que cumplan con su juramento hipocrático.

antonia@abc.com.py