Manchas de salida

El miércoles pasado salió a luz un nuevo caso de uso indebido de bienes públicos para provecho personal que involucra al gobernador de Alto Paraná Roberto González Vaesken, quien suma manchas en su gestión hasta en los últimos meses de mandato.

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Dos tractores, uno con pala, al mando de un funcionario departamental y otro con rastras, fueron empleados para trabajos de remoción del suelo en una propiedad de siete hectáreas, que figura a nombre de la empresa Luisito SA, cuyo accionista resultó ser González Vaesken. Es decir, el gobernador usaba herramientas compradas con dinero de los contribuyentes para su provecho personal y para dar mayor valor a su inmueble.

La denuncia de la semana pasada no es un caso aislado. En enero último, se descubrieron otras maquinarias y vehículos de la Gobernación, con distintivos del ente, en otra propiedad atribuida a González Vaesken.

El uso de tractores públicos para trabajos particulares plantea una serie de problemas y cuestiones éticas que merecen ser analizadas y criticadas. En primer lugar, los tractores públicos están destinados a ser utilizados en servicios y tareas relacionadas con el bienestar común, como el mantenimiento de carreteras, la limpieza de espacios públicos o la asistencia en emergencias. Utilizar estos recursos para trabajos particulares implica un mal uso de los fondos públicos y una asignación inapropiada de los recursos disponibles.

Asimismo, el abuso de tractores públicos para trabajos particulares puede ocasionar un deterioro en la calidad y eficiencia de los servicios públicos. Si estos vehículos se desvían de sus funciones originales, puede haber retrasos o insuficiencias en las labores públicas, afectando a la comunidad en general.

Es exactamente lo que ocurre con los moradores de comunidades lejanas de centros urbanos que enfrentan a diario caminos en mal estado para salir de sus localidades y siempre claman por el mantenimiento de los tramos. Además, utilizar las maquinarias para propósitos no relacionados con el bienestar colectivo implica un derroche de recursos naturales.

González Vaesken prometía ser diferente de sus antecesores, quienes hasta fueron procesados por casos de corrupción. Sin embargo, resultó ser uno más de las autoridades públicas que abusan del poder para beneficio propio. Sus adherentes habían lamentado su renuncia a la candidatura al Senado, ahora esa declinación es favorable para la ciudadanía.

fredy.flores@abc.com.py

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