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Este buen desempeño dista de la economía global, que tendría una expansión al 2,8%, inferior al año anterior. Si bien hay particularidades domésticas, a la larga la situación mundial afecta el devenir de una economía pequeña y abierta como la paraguaya.
Para los próximos años la producción mundial aportaría menos impulso a la economía local. Aunque el escenario es más benévolo que tiempo atrás, el avance de las grandes economías parece mostrar las mismas señales de menor dinamismo previas a la pandemia. Brasil, China y Estados Unidos, son de los países más preponderantes en el comercio exterior del Paraguay.
Brasil tendría una sorpresa positiva en el crecimiento del 2023, movido también por el sector agrícola; no obstante, se espera una menor expansión en el 2024.
China está con una menor dinámica que se ha acentuado en los últimos años, con correcciones a la baja que llevaría incluso a un crecimiento por debajo del 5% para el 2024.
Y los Estados Unidos también tendrían una expansión mejor de la esperada en el 2023, lo cual muestra la resiliencia de su economía en un contexto de altas tasas de interés, aunque de vuelta como en los demás casos se espera un aterrizaje hacia un menor dinamismo.
Hay factores explicativos comunes detrás del menor crecimiento de los países avanzados y de China, como la transición hacia una población más envejecida, la reorientación desde un comercio mundial más libre hacia uno más seguro con el nearshoring, el costo de las inversiones para la transición energética y las tasas de interés que seguirían altas. Es por eso que se tendrían vientos de cola menos vigorosos.
El Banco Central del Paraguay (BCP) proyecta un crecimiento económico del 3,8% para el 2024, expansión que sería balanceada entre los sectores y estaría cerca de la estimación del crecimiento tendencial de mediano plazo. De esta forma Paraguay tendría la economía de mayor crecimiento de la región el próximo año.
Además, el ingreso por habitante ha retomado la senda de crecimiento, luego de años de variación negativa. Entre el 2019 y 2022 el ingreso per cápita o poder adquisitivo en términos reales cayó 0,6% anual, mientras que para el 2023 se tendría un crecimiento del 3,2% y se proyecta para el 2024 un aumento del 2,4% (BCP), cercano al tendencial.
A este ritmo, ¿cuántos años deben transcurrir para duplicar el poder adquisitivo de los habitantes? La pregunta se puede responder con la “regla del 70″, la cual nos diría que si se tiene un crecimiento de algo más del 2%, al país le tomaría 30 años duplicar el ingreso por habitante. Se ilustra así que el ritmo proyectado de crecimiento es insuficiente para conseguir avances sustanciales en el bienestar social.
Para elevar el ritmo de crecimiento es necesario concretar los grandes proyectos de inversiones, que suman cerca de 6.000 millones de dólares (Paracel y otros), así como avanzar en las reformas, como la formalización del empleo y la educación.
Todo esto podría contribuir a contrarrestar la tendencia de menor productividad y capital humano de la última década, elevando así el crecimiento y desarrollo del país.
Humberto A. Colmán - Miembro del Directorio del BCP