Kattya, la censora

Creo que la historia es conocida: El diputado Rodrigo Gamarra retuiteó memes y otras cosas desagradables de la funcionaria Soledad Blanco y de la senadora Kattya González y ambas recurrieron a la jueza de paz de La Encarnación, Analía Cibils para que ella imponga sobre el diputado la censura mediante la ley 5777 “Sobre violencia contra las mujeres”.

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La senadora González sostiene que lo que pide no es censura sino protección, a pesar de que lo que pide es que se imponga a Gamarra una supresión o un cambio de sus expresiones, que sus expresiones sean examinadas antes de darse a conocer o directamente impedidas, o sea todo lo que el Diccionario de la Real Academia define como censura.

La senadora pretende violar el Artículo 26 de nuestra Constitución, que prohíbe expresamente la censura prostituyendo los conceptos: Pretende que confundamos la censura que exige con “protección”, un delator ejercicio de la neolengua que George Orwell imputó a los totalitarios en “1984″.

Nuestra Constitución se redactó en castellano y censura significa lo que significa y cuando una conducta, como la de la senadora, se encuadra en la definición que el diccionario da, entonces es claro que lo que ellas denominan “protección” no es otra cosa que censura pura y dura.

Además sabemos a ciencia cierta, por los sonados casos que afectan a la periodista Mabel Portillo y al empresario Christian Chena, que el Foro Económico Mundial y su brazo ejecutor, la Unión Europea, ofrecieron la 5777 a corruptos nuestros para normalizar la censura.

Pero eso no es lo único que muestra la hilacha totalitaria de la senadora. También reivindica que esa ley, la 5777, debe prevalecer sobre nuestra Constitución, al reclamar a jueces que se censure a Gamarra pisoteando su Artículo 191 que protege la libertad de expresión de los legisladores: “Ningún miembro del Congreso puede ser acusado judicialmente por las opiniones que emita en el desempeño de sus funciones”.

Kattya González busca que la ley prevalezca sobre nuestra Constitución. El mencionado caso del Artículo 191, pero también el de la violación del Artículo 26. Es decir, está reivindicando la violación también de su Artículo 137, la “pirámide de Kelsen”, que define que nuestra Constitución es la ley suprema, y que todo lo demás debe ajustarse a ella para tener validez.

Kattya no hace eso por accidente, sino porque todos los totalitarios reivindican a Carl Schmitt, director jurídico del Tercer Reich y su doctrina del papel accesorio de la Constitución, que materializó en América Latina la Corte Suprema de la República Argentina con su acordada del 10 de setiembre de 1930, manifiesto preferido de cuanto nazi anda suelto por nuestra región disfrazado de abogado.

Kattya no lo hace por accidente, y mucho menos por ignorancia. Lo hace porque internalizar la censura, normalizarla e imponerla es el plan del Foro Económico Mundial y sus empresas/sucursales en Paraguay, las ONG.

evp@abc.com.py

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