Homenaje a Flores

El próximo martes la Dirección General de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción rendirá un homenaje a José Asunción Flores, creador de la guarania, en la Manzana de la Rivera, a las 15 hs. El nombre del maestro nos remite también a un punto geográfico de la ciudad, Punta Karapã.

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Flores en “Punta Karapãme Serrato ndive” y “Musiqueada che ámape”, hace una completa, concisa y graciosa descripción de las costumbres populares en una función patronal o en una serenata. Ambas composiciones fueron grabadas en 1935, en Buenos Aires, por la Orquesta Ortiz Guerrero.

Flores y Darío Gómez Serrato estaban unidos por una sólida amistad nacida en la adolescencia y la penuria económica. Encontraron en la banda de músicos de la Policía de la Capital el rumbo de un destino que parecía incierto. Acostumbraban, junto con otros amigos, asistir a las fiestas barriales que animaban espontáneamente con sus instrumentos musicales. La de San Blas, en Punta Karapã, tenía el atractivo especial, o adicional, de las hermosas y alegres galoperas, a más de las concurridas lotería y calesita, animadas por algunas orquestas populares.

Los versos de “Punta Karapãme…”, de Carlos Miguel Giménez, son una divertida descripción de la fiesta. En la primera estrofa se anuncia que en la noche de San Blas habrá caña, música y mujeres. Mientras Flores y Serrato comentan las escenas de la función en las pausas de la lotería, se escucha a los cantantes en el bullicio de la calesita.

Acerca de la grabación de esta música, Agustín Barboza nos cuenta que “el teniente Luis Velilla encarna a José Asunción Flores; Emilio Bobadilla Cáceres hace la vez de Darío Gómez Serrato; Rubito Larramendia se queja del descuido de Chaló por ensuciarle sus zapatos nuevos; Félix Pérez Cardozo ‘canta’ con gracia los números de la lotería y el propio Flores le pide detenerse cuando, con el número noventa, comprueba que su cartón ha sido premiado. Rubito Larramendia y yo cantamos la canción de fondo…” (Ruego y camino – memorias)

Asunción Flores compuso “Punta Karapãme Serrato ndive” en 1926, un año después de la creación de la guarania. Dice el maestro: “Mis primeras guaranias han sido ejecutadas al pie de la ventana de los ranchos de la Chacarita, Loma Valentina, Ykua pakova, San Roque, Loma Clavel, Punta Karapã. En el silencio de las noches de luna del Paraguay, tan lindas, hacíamos escuchar la música nueva con Darío Gómez Serrato, Abel, Pascual, Vicente’i, Chaló, Loito y otros. No es por casualidad que en esa época, 1926, escribí “Punta Karapãme Serrato ndive”. (Sara Talía, “José Asunción Flores”, Buenos Aires, 1976).

El músico, compositor y teatrista Arturo Pereira, fue otro de los afamados pobladores de Punta Karapã. Conocido como “el rabelero”, integró por muchos años la conocida agrupación de la Banda Koygua, de Alejandro Cubilla, también morador de la Chacarita.

La casa donde vivió Arturo –falleció en diciembre de 1994– está pegada a la de José Asunción Flores. Pero no solo este hecho los unió. A más de la pasión por la música, tuvieron en común el sueño de un país mejor. Comunista de pies a cabeza, también Arturo Pereira pagó sus ideales con incontables penalidades. En la cámara de tortura de la policía stronista dejó reiteradamente jirones de su cuerpo, pero nunca de su espíritu. Salía con su humanismo intacto, con su bondad íntegra, con las ganas reverdecidas de ayudar a construir una sociedad con el soplo del arte comprometido.

Arturo dedicó su esfuerzo y su modesto peculio en convertir en museo y biblioteca la vivienda que fuera de Magdalena Flores, la madre del maestro.

Como actor, fue destacado integrante del Grupo Aty Ñe’ê. Uno de sus hijos, Remigio –de feliz memoria– heredó y enriqueció el talento musical del padre.

Bien, entonces, por la iniciativa de la Dirección Cultura por memorar al maestro Flores en el mes de su fallecimiento.

alcibiades@abc.com.py

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