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La masacre fue descubierta recién ayer de mañana cuando una comitiva integrada por funcionarios de la Fiscalía y personal de la Policía Nacional y de la Armada Paraguaya llegaron al rancho construido a orillas del río Paraguay, en el lugar conocido como banco Flores, en las coordenadas 21° 49′ 04″ S, 57° 55′ 48″ W.
Este punto se sitúa 20 kilómetros aguas abajo de la ciudad de Carmelo Peralta y de la Isla Margarita, que a su vez quedan frente al municipio brasileño de Porto Murtinho, correspondiente al estado de Mato Grosso del Sur.
Uno de los asesinados fue identificado como Roque Ovidio Tavares, brasileño, de 63 años, oriundo justamente de Porto Murtinho, quien era aparentemente el que mantenía y recibía en el rancho a los pescadores que visitaban la zona.
Las otras dos víctimas fatales resultaron ser Julián Rivas Alvarenga, de 62 años, y Mateo Rivas Arce, de 38 años, padre e hijo, paraguayos, con domicilio en la localidad de Vallemí, departamento de Concepción, que queda 50 kilómetros aguas abajo de donde se produjo la tragedia.
El director de Policía de Alto Paraguay, comisario general Sebastián Ramírez Delgadillo, explicó que el lunes de noche la comisaría 3ª de Carmelo Peralta recibió el aviso de parte de militares de la Prefectura Naval de Isla Margarita, cuyos efectivos a su vez fueron avisados aparentemente por pescadores que llegaron ese día al rancho pidiendo refugio debido a las intensas lluvias
Como el lugar es prácticamente inaccesible por tierra, recién para ayer de mañana se pudo organizar una expedición por agua, que también se dificultó mucho debido a las precipitaciones.
Finalmente, cuando la comitiva llegó al lugar, constataron los asesinatos.
Los tres cuerpos estaban en el suelo y aparentemente fueron ejecutados mientras dormían sobre improvisados colchones.
En la escena también se hallaron vainas (bala piré) expulsadas por pistolas calibre 9 milímetros.
Dentro del rancho había carne y otros elementos propios de pescadores.
Presuntamente, el o los asesinos llegaron a la noche y sorprendieron en sueños a las tres víctimas.