Mediante la Declaración Nº 466, la Cámara de Senadores expresa su reconocimiento y agradecimiento al Senado de la República de Chile, en la persona de Roberto Bustos Latorre, prosecretario general y tesorero, por su valioso aporte para la automatización del proceso legislativo paraguayo, que comenzó a funcionar en diciembre del 2007; es decir, cumple 15 años de funcionamiento en nuestro país.
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El chileno Bustos Latorre se encargó de acompañar la automatización del proceso y, sobre todo, de brindar capacitación a los funcionarios legislativos. Los proyectistas de dicha declaración son los senadores Enrique Riera (ANR), Stephan Rasmussen (PPQ), Óscar Salomón (ANR), Jorge Querey (FG), Blanca Ovelar (ANR), Lucas Aquino (PLRA), Antonio Apuril (exHagamos) y Hermelinda Alvarenga (PLRA).
“El sistema informático consolida la democracia, facilita el acceso de la información a la ciudadanía, elimina la burocracia y reduce el uso de papeles. Desde su aplicación y evolución constante, ahora el Silpy contiene más de 24 mil expedientes a 15 años de experiencia y la readecuación se hizo por funcionarios paraguayos”, dijo el senador Stephan Rasmussen.
A su vez, el cartista Enrique Riera hizo una comparación de cómo funcionaba el proceso legislativo en 1998, cuando él era diputado, debido a la burocracia y a la falta de organización que hacían que para buscar un expediente se tarde mucho tiempo, en comparación con lo que se tarda ahora, que con un clic ya se puede acceder al Silpy.
El Sistema de Información Legislativa del Paraguay (Silpy) es una plataforma en que toda la ciudadanía puede encontrar las iniciativas parlamentarias, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, ver el proceso de sus expedientes y, sobre todo, acceder a los dictámenes de las comisiones.
El software costó al Congreso chileno una cifra aproximada de US$ 1.000.000 (un millón de dólares); sin embargo, el costo de adaptación al caso paraguayo representó en el 2007 un monto inferior a los US$ 50.000 (cincuenta mil dólares). La adaptación e implementación del Silpy se realizó con fondos del Proyecto “Modernización del Congreso”, financiado por el Banco Mundial.