Más de 150 páginas tiene el informe oficial que el Instituto de Previsión Social (IPS) entregó tras un amparo judicial promovido por el Sindicato de Profesionales Administrativos de esa institución. La documentación pública es incompleta porque corresponde solo a 13 meses, desde enero de 2022 hasta el primer de este año. En tanto que la solicitud era hasta abril último.
No obstante, los documentos, desde el primer momento, permitieron evidenciar el verdadero festín que hubo en la previsional con relación al uso de gasolina. Se destinaron más de G. 7.861 millones, de los cuales G. 1.458 millones se utilizaron entre noviembre y diciembre del año pasado. Curiosamente, meses cruciales de las últimas internas partidarias realizadas el 18 de diciembre de 2022.
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Lo cierto es que ahora, de esa información pública saltan otras llamativas desprolijidades, como diferencias entre los resúmenes mensuales y las facturas emitidas por Petróleos Paraguayos (Petropar).
IPS: datos en informes sobre uso de combustibles no coinciden
La Dirección de Servicios Administrativos, a cargo de Eduardo Julián Ferreira, elaboró el informe sobre el uso de combustibles, según la nota interna remitida el 13 de abril pasado a la Gerencia de Abastecimiento y Logística. En uno de los puntos de esa documentación, se menciona que se adjuntaban copia de las actas de recepción final, notas de solicitud de pagos y facturas de Petropar.
Además, “las planillas de ejecución en las cuales se especificaban los detalles de números de tarjetas, cantidad de litros, montos en guaraníes y dependencias, individualizadas en forma mensual; documentos considerados de rendición de cuenta ante la Gerencia Financiera, Dirección de Contabilidad” (sic), dice.
Lo llamativo es que los montos consignados en algunas de esas planillas no coinciden con las facturas entregadas. Incluso, existen casos en los cuales tampoco hay correspondencia con la cantidad de litros de gasolina, de acuerdo al comparativo de los documentos.
Un caso específico se da en junio del año pasado, donde las rendiciones presentan montos por G. 561.206.073, mientras que las facturas de Petropar son por G. 568.564.979. Algo parecido se presenta en abril de 2022 cuando las planillas suman cifras por G. 543.281.315, mientras que los comprobantes de la petrolera estatal son por G. 551.220.851.
Misma situación se presenta con los litros de combustibles. Para ejemplo está mayo del año pasado cuando las rendiciones suman 56.958 litros, mientras que las facturas de ese mes son por 60.981 litros, de acuerdo a la documentación.
Una cuestión curiosa con relación a los montos de carga es que al realizar la suma de cada uno de los consignados en las planillas de los meses con diferencias sí coincide con los comprobantes emitidos por la petrolera estatal. Sin embargo, en el caso de los litros de combustibles, persiste la disparidad.
Es así que, según las rendiciones del IPS, se usaron 809.376 litros de combustibles de diferentes tipos, mientras que las facturas de Petropar suman 816.884 litros de carburante. Lo que equivale a G. 7.861.743.864 en 13 meses.
Los que más usaron
El informe oficial reveló que las dependencias administrativas del IPS son las que más cargaron combustibles entre enero del 2022 y el primer mes de 2023. El Departamento de Transporte aparece con G. 996.223.317; Servicios Administrativos, con G. 552.599.728; Mantenimiento, con G. 368.424.619 y el Consejo de Administración, con G. 210.542.731. Solo estás áreas de la previsional suman G. 2.127.790.395 en 13 meses.
Mientras que la Central de Ambulancias del IPS (CAMIPS) gastó apenas en carburantes G. 753.228.082 en ese mismo lapso, de acuerdo a la documentación.
Tarjeta para nafta de aviación y la “carga” en generadores
El informe oficial del IPS detallaba que en el convenio con Petropar se mencionan G. 40 millones mensuales para la carga de combustible de aviación. Para ello se estableció una tarjeta “exclusiva” con terminación 14771, pese a que la previsional ni siquiera tiene una aeronave.
Lo llamativo es que esa tarjeta era “pelada” mes a mes, incluso, superando el límite tal como ocurrió en diciembre del año pasado cuando su consumo llegó a G. 86 millones.
La previsional en el mismo informe hizo la aclaración de que en marzo de este año “por única vez” utilizó la nafta de aviación. Esta versión la reconfirmó días pasados cuando emitió un comunicado tratando de responder al despilfarro en combustibles.
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Sin embargo, el último documento del IPS citó el uso de la magnética con terminación 14771, indicando que era una “tarjeta administrativa”, por lo tanto podía transferir saldos a otras dependencias.
Lo llamativo es que en el detalle aparece que los movimientos que hizo esa tarjeta era para la carga de generadores. Una cuestión mucho más sospechosa porque en el resumen IPS ya informaba de tarjetas específicas para esas maquinarias.
A esto se suma que el combustible para los generadores tienen otro tipo de manejo con respecto a vehículos. Es decir, deben ser retirados para la posterior carga a los generadores, según nuestras fuentes.
Más dudas levanta cuando en las planillas entregadas por la previsional también existen cuestiones llamativas en torno a las tarjetas destinadas para la carga de generadores.
Para ejemplo está el Hospital Regional de Ciudad del Este, que tiene cinco tarjetas para generadores. En mayo del año pasado, cada una cargó 203 litros de combustible por G. 3 millones. Es decir, se pagaron G. 14.778 por litro, según la rendición del IPS.