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La bancada oficialista en la Cámara de Diputados logró el rechazo del proyecto de resolución por el que se pretendía la interpelación del ministro de Justicia, Ángel Barchini, salpicado últimamente por una serie de escándalos, desde la crisis penitenciaria hasta su mención en la investigación de la Policía boliviana en el caso de Sebastián Marset.
Con la decisión de los diputados, ni siquiera se concretó la posibilidad de una sesión pero a puertas cerradas, sino que simplemente quedó sin efecto el pedido.
El proyecto de declaración “que cita e interpela al abogado Ángel Ramón Barchini, ministro de Justicia”, cuyo tratamiento en plenaria estaba previsto hoy en el punto uno de la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, tuvo un dictamen por la aprobación de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El pedido de comparecencia del ministro Barchini tenía la intención de que este brinde detalles sobre su gestión ministerial; inconsistencias en las asignaciones presupuestarias y supuestos indicios de vínculo con el crimen organizado.
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Diputado lamentó complicidad con grupos mafiosos
El diputado Raúl Benítez (PEN) señaló que el pedido de interpelación “no es nada del otro mundo, ni siquiera es pedirle la renuncia; es directamente que él venga y pueda responder sobre cuestiones que son de interés público”.
Benítez señaló que no existe voluntad por parte del Gobierno ni de su bancada de permitir la utilización de la herramienta constitucional para que los legisladores ejerzan el rol de contralores que les corresponde.
Aseguró que con esto, la cámara se convirtió en cómplice “no solamente de Ángel Barchini, acabamos de darle, como cámara, un respaldo a los grupos mafiosos que hoy vienen operando libremente dentro de las cárceles en nuestro país”, criticó.