El hampa está presente en los tres poderes, afirma senadora

Hoy la droga no solamente financia la política como lo hizo siempre sino que hoy los propios narcotraficantes son autoridades, afirma en esta entrevista la senadora opositora Esperanza Martínez (Frente Guasu) quien dice temer el crimen político. La política opositora sostiene que Erico Galeano (ANR, HC) debe abandonar el Senado tras la imputación por supuesto lavado de dinero y asociación criminal.

Espernza Martínez, senadora del Frente Guasu. (Foto Gent.)
Espernza Martínez, senadora del Frente Guasu. (Foto Gent.)

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- Se está poniendo denso el asunto para su colega. Fue imputado oficialmente por la Fiscalía: asociación criminal y lavado..

- Es lamentable reconocer pero si uno mira los titulares, las tapas de los principales medios del último año, prácticamente no hay un día en que en el Legislativo, el Ejecutivo o en el Poder Judicial aparezcan sospechosos de pertenecer a organizaciones criminales ligados al lavado, al narcotráfico, al contrabando de cigarrillos, a las falsificaciones...

- Lo que llama la atención es que estos temas subterráneos rondan alrededor del Congreso. ¿Hay ambiente, tufo tácito a narcotráfico ahí?

- Prácticamente se pasa de un escándalo a otro. Indudablemente afecta la credibilidad no solo de nuestras instituciones democráticas sino la credibilidad país. Contradictoriamente, desde que asumió el Presidente de la República (Santiago Peña) se habituó a viajar con la excusa de traer inversión extranjera y uno se pregunta: ¿Qué inversión extranjera seria puede venir a un país donde miembros de los tres poderes del Estado están prácticamente relacionados de manera pública a situaciones irregulares de ilícitos, a situaciones escabrosas, con una justicia que termina perdonando a los jueces que lideran a los responsables ? Hay un gran descrédito de toda la población hacia los políticos y las instituciones.

- En el período pasado ya se citaron nombres de parlamentarios sospechados de estar mezclados con el narcotráfico. El único imputado fue ese diputado colorado (Juan Carlos) Ozorio...

- Hay que recordar que el narcotráfico se instala con la dictadura. Solamente que en ese período el tráfico solo usaba el territorio. No había una inserción como la que se fue consolidando progresivamente en la etapa democrática. Hoy la droga no solamente financia la política como lo hizo siempre sino que hoy los propios narcotraficantes son autoridades. Eso es lo más grave. La droga ya se queda para su lavado, para que se pueda hacer la distribución del dinero y sobre todo, hoy se queda también la droga de menor costo, la droga basura que está inundando nuestras escuelas, nuestros barrios, nuestras organizaciones sociales. Hoy tenemos hasta abuelas que hacen de mulas... No sabemos el costo que va a tener a mediano y largo plazo...

- Los chespis...

- Nos invaden los chespis, micro traficantes, micro consumidores en los barrios marginales pero la organización mafiosa está en las altas esferas, en los yates, residencias, estancias, en los viajes de placer de estos delincuentes impunes. Estamos en una sociedad donde los bandidos se pasean, protegidos en el fondo por el poder gracias al dinero ilícito que reparten. Es como una pus que crece, se infecta y salpica y que produce un daño tremendo en términos de credibilidad del país y de su posicionamiento internacional.

- ¿Puede ser un “aguantadero” el Congreso como lo pinta -debe ser con un poco de exageración- la senadora Yolanda Paredes?

- Siempre hubo señalamientos desde que yo estoy en el Poder Legislativo, hace tres períodos, pero de esta magnitud de tantas personas sindicadas, sospechadas o investigadas, yo no recuerdo que hayamos tenido tantos en las dos cámaras, pero también en el Poder Ejecutivo, en el Legislativo y en el Poder Judicial. Los tres poderes del Estado están inficionados por el crimen organizado. Eso crea una debilidad institucional que es muy peligrosa para la República...

- ¿Es posible que haya colegas suyos que accedieron a su banca gracias al dinero del narcotráfico?

- Yo creo que no hay quien no tenga sospechas de que el financiamiento de la política, y sobre todo de los dos partidos tradicionales que tienen un modelo clientelar, que durante las elecciones tienen que pagar operadores políticos, movilizaciones de personas, tienen que comprar miles de votos a 500, 400 y 300 mil el día de los comicios, ese dinero claramente no sale del bolsillo de una persona que trabaja honestamente, salvo el que corresponde al financiamiento de los partidos. Lo que corre por el costado, por arriba y por abajo, sin recibo y sin respaldo es multimillonario. “Porqué no le voy a cobrar al político con mi voto si él luego roba mucha plata para postularse”, dice el elector de los sectores marginados. Es el mayor cáncer...

- El problema es la corrupción...

- No. El problema no es la corrupción. Es la impunidad, el control de los poderes del Estado y que jueces, fiscales, policías, ministros de la Corte, etc. estén supeditados al poder político y económico y no a un trabajo de conciencia y a un trabajo autónomo e independiente como debe ser. Entonces, quién va a venir acá a invertir con bandidos gobernando las instituciones, donde muchas de las cosas se sostienen gracias al narcotráfico, no gracias a la producción, a la generación de empleo que finalmente es la única posibilidad de salida de la pobreza. No es Tekoporá, no son los subsidios a las personas vulnerables la que nos va a sacar de esta situación económica. Qué empresa puede sobresalir si su competidora es una empresa fantasma que tiene un negocio de fachada para lavar dinero. Las reglas en este país no son iguales para todos. Por eso es que el ejemplo de este tema (la acusación al senador colorado cartista Erico Galeano) inficiona a toda la sociedad, lo lesiona. La impunidad funde a los países. Lo único que trae es violencia, delincuencia. Cada vez se invierte más en guardias que en escuelas. Cada vez vemos más linces en la calle antes que médicos y enfermeras en los hospitales. Es la lógica. Ante tanta impunidad, la violencia es más importante que la educación o la salud. Seguridad lleva todos los recursos. Entonces, tenemos que ponernos de acuerdo.

- ¿En qué?

- Bueno, vamos a competir en ideas, en proyectos pero entre la gente decente. ¡Los bandidos, delincuentes, ladrones, estafadores, lavadores de dinero, fuera! ¡Cero impunidad con ellos! Esa tiene que ser la consigna del contrato social.

- Si vamos a poner en práctica lo que usted dice, ¿Erico Galeano debe estar fuera del Congreso?

- Si el nombre del senador está tan relacionado y aparece con tanta frecuencia, y hoy, de un indicio se ha pasado a una imputación concreta yo creo que él debería tener un gesto ético y decir: “yo renuncio y voy a demostrar mi inocencia y demostrar a la sociedad que esto no es cierto, pero salgo”. Uno se aparta por el bien del colectivo, como hizo el ministro Angel Barchini esta semana.

- Parece más bien que lo corrieron...

- Si fue obligado o no, no sé pero dio un paso al costado porque es lo que corresponde. Para mantener la credibilidad en la gestión pública valen los gestos políticos. No se discute culpabilidad o inocencia...

- El presidente Peña dijo que no hay evidencias...

- Es lamentable que el presidente Santiago Peña se erija como si fuera su abogado defensor, en vez de él decirle: “compañero, ayúdele al partido, al Gobierno, a la institucionalidad y hágase a un costado, y cuando se aclare su situación vuelva a candidatarse. Ya la gente le dará su respaldo”. En cualquier otra sociedad, la persona salpicada así estaría presentando su renuncia como mínimo. El daño no es a la persona. El daño es a la institución, a la Cámara de Senadores, a la República. El daño es al Gobierno de Santiago Peña que finalmente en este momento es el que nos representa. Es el que va y visita otros países y les dice a los extranjeros: “vayan a invertir a mi país color de rosa”. ¿El Presidente cree que los inversionistas no se enteran de lo que pasa acá donde los bandidos andan sueltos?

- Con esta imputación a Erico también salta la cantidad de dinero y de negocios de otros cercanos al Gobierno o familiares. Hasta la esposa del vicepresidente Alliana aparece...

- Claro, se menciona a la esposa del Vicepresidente (la diputada Fabiana Souto), también el Vicepresidente (Pedro Alliana). Hasta hace poco era el ex Vicepresidente, sindicado como “significativamente corrupto” por el Gobierno de Estados Unidos (Hugo Velázquez). Es cuestión de unir con flechas. Todo lo que viene por “A Ultranza” por ejemplo genera todo un mapa de relaciones y de conexiones entre diferentes personas. Tío Rico (Miguel Angel Insfrán, preso), (el prófugo uruguayo Sebastián Marset), el pastor (José Insfrán, preso)... Así por ejemplo en el caso del fiscal (Marcelo) Pecci está el caso de (el libanés extraditado a Estados Unidos, Kassem) Hijazi. En un momento dado aparece un contrato aparente con el hijo de un ministro de la Corte...(Amílcar Fretes).

- ¿Una gran rosca de conexiones?

- Ahí es donde se puede ver claramente que existe un circuito que involucra a importantes miembros de los tres poderes del Estado, eslabones de una cadena de grandes, medianos y pequeños intermediarios del ámbito público, sobre todo políticos y del sector privado.. Sabemos que de repente la droga sale con la soja, a veces cae en estancias o en arrendamientos. Hasta las casas de cambio están inficionadas y controladas. Uno mira las declaraciones del Tío Rico y él dice. “Yo luego tengo mi contacto aquí, tengo allá...” como burlándose de las instituciones.

- Está el Mauro Ruiz Díaz, ese que de la Inteligencia de la Senad, fue comisionado a la Cámara de Diputados. Se lo mezcla con Tío Rico...

- Es el último escándalo desatado. Está vinculado a la Comisión de Lucha contra el Narcotráfico (de la Cámara de Diputados, que preside el colorado cartista Carlos Godoy), imagínese. Es muy grave lo que está pasando. Por eso yo hago un llamado para empezar a hacer mínimos acuerdos y pactos como sociedad. Yo sé que esto no va a ser fácil. De un tiempo a esta parte incluso ya nos da miedo hablar de estos temas. Quién sabe si no puede derivar dentro de poco en un crimen político, que aparezca un sicario y mañana la senadora sea una anécdota.

- Todo tiene olor a trampa para usted. ¿Qué le responde al Gobierno que se proclama liberal, que promueve la libertad económica, la seguridad jurídica?

- En el discurso parece que estamos en otra galaxia. Entonces, en vano vamos a discutir acá sobre ideologías. Acá el problema es recuperar la institucionalidad democrática, las instancias tienen que ser saneadas; castigar, desarticular a los grupos criminales. Si es necesario tenemos que buscar ayuda internacional, fortalecer nuestros organismos de control con inteligencia, tecnología para enfrentar la situación. Por otra parte, tenemos que trabajar por un Paraguay donde la pobreza y la desigualdad también sean prioridad en las políticas públicas. Este país no es un problema de la izquierda o la derecha. Es un tema de corrupción y de honestidad, de propuesta de país desarrollado en base a la producción, la tecnología, la industria, la ciencia, y mantener afuera los negocios oscuros controlados por el hampa y la delincuencia internacional. Son las opciones que tenemos.

- ¿Usted no cree que estén viniendo las inversiones como dice el Gobierno?

- Es cuestión de mirar las tasas de inversión. Aunque les duela, en el Gobierno de Fernando Lugo hubo más inversión que en cualquier otro período en el Paraguay. Desde el 2013 a hoy en que está el Gobierno de Santiago Peña, Horacio Cartes, Mario Abdo Benítez -todos amigos de negocios que hoy están coyunturalmente divididos- en vez de mejorar nuestro proceso de inversión se ha venido a menos. No sé cuántos viajes ya hizo el Presidente de la República desde que entró a gobernar. Yo le pondría un cartel de bienvenida para que se sienta un poco paraguayo cada vez que aterriza. ¿Qué negocios, qué inversiones ha generado? Nada. Se han de reír cuando va y dice por ahí que viene de un país serio con estabilidad jurídica, una propuesta falaz en la que no cree nadie.

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