El relato del «fin de la Historia», en auge a fines del siglo XX, ha perdido gran parte de su poder persuasivo en la actualidad, escribe el historiador Ronald León Núñez en esta quinta y última entrega de la serie “Revoluciones en el Este europeo”, que concluye con un balance general de aquellos procesos que sacudieron el mundo entre 1989 y 1991.
BERLÍN. La capital alemana conmemoró hoy los 28 años de la caída del muro de Berlín con un acto al que asistió el alcalde-gobernador de la ciudad, Michael Müller, y en el que rosas y velas recordaron a las 327 personas que murieron en esa frontera.
BERLÍN. Una barrera de entre 80 y 90 centímetros de alto deberá proteger las pintadas que adornan un fragmento del viejo muro de Berlín conocido como la East Side Galery y los visitantes deberán mantenerse a 1,30 metros del muro.
BERLÍN. Guenter Schaboswki, el funcionario de la República Democrática Alemana (RDA) que sin quererlo puso en marcha el derrumbe del muro de Berlín, falleció hoy a los 86 años de edad en un hospicio en esa ciudad.
Hace 25 años ocurrió el entierro simbólico del comunismo. Una esperanzada muchedumbre de alemanes corrió hacia el Muro de Berlín y lo demolió a martillazos. Era como si golpearan las cabezas de Marx, Lenin, Stalin, Honecker, Ceausescu y el resto de los teóricos y tiranos responsables de la peor y más larga dictadura de cuantas ha padecido el género humano. Por aquellos años un libro riguroso pasó balance del experimento. Se tituló El libro negro del comunismo. Nuestra especie abonó los paraísos del proletariado con unos cien millones de cadáveres.
La canciller alemana, Ángela Merkel, calificó la caída del muro de Berlín, de la que ayer se celebró el 25º aniversario, de “mensaje de confianza” para los diferentes focos de crisis en el mundo, al tiempo que apeló a “una Europa unida y edificada sobre valores comunes”. Celebró la libertad.