Esta semana comenzaron las reuniones entre senadores, instituciones privadas y públicas afectadas por el flagelo del robo de cables, que tiene como destino el mercado negro. Un proyecto de ley pretende que se regule este y otros residuos, que en muchos casos circulan clandestinamente. Desde la Unión Industrial Paraguaya (UIP) instan a combatirlo y atacar también a la informalidad.
Dirigentes liberales que integran el Comité del departamento Central pidieron acelerar los trámites para la expulsión de los senadores líberocartistas Dionisio Amarilla, Hermelinda Alvarenga, Noelia Cabrera y Edgar López por acompañar con sus votos los atropellos que viene realizando el cartismo en el Congreso Nacional.
La senadora liberocartista Noelia Cabrera Petters usa a su madre -que según ella está en situación de pobreza y por eso pidió cobrar la pensión de adultos mayores en situación de vulnerabilidad- para repartir dinero. Así al menos lo revela un video publicado en redes sociales y en el cual se agradece a la legisladora por el aporte.
Los senadores liberocartistas Noelia Cabrera, Hermelinda Alvarenga y Dionisio Amarilla ningunearon al Directorio del PLRA y apoyaron a los cartistas en el tratamiento de la ley de Superintendencia de Jubilaciones. El titular del partido, Hugo Fleitas, prometió sanciones, pero carecería de fuerza suficiente.
En el listado actualizado de los adultos mayores en situación de pobreza que reciben subsidio del Estado, aparece nuevamente la señora Vicenta Eusebia Petters Minck, madre de la senadora liberocartista Noelia Cabrera Petters. Según el portal del Ministerio de Economía, fue beneficiada con el cobro de G. 637.577 mensuales desde junio último.
El caso de la madre de la senadora liberocartista Noelia Cabrera, que percibe indebidamente una pensión de adultos mayores “en situación de pobreza”, es una burla descarada a toda la sociedad que dista de ser anecdótica. Al contrario, es una muestra concreta de algo mucho más generalizado que pone en evidencia el tremendo despilfarro –o robo, para decirlo sin vueltas– del dinero de los contribuyentes y que expone la principal razón del fracaso de las políticas de asistencia social del Estado. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que la enorme mayoría de los contribuyentes y de la ciudadanía en general estará de acuerdo con que se usen sus impuestos para ayudar a los compatriotas que más lo necesitan, pero que el dinero llegue realmente a donde debe llegar y sirva para resolver los problemas estructurales del país.