Peña critica “mezquindad” política ante Lula y reprocha la incapacidad de cancilleres

El presidente Santiago Peña lanzó duras críticas contra la burocracia de las cancillerías de Paraguay y Brasil, porque no pudieron coordinar una inauguración conjunta de ambos gobiernos del Puente de la Integración. En un discurso cargado de reproches diplomáticos y referencias históricas, el mandatario propuso a Lula “intercambiar números de teléfono” ante la incapacidad de los cancilleres.

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El presidente de la República, Santiago Peña, aprovechó su intervención en la Cumbre del Mercosur para reclamar y admitir, en forma abierta, su frustración. Ante su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario no ocultó su malestar por lo que calificó como una muestra de “mezquindad política” y de falta de gestión diplomática, al punto que no pudo lograrse siquiera una foto conjunta en la nueva infraestructura vial que vincula a ambos países.

El origen del malestar de Peña se debió a que el viernes, el presidente da Silva inauguró, de forma unilateral, el Puente de la Integración, que conecta Foz de Yguazú (Brasil) con Presidente Franco (Paraguay). Peña, ausente en el acto oficial de su colega, acudió recién ayer a la nueva pasarela, luego de que concluyera su participación en la cumbre mercosuriana.

Pese a autodefinirse como un “optimista incurable”, Peña admitió que fue a la reunión del Mercosur “con un pequeño gusto amargo en la boca”. Cuestionó que, tras 50 años de la inauguración del Puente de la Amistad, las actuales administraciones no fueron capaces de coordinar un encuentro en el medio del nuevo puente para celebrar otro hito histórico.

“No puedo comprender que después de 50 años de haberse inaugurado el Puente de la Amistad, que las cancillerías no se hayan podido poner de acuerdo para que Ud. y yo nos podamos encontrar en el medio de ese puente para celebrar un hecho histórico”, dijo Peña, apuntando directamente a la gestión de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Rubén Ramírez Lezcano y Mauro Vieira. Añadió que “las explicaciones son excusas”.

El tono del discurso subió de intensidad cuando Peña se refirió a la inoperancia de los canales formales. En un gesto inusual para la diplomacia de alto nivel, el titular del Ejecutivo propuso a Lula ignorar a los diplomáticos para la futura inauguración del puente que unirá Carmelo Peralta con Puerto Murtinho.

“Le planteo, si quiere, intercambiamos números de teléfono y coordinamos usted y yo la mejor fecha, porque claramente los cancilleres han demostrado que no son capaces de ponerse de acuerdo”, disparó Peña, ante la mirada de los demás jefes de Estado. Algunos sonrieron, menos el jefe de Itamarati. El mandatario calificó esta falta como síntomas de la “burocracia”.

Peña también hizo un repaso histórico, citando la Guerra de la Triple Alianza y calificando al Mercosur como un “milagro americano”, donde antiguos enemigos hoy son socios. Recordó al abogado Ricardo Brugada y su llamado a una “política de paz y concordia” a principios del siglo XX, contrastándola con la realidad actual en la que, a pesar de la retórica integracionista los gestos concretos son escasos.

El mandatario paraguayo reclamó además que, luego de más de dos años de gestión —según sus palabras— y habiéndose reunido tres veces con Lula antes de asumir, aún no hayan concretado una visita oficial de Estado de ninguno de los dos a sus respectivos países.

A pesar de que el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, adelantó que habría una reunión bilateral entre Peña y Lula, ayer, desde la Presidencia, informaron que no estaba previsto tal encuentro entre mandatarios.

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