Sospechaban que Tabesa hacía contrabando y lavado

Jason Carpenter, uno de los infiltrados del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) dentro del Grupo Cartes, afirmó en su declaración en una Corte Distrital de Carolina del Norte que Tabacalera del Este SA (Tabesa) estuvo también en la mira por el Buró de Investigaciones (FBI) y la DEA (agencia antidrogas) de los EE.UU. La fiscalía de ese país investigó a la empresa de Cartes por narcotráfico, lavado de dinero y contrabando, según dijo Carpenter en su declaración oficial.

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Jason Carpenter manifestó en su declaración oficial al menos tres veces que la empresa Tabesa SA era objeto de investigación de “múltiples agencias”, entre ellas el FBI y la DEA. Reveló además el esquema de compra de cigarrillos desde Paraguay hacia los Estados Unidos, donde el Gobierno de ese país pagó por el producto para a su vez hacer otras operaciones clandestinas internas. 

La venta de los cigarrillos fue hecha desde Tabesa SA a Tabacos USA, subsidiaria de la empresa de Cartes en los Estados Unidos, indicó Carpenter en declaración que se hace constar en documentos oficiales. Tabacos USA volvía a vender el producto a una empresa que se llamaba Lorali, donde un intermediario llamado Paul Mendosa hacía las gestiones. El infiltrado detalló que parte del producto era exportado nuevamente al exterior de los EE.UU. y otra parte quedaba en un depósito que Tabacos USA tenía en Bristol, Virginia. 

“Los Palermos (cigarrillos de Tabesa) se originaban de un informante confidencial que pedía el producto a Tabesa directamente a Paraguay”, aseveró Jason Carpenter en esta declaración judicial tomada en noviembre de 2015 en el marco de una demanda en donde intervino la Corte Distrital de los EE.UU. 

Consultado por el interrogador de por qué Tabesa fue uno de los “objetivos” del Gobierno de los Estados Unidos, Carpenter respondió: “No sé por qué Tabesa fue originalmente un objetivo. Creo que, a mi entender, era por relaciones con el narcotráfico, lavado de dinero y contrabando de cigarrillos”. Al infiltrado le volvieron a preguntar cuál era la acusación concreta sobre contrabando de cigarrillos y este contestó: “Cigarrillos dentro de la Triple Frontera, Argentina y Brasil, contrabandeados hacia Aruba, hacia Panamá, a Belice, un montón de lugares”. 

Carpenter explicó también que los cigarrillos que se contrabandeaban eran vendidos a países en donde la marca no estaba aprobada para la comercialización o en donde los impuestos se evadían a través del proceso de contrabando. 

En el documento oficial el infiltrado precisa que para el Gobierno de los EE.UU. era Tabesa el objetivo internacional y que Tabacos USA, a su conocimiento, no era uno de los objetivos domésticos. La misión que tenía él como “informante” de la ATF era la de reportarse al organismo federal. Inicialmente, su trabajo consistió en proveer de depósitos, vehículos y herramientas varias para operaciones encubiertas en todo los Estados Unidos. “Desarrollaba relaciones de negocios cuando llegaban a nuestras instalaciones. Querían que compremos sus productos (...) esconder sus productos (...) o ayudarles a manipular los informes (de impuestos)”, señaló. 

La “Operación Bristol”, que tenía el nombre clave de “DLG” para el Gobierno de EE.UU., se llevó a cabo entre 2006 y 2013, aunque la franja de investigación a las empresas del Grupo Cartes se hicieron desde 2008. De acuerdo a las declaraciones de los infiltrados, que fueron tres en total según los documentos, el objetivo del trabajo encubierto era el de detectar ilícitos en empresas tanto fuera como dentro de los Estados Unidos. El caso fue conocido luego de una publicación hecha por el diario estadounidense The New York Times el viernes último.

El caso judicial

El caso judicial cuya documentación estamos publicando se tramita en la Corte Distrital de Carolina del Norte, y es referente a supuestas malversaciones de fondos públicos en operaciones encubiertas del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF). 

Dentro del mismo, los agentes interrogados Jason Carpenter y Christopher Small relatan que entre 2008 y 2013 se infiltraron en negocios del grupo Cartes en Estados Unidos en el marco de una investigación por sospechas de narcotráfico, lavado de dinero y contrabando. 

En los testimonios se describe cómo se hacía la exportación de cigarrillos Palermo, una marca de Tabesa, a través de múltiples empresas en los Estados Unidos. Parte del cargamento –dijo Jason Carpenter– era vuelto a exportar a otros países con el objetivo de evadir impuestos. 

Carpenter nombró en su declaración a Horacio Cartes, a su hermana Sara Cartes, a Juan Carlos López Moreira y a Osvaldo Salum. También menciona a Tabesa SA, Tabacos USA y Bebidas USA, empresas del Grupo Cartes. 

Matt Apuzzo, periodista del New York Times que publicó el caso, dijo en conversación con ABC Color que Tabacalera del Este (Tabesa SA) era “claramente un objetivo del Gobierno de los EE.UU.”. 

En el sitio digital de ABC Color del día martes, en horas de la tarde, se señaló erróneamente que este caso judicial es contra Horacio Cartes. 

En realidad, es sobre utilización de fondos públicos en una investigación federal realizada entre 2008 y 2013, cuando Horacio Cartes todavía no era Presidente. Se suspendió abruptamente cuando fue elegido.

jcalcena@abc.com.py

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