La senda larga y el sendero corto, ¿quo vadis, Itaipú?

El Acuerdo Lugo-Lula fue un paso fundamental en nuestras relaciones bilaterales con el Brasil. Hoy Lula está de vuelta en el Poder Ejecutivo de nuestro socio condómino y crea algunas expectativas razonables.

La senda larga y el sendero corto, ¿quo vadis, Itaipú?
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No obstante, de aquellos seis puntos originales reclamados vía Cancillería en el 2008, a saber: el precio justo de nuestros excedentes, las obras faltantes (esclusa de navegación), la cogestión, la revisión de la deuda, la transparencia y la libre disponibilidad, no fueron cumplidos ninguno. Sí se honraron algunos, como el de la transparencia y la triplicación del concepto de la “cesión”, pero fueron parciales o temporales.

El caso de la transparencia permitió el ingreso temporal de la Contraloría General de la República de Paraguay y del Tribunal de Cuentas de la Unión, del Brasil. Fue una primavera de la transparencia que determinó la ilegalidad de la deuda.

Catorce años después

A catorce años del inicio de aquellas negociaciones y a trece de la firma del Acuerdo Lugo-Lula (25 de julio de 2009) estamos convencidos de que la gran deuda social de Itaipú sigue siendo sideral.

Los veinticinco puntos contemplados en ese Acuerdo, pero no cumplidos, fueron cajoneados o canjeados por maletines. La solución, sin embargo, empieza en los fueros internos, por ello es necesario ponernos de acuerdo en dos cosas:

a) Escogemos la senda larga que, con toda justicia, implica la reclamación de los seis puntos del 2008. Esta es perfectamente compatible con la nueva realidad del 2023, es decir, con la deuda totalmente pagada.

b) Escogemos la senda corta, es decir, la venta inmediata al mercado brasileño de nuestros excedentes, sin perjuicio de los logros contemplados en el Acuerdo Lugo-Lula.

¿Cómo lograr un buen negocio? Pues sencillo, proponerlo en una mesa de negociaciones ante las “altas partes”, pero también ante testigos calificados como los presidentes del Mercosur.

Si Uruguay tuvo el coraje de proponer un negocio unilateral, aun en contra de las reglas del mercado de integración, ¿cómo no tendríamos la dignidad de proponer algo totalmente legal, justo y lógico? ¡Ojo!, esto no lograremos con bravucones, maletineros o entreguistas consuetudinarios, sino con patriotas.

En el 2023 tendremos que convertir los veinticinco puntos del Acuerdo Lugo-Lula en dos:

a) La contratación total del 50% de la potencia instalada, es decir, las diez máquinas de 50 hertz (paraguayas) o las que estuvieren trabajando en el 95% del tiempo, y su posterior venta al mercado brasileño.

b) La construcción de la esclusa de navegación, en la que el mayor ganador sería el Paraguay, un país mediterráneo. Sin embargo, en este caso la revisión de la deuda espuria, los intereses usurarios y la doble indexación, así como sus costos de oportunidad, quedarían en una peligrosa posición de “oparei”, que tal vez nunca más podremos reclamar, ¡ni siquiera ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos u otro Tribunal Internacional de Justicia!

Reafirmo el porqué: los siete consejeros y los seis directores, los ministros de relaciones exteriores y todos los ejecutivos nombrados en estos cincuenta años, fueron puestos por nosotros, enteramente confirmados por nuestro Congreso.

Todas las Notas Reversales, las resoluciones del Consejo y del Directorio y cuantas decisiones de comisiones técnicas existieron ¡fueron firmados por nosotros!

¿Tiene connotaciones políticas y sociales el caso de las binacionales? ¡Claro! El poder siempre será político en una democracia. Quien crea que corresponde a una dinastía hereditaria o a una dictadura está desubicado en el tiempo y en el espacio.

En el caso de Paraguay sirvió para mantener en el poder al “sistema” colorado, con todas las desigualdades que perduran hasta hoy. Y en el Brasil sirvió para industrializar a varios Estados del sudeste y poner a la Unión entre los diez países más desarrollados del mundo.

Es fundamental también que la propuesta de una nueva negociación lo haga el titular de un Ministerio de Minas y Energía (con media sanción en el Congreso) junto con el canciller nacional. Estos deben ser, además de los negociadores natos, los que propongan nombres de los directores y consejeros de las binacionales.

Las demás entidades energéticas del país, como la ANDE y el futuro ente regulador de la energía, deben continuar siendo designaciones directas del Presidente de la República (con acuerdo constitucional del Senado).

Al existir un ministro con poderes por encima de los directores de entes como la Itaipú y Yacyretá, estas dejarán de ser “Estados dentro de nuestros Estados”.

En este tiempo en que la población todavía duda si la baja tarifaria de Itaipú es ventajosa o perjudicial para nuestro país, pensemos en esto: ¿acaso usted, amable lector, cuando cancela una deuda en el banco está obligado a seguir pagando su cuenta parcelada en cuotas? La solución salomónica está en contratar todos nuestros excedentes con la nueva tarifa y venderlo al Brasil.

La ANDE seguirá desembolsando la misma cantidad por la compra de la energía garantizada. Dejaremos de recibir las migajas de la cesión, pero en compensación ganaremos el nuevo precio del mercado.

Medidas accesorias para reducir costos

a) Reducir las seis direcciones actuales, las de Coordinación, Jurídica, Administrativa, Técnica, Financiera y General, a solamente tres: General, Técnica y Administrativa/Financiera. En estas vinculaciones y en la reducción de seis a tres, por márgenes, se bajarían considerablemente los costos de producción de cada KWh obtenido, y permitiría una renta energética; por lo menos durante el tiempo que tengamos excedentes.

b) Otra medida importante sería desvincular la Subestación Margen Derecha (SEMD) de la gleba binacional. Es decir, pasarlo totalmente al dominio de la ANDE o cualquier otra entidad por ella designada.

c) Vincular el hoy narcoembalse de Itaipú a un sistema de vigilancia de radares binacionales, de tal manera a combatir la ruta del contrabando de cigarrillos, armas y cocaína, además de todos los crímenes transnacionales como el lavado de capitales. Hoy el embalse de Itaipú lo dominan el PCC y el Comando Vermelho.

Finalmente nos permitimos proponer en una imagen sencilla, de una página del balance oficial de Itaipú, un negocio franco que englobe todo lo comentado en esta ponencia:

Para tornar efectiva esta propuesta, deberíamos:

1. Utilizar el promedio de la producción ¡ENERGÉTICA! real, de 90.000 MWh/año; basada en el comportamiento del régimen hidrológico y en la producción oficialmente publicada de las veinte máquinas, no del concepto de energía garantizada de 75.000 MWh/año.

2. Usemos además el nuevo costo probable del 2023, en adelante: US$ 1.034.431.300.

3. Tendríamos así un costo unitario de 1.034.431.300 / 90.000 = 11,43 US$/MWh.

4. Restemos de 90.000, los 45.000 que le corresponde a Paraguay = 45.000 MWh.

5. A esta energía paraguaya restemos lo que usaremos a partir de 2024 (teórico) = 20.000 MWh.

6. El costo real de nuestros excedentes será: 45.000–20.000 = 25.000 MWh x 11,43 US$/MWh = US$ 285.750.000.

7. Pero si vendemos a precio de mercado: 25.000 MWh x 50,00 US$/MWh = 1.250.000.000 – 285.750.000 = US$ 964.250.000 ¡limpio de pelo y paja!

8. En este ingreso no se consideran otros que podrían enriquecer nuestro desarrollo como la esclusa de navegación, imperativo en el Tratado (de un costo aproximado de US$ 1.200.000.000 .

Conclusión

El Brasil necesita nuestra energía limpia y segura. Solo espera eso por el mayor tiempo posible, pero, como es un negocio que tiene vigencia solo por diez años más, ¡como máximo! Es imperativo que lo vendamos al tan mentado precio justo.

Colegas ingenieros y economistas, solamente les pido que hagan un análisis sincero y real de esta propuesta. Si tienen una crítica, por favor háganlo saber en estas mismas páginas.

50%

Contratación del 50% de la potencia, de las 10 máquinas de 50 Hz o las que estén trabajando en el 95% del tiempo y su posterior venta en Brasil.

Esclusa

Construcción de la esclusa de navegación, obra con la que el mayor ganador sería el Paraguay, porque es un país mediterráneo.

Usar

Usar el promedio de la producción energética real, basada en el comportamiento del régimen hídrico y en la producción publicada de las 20 máquinas.

Real

El costo real de nuestros excedentes en Itaipú será: 45.000–20.000= 25.000 MWh x 11,43 US$/MWh= US$ 285.750.000.

Mercado

Si vendemos a precio de mercado: 25.000 MWh x 50,00 US$/MWh= 1.250.000.000 – 285.750.000= US$ 964.250.000.

Debate

Colegas... solo les pido que hagan un análisis sincero y real de esta propuesta. Si tienen una crítica, por favor háganlo saber en estas mismas páginas.

(*) Ingeniero Agrónomo, Electricista. Exsuperintendente de Energías Renovables de la Itaipú Binacional.

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