En la lluviosa mañana de hoy, la zona de la Terminal de Ómnibus de Caacupé presenta una desolada escena, con comercios y hospedajes cerrados, además de la ausencia de buses, que en años anteriores abundaban para transportar a las miles de personas que llegaban al lugar para cumplir sus promesas.
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Trabajadores de la empresa de transporte La Caacupeña lamentaron el nulo movimiento en el lugar. “No hay pasajeros. Hasta ahora solo salieron 15 buses. A las 6:00 salió el último bus y ahora ya va a hacer una hora que no sale ninguno. En 2018, 2019 teníamos trabajando entre 40 y 50 buses que salían cada 8 a 10 minutos. Ahora salimos cada 10 y 15 minutos, con la mayoría de los asientos vacíos”, manifestó uno de los trabajadores.
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En cuanto a la cantidad de pasajeros que logran tener actualmente, indicaron: “Los buses se van vacíos. En esta pandemia no están trabajando toda la flota. De los 40 buses, solo 20 están trabajando. No estamos salvando nada y menos con esta lluvia de hoy”.
Ante la consulta de si están al menos salvando los gastos que conlleva movilizar los buses, señalaron: “Ni salvamos. En combustible hasta Asunción, por G. 250.0000 sí o sí se tiene que cargar. Para salvar ese monto tienen que ir unos 150 pasajeros y nada de eso logramos. Tenemos inspectores en cada pueblo y ahora mismo solo entre 5 y 10 pasajeros están llevando”, lamentaron.
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Este es solo uno de los rubros afectados en esta ciudad a raíz de la pandemia y las medidas sanitarias establecidas por el Gobierno con el objetivo de evitar aglomeraciones que lleven a más contagios del COVID-19. Con la suspensión de la peregrinación hasta la Basílica de Caacupé, cientos son los comercios y comerciantes que serán perjudicados económicamente.