Dicha obra está a cargo de la empresa Estructura Ingeniería SA (EISA), de Alberto Palumbo, que fue adjudicada en enero del 2019 por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), cuando Edgar Melgarejo era titular del ente, y debía culminar en septiembre de ese mismo año. Sin embargo, la contratista recién hace unas semanas apuró las obras de la terminal aérea, y según informó, ya están terminadas.
El proyecto de resolución “Que pide informe a la Dinac sobre las irregularidades y sobrecostos en la terminación del espigón norte” aún debe ser aprobado en la plenaria, según manifestó Arévalo. Mencionó que corresponde que el pedido se apruebe de manera a que el parlamento dictamine al respecto y que, en caso de ser necesario, se remita a la Fiscalía.
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Entre los puntos que la Dinac debe aclarar, el legislador menciona por qué recién ahora, tras más de dos años de retraso y con millonarios sobrecostos, se resolvió rescindir del contrato y por qué no habiendo culminado la obra se volvió a pagar G. 3.190 millones de guaraníes más, constituyendo un sobrecosto del 20% de la obra.
Asimismo, manifestó que la institución, cuyo titular es Félix Kanazawa, debe aclarar qué sistema se implementó para el control de la adjudicación y los criterios utilizados para adjudicar a la empresa ganadora de la licitación y cómo es posible que la empresa EISA haya sido adjudicada para encarar la obras pese a que la cuenta corriente de la compañía estaba inhabilitada.
Al mismo tiempo, resaltó que la Dinac debe responder por qué la obra no contó con fiscalización externa, pese a que significó al Estado Paraguayo 20.000 millones de guaraníes. Asimismo, pidió identificar y denunciar ante el Ministerio Público a los funcionarios quienes fiscalizaron los trabajos y autorizaron los cambios y el incremento del monto del contrato.
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Contratista culpó a la Dinac de los retrasos
Alberto Palumbo, dueño de EISA señaló la semana pasada, durante un recorrido por la zona de obras, que los retrasos se debieron a que en febrero del 2019, cuando se dio la orden de inicio, tuvieron que hacer un recálculo de toda la obra, con lo cual se agregaron nuevos ítems como movimientos de suelo, optimización del hormigón, entre otros cambios, que encareció el contrato en G. 3.190 millones (20%) millones más por ítems que se agregaron al contrato original.
Aseguró que se adjudicó un proyecto con problemas y que estaba incompleto, por lo que las “correcciones” duraron hasta mayo de 2019 y que, recién a partir de octubre de ese año, pudieron realizar las primeras excavaciones, con los cuáles se encontraron con varios ductos de fibra óptica, pues “no se sabía qué había abajo”, lo que retrasó los trabajos.
Ya en el 2020 llegó la pandemia y, según Palumbo, esto afectó a la importación de varios insumos.
Respecto al informe de la Contraloría, que reveló que la DINAC autorizó pagos y certificó obras que, supuestamente, ya habían sido entregadas en su totalidad pero que estaban lejos de ser terminadas, Palumbo señaló que varias veces, algunas obras ya ejecutadas, como el caso del cielo raso, fueron sacadas y luego colocadas, por ejemplo, para la colocación de los aires acondicionados, que finalmente se adjudicó a otra empresa.
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Empresa está siendo sumariada
La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) informó ayer que ya inició un sumario a la empresa EISA, tras recibir una comunicación oficial del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) sobre la rescisión del contrato con dicha firma, por incumplimiento de su contrato en la construcción de escuelas. Se trata del acuerdo para remodelaciones y ampliaciones en 79 escuelas que se otorgó a la mencionada firma y que no se culminó hasta ahora, pese a que el plazo vencía el año pasado. La constructora cobró G. 6.475 millones de adelanto y el caso ya está judicializado