Docentes, directores y padres no logran ver el “vaso medio lleno” que planteó el ministro de Educación

En el segundo día de clases del año lectivo 2023, docentes, directores y padres siguen pegando el grito al cielo por las carencias que soportan. No logran ver el “vaso medio lleno” que planteó ayer el ministro de Educación, Nicolás Zárate. Infraestructura que requiere reparación, falta de secciones y de maestros, además de alimentación escolar y útiles, son materia pendiente para los gobiernos central, departamental y municipal.

Padres de la escuela y colegio Santa Rosa, de Ypacarai, manifestaron la urgencia en la reparación de los espacios educativos.
Padres de la escuela y colegio Santa Rosa, de Ypacarai, manifestaron la urgencia en la reparación de los espacios educativos.gentileza

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De la analogía “del vaso medio lleno o el vaso medio vacío” del ministro de Educación y Ciencias, Nicolás Zárate, que pretendía ayer justificar y calificar la gestión de su cartera durante el quinquenio, la realidad de muchas familias, profesores y estudiantes es de una completa desazón, ante la enorme cantidad de necesidades en el ámbito escolar.

A solo dos días del inicio de clases, muchos niños, niñas y adolescentes no tuvieron otra que empezar con aulas en mal estado, como ocurrió en la escuela y colegio Santa Rosa, de Ypacarai. La encargada de despacho de la institución, Juana Noguera, comentó que cada año hacen los pedidos por microplanificación, pero la respuesta es insuficiente.

Urgen baños nuevos. Se llenó la cámara séptica”, indicó Noguera. La escuela cuenta con dos baños para niños y dos para niñas, pero están en pésimo estado. Según la directora, la reparación de techos y pisos también es necesaria. La institución educativa aglutina a 200 estudiantes de primer y segundo ciclo (1° al 6° grado).

Miembros de la Asociación Cooperadora Escolar (ACE) del colegio, que comparte espacio con esta escuela, afirmaron que el colegio también requiere de reparaciones edilicias. Noguera dijo que los padres ponen dinero y mano de obra para eliminar las malezas. “El predio de la escuela es gigantesco. Compramos la máquina de carpir y los padres mantienen”, remarcó.

Faltan alimentación y aulas en instituciones educativas

La encargada de despacho de Santa Rosa afirmó que en diciembre del 2022 y en enero del 2023, funcionarios de la Gobernación y del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) llegaron a la institución para recabar datos. Consideró que el acto fue una molestia más que solución, debido a que años atrás ya presentó notas y fotografías indicando todas las falencias.

Respecto a la alimentación escolar, el representante de la ACE, Alexander Torales, dijo que el año pasado no recibieron ni merienda ni almuerzo, pese a que el intendente de Ypacarai, Raúl Negrete, contaba con recursos de Fonacide, como se puede constatar en las fichas distritales del Observatorio Educativo Ciudadano.

Mientras, en Asunción faltan aulas. El director de la escuela de Comercio N° 3 República de Perú, Ricardo Villalba, explicó que requieren la construcción de tres salones. “Tengo una sobrepoblación de alumnos en el séptimo. Tengo 47 alumnos en un aula que es para 30. Necesitamos más salones”, mencionó.

Villalba añadió que lo ideal sería contar con dos secciones del séptimo al noveno grados para satisfacer la demanda. Comentó que en el caso del séptimo tuvieron que rechazar a alumnos provenientes de la Escuela N° 17 República de Perú, que está dentro del mismo inmueble, actualmente tiene cinco secciones del sexto grado.

El Comercio 3 recibe a 450 estudiantes en un espacio escolar que resulta pequeño, según Villalba. La escuela República de Perú, por su parte, cuenta con 1.000 estudiantes, del pre escolar al sexto grado, confirmó su directora Liz Cuevas. El local educativo requiere de la reparación de techos, pisos y la construcción de un parque infantil, según comentó.

Escuela de Comercio 3 necesita cinco profesores

El director del colegio, Ricardo Villalba, expresó que otro inconvenientes es la falta de maestros. Explicó que con la reciente realización de concursos, varios salieron de la institución. Tal es así, que se quedaron con una carencia de cinco maestros en las áreas de arte, trabajo y tecnología, y ciencias sociales.

“Una palabra que al ministerio (de Educación), no le gusta que usemos, es la palabra Ad honorem, pero lastimosamente recurrimos a eso”, sentenció Villalba. De esta forma, buscan suplir la necesidad con sustitutos que no tienen rubro, hasta tanto el MEC les confirme maestros interinos.

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