Causa contra Víctor Bogado cumple dos años

El 4 de junio de 2014, penúltimo día antes que venza el plazo procesal, los fiscales Luis Piñánez y Aldo Cantero acusaron a Bogado y su exdirector de gabinete Miguel Pérez por el hecho punible de estafa en calidad de autores y cómplices de cobro indebido de honorarios de Gabriela Quintana Venialgo -ya acusada con anterioridad-, la “niñera de oro” de los hijos del legislador.

Su delito consistió en el nombramiento influenciado de la mujer en 2008 en la Cámara Baja con un salario de G. 1.300.000. Fue nombrada en 2010 y pasó a ganar diez veces más: G. 13.237.400. En marzo de 2013, a pedido del propio Bogado, la niñera fue nombrada también en la entidad binacional Itaipú con un ingreso mensual de G. 9.032.400 más beneficios, trámite que estuvo a cargo de Miguel Ángel Pérez, exsecretario de gabinete del parlamentario, también procesado.

Bogado ya había sido imputado siete meses antes, en noviembre de 2013, y desde ese momento varios de sus colegas -23 exactamente- se convirtieron en “sus niñeros” al blindarlo el 14 de noviembre votando en contra su desafuero impidiendo que la justicia lo procese: 12 eran de la Asociación Nacional Republicana, nueve del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y dos de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace).

Pese al apoyo multisectorial que recibió en el Senado, el jueves 28 de noviembre de ese año, una gran presión ciudadana en contra del imputado y sus 23 “niñeros” se tradujo en marchas, escraches masivos y prohibiciones de ingresar a locales comerciales y restaurantes.

Desde su primera convocatoria a audiencia preliminar el 3 de julio de 2014, tanto Bogado como Quintana y Pérez recurrieron e intercambiaron diferentes chicanas para dilatar el proceso y hoy, a dos años de la acusación y a 1 año 11 meses de la primera audiencia, el caso sigue paralizado.

El pasado 28 de abril tenía que llevarse a cabo el noveno intento de audiencia preliminar, pero el juez de la causa, Óscar Delgado, se inhibió argumentando amistad con los nuevos defensores de Bogado. Esta inhibición fue impugnada y rechazada, pero de momento la causa está sin juez, pues la Cámara de Apelación debe resolver ahora quién será el juez de este caso, por lo que el proceso sigue estancado.

Ahora Bogado intenta desentenderse de la causa declarándose a sí mismo “un perseguido” y está en campaña por presidir el Congreso de la Nación a partir de julio próximo hasta 2017.