El controvertido legislador está procesado por estafa en calidad de autor y cómplice del cobro indebido de honorarios. Bogado, según la carpeta fiscal, se valió de su influencia en la Cámara de Diputados para contratar a Gabriela Quintana, la “niñera” de sus hijas en 2008 en la Cámara Baja con un salario de G. 1.300.000. Luego fue nombrada, en 2010, y pasó a ganar G. 13.237.400. En marzo de 2013, a pedido del propio Bogado, la mujer fue nombrada también en la entidad binacional Itaipú con un ingreso mensual de G. 9.032.400 más beneficios, gestión que estuvo a cargo de Miguel Ángel Pérez su exsecretario de gabinete del parlamentario.
Luego de que el caso se destapara, comenzó la lucha de Bogado por evitar que el caso llegue a juicio oral y público, tal y como demandaba el Ministerio Público. La primera audiencia por este caso data del 3 de julio de 2014, que fue suspendida por una apelación presentada por la defensa de Quintana -también procesada junto a Pérez- a través de la que pretendía tener una audiencia en forma independiente. Tampoco la mujer se dignó en presentarse en aquella oportunidad.
La segunda audiencia fue fijada para el 26 de agosto de ese año, pero fue suspendida por el juez Julián López. El colorado Víctor Bogado aprovechó la oportunidad para culpar a la prensa de “montar” el proceso en su contra. Acusó directamente a una periodista de “la persecución” pero no dio nombres.
El tercer intento, 24 de octubre de 2014, fue nuevamente suspendido por chicanas y otra vez Bogado recurrió al libreto anterior, culpar a la prensa, pero en esta oportunidad se despachó contra la directora de ABC Color, Natalia Zuccolillo, y contra el exdirector de Comunicaciones de Itaipú que Clari Arias, de montar lo que llamó una “farsa”.
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El 17 de diciembre de 2014 fue el cuarto intento. Esta vez el caso “Niñera de Oro” que involucra directamente Víctor Bogado fue elevado a juicio oral y público, sin embargo la defensa del legislador de la ANR promovió una chicana que solicitó la nulidad de la resolución, alegando “graves violaciones procesales cometidas durante su realización, y en particular, por violación del principio de oralidad, inmediatez e integridad de la audiencia”.
Gracias a una confabulación, el 30 de marzo de 2015 los camaristas Mirtha González, Carlos Ortiz y Emiliano Rolón declararon la nulidad de la resolución de la audiencia de diciembre de 2014, por la que el caso de Bogado, su niñera y su exsecretario de gabinete iba a juicio oral y público. Alegaron que el juez penal de garantías, Julián López, dispuso la elevación de la causa a juicio oral luego de cinco días de haber culminado la diligencia, cuando que debió hacerlo inmediatamente.
Tras este revés en la causa y habiéndose salvado del juicio, el 12 de mayo de 2015 se preparó el quinto intento de audiencia preliminar, pero nuevamente fue suspendida gracias a una artimaña, la recusación al juez de la causa Óscar Delgado López.
Tras este intento, la justicia congeló la causa por el resto de 2015 y recién este año pudo destrabarse y seguir adelante el proceso.
Sexta audiencia preliminar, 2 de marzo de 2016. Cuando todo parecía que la causa estaba encausada, nuevamente la defensa de la “Niñera de oro” Quintana consiguió paralizarla. Esta vez con la recusación de las fiscalas Josefina Aghemo y Yolanda Portillo, y a la vez, Miguel Pérez impugnó ante la Corte la confirmación de cinco agentes de Delitos Económicos. También fue recusado el fiscal adjunto de la referida unidad, Federico Espinoza, para trabar el proceso.
Una vez resueltos los incidentes, la séptima audiencia fue fijada para el 28 de marzo, y en una medida desesperada, los abogados del senador presentaron un certificado médico donde constataba que el imputado tenía reposo médico por “problemas lumbares”.
En el octavo episodio de esta ya extensa novela, el 12 de abril pasado, el representante legal de Bogado renunció a ejercer la defensa con el ridículo argumento de “diferencia de opiniones”.
Y finalmente, hoy 28 de abril tenía que llevarse a cabo la audiencia preliminar, en su noveno intento, pero el juez de la causa, Oscar Delgado, se inhibió argumentando tener amistad con los nuevos defensores de Bogado. Esta inhibición fue impugnada y rechazada pero de momento la causa está sin juez, pues la Cámara de Apelación debe resolver ahora quién será el juez de este caso.