En 2007 trascendió un estudio hecho por los hidrogeólogos Martin Mifflin y Cady Johnson, quienes basados en el archivo de varios pozos perforados en el Chaco décadas atrás concluyeron que mucha del agua que está bajo tierra en la región es apta para consumo humano sin tratamiento, aunque en ciertas zonas esta agua es más salina.
En ese entonces se intentó impulsar un proyecto para que un acueducto bombee agua desde el acuífero en una de sus etapas, pero la iniciativa no prosperó.
Sin embargo, no es ningún secreto que el agua en la zona es igualmente bombeada y utilizada por firmas agro-ganaderas que mediante el riego con pivotes - sistemas de riego móviles que permiten cubrir grandes superficies - la utilizan para cultivos que van desde verduras hasta soja, sin control de los organismos del medio ambiente en nuestro país.
Lo que en este caso apremia es que, como parte de un litigio de 5.000 hectáreas adquiridas en el 2002 en las localidades de Teniente Infante Rivarola y Pozo Hondo por el municipio de Mariscal Estigarribia, se debe presentar un proyecto de aprovechamiento para dar peso al municipio para el proceso de titulación de esas tierras ante el Indert, teniendo en cuenta que las tierras que también son reclamadas por otros propietarios.
La causa está en tribunales desde hace más de una década.
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El último estudio hecho por el Centro de Desarrollo Agroecológico “Doctor Eusebio Ayala” indica que toda la superficie en cuestión sería eventualmente dividida en varios lotes para campos comunitarios y cultivos agrícolas.
“El acuífero Yrendá desempeña un papel preponderante atendiendo a la posibilidad de proveer agua para el aprovechamiento humano a la ciudad de Mariscal Estigarribia”, reza parte del documento.
Entonces se procedería a realizar perforaciones y poner en marcha planes de cultivo de verduras y afines.
El Plan de Desarrollo Municipal 2016-2025 también habla de apostar a un desarrollo adaptado al clima y suelo de las diferentes comunidades, con el objetivo de favorecer un desenvolvimiento socioeconómico del distrito y el acceso al agua potable.
La reglamentación de este proyecto avanzará en las futuras tratativas de 2022.