La Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco) dio ayer su mensaje de fin de año y fue contundente en su mensaje al Gobierno de Santiago Peña sobre las expectativas del empresariado para el próximo 2026.
Enrique Duarte, titular de la Feprinco, destacó que, si bien el Paraguay mostró un desempeño macroeconómico positivo, con crecimiento sostenido y reconocimiento internacional, eso, por sí solo, no garantiza desarrollo.
El verdadero desafío, según el dirigente, consiste en transformar ese desempeño en mejores condiciones de vida, mayor productividad, empleo de calidad y servicios públicos eficientes, que acompañen la competitividad del país.
Institucionalidad, previsibilidad y confianza
“La institucionalidad, previsibilidad y confianza son condiciones indispensables, y que la democracia se fortalece cuando el Estado responde eficazmente a necesidades básicas, como salud, educación, seguridad y transporte, respetando las libertades individuales, la propiedad privada y los contratos”, advirtió.
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Problemas estructurales largamente diagnosticados
El dirigente empresarial añadió que nuestro país enfrenta problemas estructurales conocidos y largamente diagnosticados, cuya postergación solo incrementa el costo de corregirlos y profundiza sus efectos negativos sobre la economía y la cohesión social.
Subrayó que llegó el momento de abandonar las buenas intenciones y avanzar en reformas con liderazgo, consenso y ejecución decidida.
Reconoció los avances en estabilidad macroeconómica, atracción de inversiones y lucha contra la informalidad, pero advirtió que estos pasos son insuficientes si no se traducen en transformaciones profundas y sostenibles.
Reformas impostergables
Del mismo modo, afirmó que la sostenibilidad de las cuentas públicas requiere reformas impostergables. La presión creciente sobre el gasto, la rigidez presupuestaria y los compromisos previsionales, limitan la capacidad del Estado para invertir en infraestructura, educación, salud y competitividad.
“La modernización del Estado sigue siendo una deuda central. La burocracia, los procesos fragmentados y la falta de digitalización encarecen la actividad económica, generan discrecionalidad y desalientan la formalización
La informalidad distorsiona precios
El dirigente enfatizó la necesidad de la lucha contra la informalidad, el contrabando y las prácticas ilegales, que distorsionan precios, castigan a quienes cumplen la ley, debilitan al Estado y desalientan la inversión formal.
Para combatir estos flagelos, subrayó la necesidad de la coordinación interinstitucional, controles efectivos y aplicación equitativa de la ley, así como el respaldo decidido de la clase política.
En cuanto a la seguridad jurídica y a la propiedad privada, alertó que la discrecionalidad, las sanciones desmedidas y las señales contradictorias erosionan la confianza y desalientan la inversión.
Acciones judiciales
Duarte también denunció aquellas acciones judiciales que permiten operaciones de contrabando y falsificación, así como las resoluciones que autorizan importaciones sin registros sanitarios exigidos por la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), heho que debilita el sistema de control y pone en riesgo la salud pública.
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Finalmente, el dirigente del sector industrial del empresariado abordó la sostenibilidad del fondo previsional del IPS, considerado uno de los principales desafíos estructurales del país.
Mencionó que, en un contexto de envejecimiento poblacional, de informalidad persistente, así como de presiones fiscales, es imprescindible fortalecer la transparencia, la profesionalización y la rendición de cuentas en la administración del fondo.
Duarte concluyó reafirmando el compromiso de Feprinco de recuperar su rol de articulación y liderazgo del sector privado, promoviendo unidad, propuestas técnicas y presencia institucional responsable.