Las discusiones acerca de la modernización de las Fuerzas Armadas en general y la Fuerza Aérea en particular no son nuevas y no han estado exentas de polémicas, el punto en común es carencia presupuestaria. La flota nacional de aeronaves data del siglo pasado. Anteriormente, los presidentes Andrés Rodríguez (1989-1993), Juan Carlos Wasmosy (1993-1998) y Horacio Cartes (2013-2018) hicieron intentos de modernización sin éxito.
Pero, en el año 2015 el pedido de renovación de la flota de aviones de la FAP obtuvo su Código SNIP (Código del Sistema Nacional de Inversión Pública). Es decir, tuvo el dictamen favorable de admisibilidad de la STP y la viabilidad del Ministerio de Finanzas para su compra.
Ese proyecto contempla la adquisición de una aeronave polivalente c-285W (para, entre otras cosas, evacuaciones aeromédicas), medios de detección (radares primarios y secundarios) y los polémicos Supertucanos. Hay que puntualizar que cuando se adquiere un avión no solo se trata de la estructura metálica, la compra incluye los softwares, el entrenamiento de pilotos y mecánicos, la construcción de hangares apropiados y las actualizaciones permanentes caso contrario, pasaría lo que le pasa a Venezuela que tiene superaviones que no vuelan.
Pero seguimos sin saber ¿para qué queremos esos aviones? Paraguay es el único país de Sudamérica que no tiene custodia de su espacio aéreo y así es el paraíso para el tráfico de estupefacientes y otras mercancías ilícitas.
El fenómeno de la droga ha permeado no solo nuestro espacio aéreo sino a toda la socieda y como consecuencia también ha socavado a los servicios de salud pública que no sabe qué hacer ni tiene los centros apropiados de rehabilitación de personas adictas.
Pero volviendo a los Supertucanos ciertamente son aviones de combate. Y no, Paraguay no los quiere para ir a la guerra de Ucrania-Rusia ni a la Franja de Gaza. Los requiere por la capacidad para el combate al narcotráfico aéreo para interceptar aviones que vuelan a baja altura (3.000 pies) y también necesita los benditos radares primarios.
La educación y la salud son importantes. Pero también es importante hacer algo en serio para dejar de ser tildados de narco estado. La pregunta es, ¿realmente las autoridades tienen la voluntad para esto o solo es un discurso para la exportación?
*Marta Escurra posee un doctorado en Defensa, Desarrollo y Seguridad Estratégica.