Asesores del consejero obrero cuestan más de G. 177 millones mensuales

Gustavo Ramón Arias, representante de los trabajadores aportantes ante el Consejo de Administración del IPS, no solo construyó, apenas asumió en ese cargo, una ostentosa casa de verano en Areguá, sino logró copar con funcionarios su oficina en la previsional. Estos “asesores” cuestan más de G. 177 millones mensuales, según las planillas. Existen desde contadores, médicos, abogados hasta nutricionistas a cargo del exsindicalista.

La lujosa casa de verano que construyó el consejero obrero del IPS en plena pandemia del covid.
La lujosa casa de verano que construyó el consejero obrero del IPS en plena pandemia del covid.virgilio vera

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Contadores, abogados, administradores de empresas, un médico, un fisioterapeuta, una nutricionista y hasta un doctor en Ciencias de la Educación figuran en la oficina del representante de los trabajadores aportantes del Consejo de Administración del Instituto de Previsión Social (IPS), cuyo titular es Gustavo Ramón Arias. La mayoría de los funcionarios ingresó al ente previsional apenas el exsindicalista asumió el cargo, el 27 de agosto de 2019, con apoyo de la Central Nacional de Trabajadores (CNT).

En total, son 27 empleados bajo la denominación de “cargo de confianza” y con salarios entre G. 2.818.351 y G. 15.500.000 en forma mensual, según las planillas del ente previsional (ver cuadro adjunto).

Esto arroja G. 177.093.128 por mes, mientras que Gustavo Ramón Arias gana mensualmente G. 32 millones. Es decir, entre sus asesores y la remuneración al consejero la derogación de la previsional es superior a G. 209 millones mensuales.

A partir de 2019

De los 27 funcionarios a cargo de Arias, 6 ingresaron en 2019, 6 en 2020 y 5 en 2021, totalizando 17 personas.

En el primer año del consejero obrero entraron: Pedro Gustavo González Quintana, Jorge Cristian Martín Caje, María Eugenia Martínez Arias, Julio Marcelo Toledo González, todos figuran sin profesión, además del médico Pedro Daniel Irazusta y el licenciado en Gestión Hospitalaria Hugo Marcelo Lezcano Olmedo.

En el segundo año ingresaron Amaya de Jesús Arias, de profesión contadora pública; Víctor Eduardo Insfrán Dietrich, técnico superior en Laboratorio Clínico; Alejandro Lezcano Mencia, doctor en Ciencias de la Educación; y la nutricionista Karen Vanesa Ocampo Aguero. Asimismo, Pamela Lisset Garay Ortigoza y Julio César Guerra López, ambos sin profesión, de acuerdo a los registros.

En 2021 llegaron a la previsional la abogada Carmiña Diana Monserrat Genes Frutos y Fernando Iván Rojas Florentín, igualmente figuran desde ese año Cynthia Carolina García Ibarra, Elsa Elizabeth Mareco de Laws y Guillermo Avel Quiñónez Acosta, todos sin profesión, según los datos publicados en la página web del IPS.

La mayor parte de estos empleados figura con un horario a cumplir de lunes a viernes, a excepción de dos que aparecen con la especificación de “guardia” de sábados, domingos y feriados en el Hospital Central.

Lujosa casa de verano

Además de tener a una veintena de funcionarios a su cargo, el consejero obrero del IPS registró un llamativo crecimiento económico. Este inusual salto le posibilitó construir en plena pandemia del covid-19 una lujosa casa de verano entre las zonas de Valle Pucú y Yukyry, distrito de Areguá.

Una cancha de tenis exclusiva, piscina, quincho rústico con deck símil madera con paredes de blíndex, muralla alta, pórticos de entradas para vehículos y peatonal, además de varias habitaciones climatizadas son algunas de las comodidades de la residencia.

Al consultársele al consejero obrero sobre cómo hizo para levantar la majestuosa obra dijo que uno de los funcionarios a su cargo, específicamente al doctor Pablo Irazusta, era el dueño. Este profesional, sin embargo, inmediatamente salió a desmentir cualquier vinculación con la propiedad.

Lo cierto es que el Número de Identificación del Suministro (NIS) de la ANDE de la vivienda confirmó que el titular de la ostentosa casa es Gustavo Arias.

El progreso del consejero es todavía más dudoso porque, según sus propias declaraciones juradas, presentadas en el año 2019 ante la Contraloria -cuando asumió como consejero- hablaba de un patrimonio en negativo superior a G. 164 millones.

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