Un recorrido por los desafíos del próximo gobierno

El entrante gobierno se enfrentará a una serie de desafíos, pero los mismos se concentran en cuatro áreas: la convergencia y reducción del déficit fiscal, el control de la inflación, así como la recuperación del poder adquisitivo, incentivar el crecimiento económico y la reforma del sistema de pensiones. Desde el aspecto socioeconómico es necesario recordar que la pobreza en Paraguay, sobre todo en las últimas dos décadas, ha venido en descenso.

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GENTILEZA

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Al respecto del aspecto socioeconómico, los indicadores de pobreza monetaria y distribución de ingresos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelaron que, para el 2022, la pobreza monetaria total (suma de la pobreza no extrema y extrema) afectó al 24,7% de la población o aproximadamente 1.817.000 personas se encontraban en la mencionada condición. De acuerdo con los mismos datos del INE, los programas sociales Tekoporã y Pensión para Adultos Mayores evitaron que la pobreza total se ubique en 26,9%.

Con respecto al costo de la canasta en 2022, una persona en el área urbana necesitó como máximo generar G. 346.195 mensuales para satisfacer sus necesidades alimentarias. Es decir, ese fue el ingreso mínimo per cápita que precisó un ciudadano urbano para no situarse en la denominada pobreza extrema. Entre tanto, para satisfacer otras necesidades adicionales a la alimentación debió como mínimo generar unos G. 825.373 al mes.

En las zonas rurales, una persona necesitó G. 316.157 de ingresos al mes para hacer frente a su necesidad más elemental: la alimentación. Si se considera, además, la cobertura de otras necesidades no alimentarias como vestimenta, salud y vivienda, la necesidad de ingresos llega a G. 597.890.

En Paraguay al igual que en todos los países del mundo, desde el proceso de recuperación económica pospandemia en 2021, ha experimentado los efectos de la inflación. Antes de ahondar en los datos y sus implicancias es importante repasar algunos conceptos.

En términos sencillos, la inflación significa que los precios han subido o se han «inflado», de ahí su denominación. Así, la inflación disminuye el poder adquisitivo de las personas, en otras palabras, la suba de precios hace que el dinero valga menos. En tanto que el poder adquisitivo, poder de compra o capacidad de compra es la cantidad de bienes o servicios que pueden conseguirse con una cantidad de dinero fija, según sea el nivel de precios.

Al clasificar los tipos de ingresos es igualmente necesario mencionar que el ingreso o renta nominal, se refiere a la entrada que percibe una persona, como renta monetaria, sin contemplar aquellos factores que inciden en el poder adquisitivo. A decir, el ingreso que recibe periódicamente, sin contemplar ajustes por inflación, IPC u otros factores que inciden en dicho ingreso. Mientras que al hablar de ingreso real es la cantidad de bienes y servicios que una persona puede adquirir con su renta monetaria. En otras palabras, el poder adquisitivo de la persona, al condicionar dicho ingreso a la inflación y otros factores que inciden en dicho poder.

La irrupción de la pandemia en el 2020, con las medidas de confinamiento, impactó de manera considerable en el consumo, lo que se tradujo en una baja inflación. Tras un año de la crisis sanitaria provocada por el covid-19, el nivel de inflación fue en claro aumento en el país, alcanzando su mayor pico en abril de 2022, con una tasa interanual de 11,8%. El índice fue desacelerándose lentamente en los siguientes meses hasta cerrar el 2022 con 8,1% de inflación.

En lo que va de los meses de 2023, la inflación se ha venido ubicando dentro de lo que se considera el rango meta de 4%, manteniéndose el rango de tolerancia de +/-2 puntos porcentuales.

Al considerar lo anterior, la ola inflacionaria erosionó el poder adquisitivo de las personas. Los últimos datos publicados por el INE y procesados por la Consultora MF Economía e Inversiones revelaron que, al cierre del 2022, el promedio de ingresos mensuales en Paraguay, en términos nominales, fue de G. 2.774.735 y alrededor de G. 2.216.242 en ingresos reales. Es decir, por efecto de la inflación, el ingreso finalmente se redujo G. 558.493. El aumento del ingreso en términos nominales en 2022 se explicó por el incremento de los salarios en el sector primario con una variación del 55% respecto al mismo periodo del 2021. Sin embargo, al comparar los datos en el periodo de prepandemia, se observa una pérdida del poder adquisitivo debido a que en el 2019 el ingreso promedio mensual real era de G. 2.262.594 frente a los G. 2.216.242 del 2022.

Al escenario descripto se le debe sumar otro desafío para el entrante gobierno, la creación de un instrumento que permita regular y supervisar el sistema previsional en Paraguay. De ahí, la importancia de la creación de una superintendencia de pensiones y jubilaciones, cuyo objetivo, en principio, será no solamente recomponer la complicada situación de la Caja Fiscal, sino de todo el sistema del país, es decir, una mirada amplia de reordenamiento de las cajas previsionales que funcionan en Paraguay.

Por mencionar, la Caja de Jubilaciones y Pensiones o Caja Fiscal arrastra un déficit desde el año 2015. Solo durante el año 2022, el programa cerró con un saldo rojo de US$ 210 millones. De no implementarse reformas de manera urgente, el sistema público, de acuerdo con proyecciones, acabará con sus reservas para el año 2027 y el Tesoro, con recursos provenientes de los impuestos, deberá hacer frente al descalce.

La mencionada situación se presentaría aún más insostenible para las finanzas públicas, al considerar el poco o nulo espacio fiscal ya registrado. Y de manera general, ante la falta de regulación y supervisión, el sistema previsional en el país se expone igualmente a atravesar el mismo deteriorado escenario que enfrenta desde hace años el sector público.

Situación macrofiscal

Otro de los pilares que forman parte del desafío para el entrante gobierno es el vinculado a la convergencia y reducción del déficit fiscal. En Paraguay se encuentra vigente la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) que establece un límite del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB).

Es de recordar que las finanzas públicas de Paraguay habían entrado en déficit, tras la aprobación en 2011 de un aumento salarial para los funcionarios y que en promedio fue de 38%. Desde ese periodo hasta la actualidad, el descalce no pudo ser revertido, sino que en los últimos años se ha agravado, debido a factores adversos ya citados, como una caída económica en 2019, la pandemia en 2020 y en los aún efectos durante el 2022.

Además, hasta el 2012, la deuda pública total de Paraguay ascendía a aproximadamente US$ 3.591 millones o 10,8% del PIB. El principal componente de la deuda externa eran los préstamos provenientes de organismos multilaterales y bilaterales, representando el 62,3%. Mientras que la deuda interna (37,6%) estaba explicada por los bonos perpetuos emitidos para capitalizar el Banco Central del Paraguay (BCP) en concepto de cancelación de deudas históricas. El título, que forma parte de un ajuste contable, no puede ser comercializado.

Al cierre de 2018 y que en los últimos meses ya había formado parte del Gobierno de Mario Abdo Benítez, la deuda pública ascendía a 19,8% lo que fue trepando hasta llegar al 35,1% a junio de 2023.

Al cierre del 2022, Paraguay presentó un déficit fiscal (ingresos menos egresos) de -3,0%. A decir, los gastos incurridos a ese período rompieron, por cuarto año consecutivo, el tope contemplado en la LRF. El saliente gobierno planteaba la convergencia total en el 2024, no obstante, el cumplimiento se encuentra en un escenario de alta incertidumbre. De hecho, desde el Ministerio de Hacienda señalaron la poca probabilidad de llegar al 2,3% de déficit esperado para el presente año explicado por la menor dinámica de ingresos tributarios (3,1% acumulado al primer semestre) frente a lo estimado inicialmente (8,3% para el cierre del presente ejercicio fiscal).

El equipo entrante considera que el déficit arrastrado en el presente año incluso sería mayor si se le suman las deudas con las importantes proveedoras del Estado, el sector farmacéutico y vial. Por tanto, ya planteaban la posibilidad de que la convergencia se dará fuera del tiempo establecido. Será clave el cumplimiento del compromiso en el marco de la credibilidad del país ante el mundo. Aunado al conjunto de otros desafíos como buscar la diversificación de la economía con la atracción intensiva de capital para seguir en la línea del desarrollo y crecimiento del país.

Pobreza

Según datos del INE, los programas sociales Tekoporã y Pensión para Adultos Mayores evitaron que la pobreza total se ubique en 26,9%.

Capital

La búsqueda de la diversificación de la economía con la atracción intensiva de capital para seguir en la línea del desarrollo y crecimiento del país.

Regular

Otro desafío para el entrante gobierno es la creación de un instrumento que permita regular y supervisar el sistema previsional en el país.

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