Según Marcia Videla Ayala, instructora de hatha yoga, yoga terapéutico y yoga para infancias dice que “Los juegos que se recrean están ordenados por medio de reglas, por lo que a través de ellos se aprenden las normas de convivencia en un espacio común. Nos valemos, de cuentos, rondas, títeres, dibujos, canciones y otros materiales para trabajar las posturas de yoga. Asímismo, los juegos que se utilizan son productivos y resolutivos, con el objeto de que ellos reflexionen, evalúen consecuencias y propongan soluciones. El salón se ordena en conjunto, para fomentar valores como trabajar en equipo, el orden, el cuidado y la limpieza”.
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Clases de yoga
También las clases de yoga ayudan a los niños y niñas a estimular su imaginación y creatividad, fomentan la aceptación y aprenden normas de convivencia. Ganar confianza en su cuerpo, estimular su voluntad, manejar su energía. Además, son recomendadas para insomnio, irritabilidad, frustración, depresión y constipación. Y es importante también para resolver situaciones por medio de juegos, manifiesta Marcia Videla.
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“En una clase de yoga trabajamos con los niños y niñas las conductas deseadas por medio de refuerzos, acuerdos y una autoridad reflexiva, apuntando a un desarrollo integral de su ser. Y aunque no meditamos, tenemos un momento de calma, donde aprendemos a diferenciar ese espacio interior personal de paz, de reflexión y alegría”, puntualiza la instructora Marcia Videla.