Fumar cigarrillos: una adicción que cuesta vidas

Fumar un cigarrillo significa exponerse a numerosas sustancias perjudiciales para la salud y al riesgo de desarrollar una dependencia. Fumar aumenta el riesgo de cáncer de diversos tipos. De acuerdo al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en el Paraguay, el 14,5% de la población es fumadora de productos de tabaco y la edad media de inicio ronda entre los 19 y 21 años.

En Paraguay el 14,5% de la población es fumadora de productos de tabaco y la edad media de inicio ronda entre los 19 y 21 años.
En Paraguay el 14,5% de la población es fumadora de productos de tabaco y la edad media de inicio ronda entre los 19 y 21 años.gentileza

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En nuestro país, según la encuesta nacional de factores de riesgo del MSPBS, el 14,5% de la población fuma productos de tabaco. De este porcentaje, el 22,8% corresponde a los hombres y el 6,1% a las mujeres. La edad media de inicio del hábito tabáquico es de 19 y 21 años respectivamente.

Este hábito es causa del 12,2% de las muertes anuales en el país, es decir, unas 3.354 personas al año fallecen a causa del tabaquismo. Cabe recordar que el cáncer pulmonar sigue la causa de mayor mortalidad entre los cánceres en la población masculina paraguaya, de acuerdo a un informe de la situación epidemiológica en Paraguay.

El tabaco produce al poco tiempo de empezar a consumirse algunas alteraciones en el cuerpo:

  • Arrugas prematuras en la zona del labio superior, alrededor de los ojos (patas de gallo), barbilla y mejillas, y coloración grisácea de la piel que constituye el llamado “rostro del fumador”.
  • Los dientes, uñas y dedos se vuelven amarillos y, habitualmente, el fumador sufre de halitosis. También favorece la aparición de enfermedad periodontal y caries.
  • Mal olor corporal por impregnación del olor del tabaco.
  • Corazón. Inmediatamente después de empezar a fumar un cigarrillo, el corazón aumenta su frecuencia de latido en un 30%, incrementándose así la presión arterial. Esto obliga al músculo cardiaco a realizar un mayor esfuerzo para bombear la sangre, lo que eleva el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.
  • Fertilidad. Fumar tiene un impacto negativo en la fertilidad, tanto si se trata de hombres como de mujeres. Pero, en el caso de los varones, además de reducir la calidad espermática, también puede provocar la disfunción eréctil.
  • Embarazo y parto. Las mujeres fumadoras presentan un mayor riesgo de sufrir un aborto y de tener complicaciones durante el embarazo, entre ellas, la de un parto prematuro. Además, los bebés de madres fumadoras suelen pesar una media de 200 gramos menos de lo habitual, lo que se asocia a un mayor riesgo de fallecimiento y enfermedades durante el periodo de lactancia y, en general, la primera infancia. Los hijos de padres son fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir infecciones respiratorias graves.
  • Aumento de catarro de repetición.
  • Aumento de la tos.
  • Disminución del rendimiento deportivo.
  • Pérdida de apetito.

Según informan desde el Ministerio de Salud pública fumar no aumenta solamente el riesgo de cáncer de pulmón, sino que también es un factor de riesgo para los cánceres de boca, laringe, faringe (garganta), esófago, riñón, cuello uterino, hígado, vejiga, páncreas, estómago, colon y recto, leucemia mieloide entre otras.

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