Wania Dantas y su lucha contra la obesidad: “Llegué a pesar 141 kilos”

El sobrepeso y la obesidad forman parte de las enfermedades más preocupantes de la sociedad actual. La mayoría de las personas afectadas, principalmente las mujeres, se deprimen porque las dietas no funcionan. La psicóloga Wania Dantas cuenta cómo logró bajar más de 50 kilos en menos de un año.

Recomenzando su vida en Asunción, una feliz Wania Dantas disfruta el día en el Parque Carlos Antonio López, "este lugar tiene una energía especial. Mi hijo, el que ya partió, plantó aquí un árbol", nos cuenta.
Recomenzando su vida en Asunción, una feliz Wania Dantas disfruta el día en el Parque Carlos Antonio López, "este lugar tiene una energía especial. Mi hijo, el que ya partió, plantó aquí un árbol", nos cuenta.ARCENIO ACUÑA

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Después de 10 años de haber partido de nuestro país, la brasileña Wania Dantas, motivadora y psicóloga está de regreso. “Vine para quedarme, amo Asunción, la ciudad que un día me abrió las puertas y el corazón cuando empecé mi primer proyecto hace décadas atrás”.

“Trabajé en medios televisivos, en clubes, parroquias, escuelas en todos los lugares donde me llamaban, desde Mariscal López hasta el Bañado Sur, nunca hice diferencias sociales, para mí lo que importa es el ser humano”, dice Vania.

“Volví por el único motivo que tengo: servir. Hay un momento crucial en nuestra existencia, cuando uno puede discernir lo que puede y lo que debe hacer. Estoy aquí para ayudar a otras mujeres brindando lo que he aprendido y experimentado en todos estos años”.

Wania tiene además una razón muy fuerte, sus 3 nietos paraguayos: Xandito (Alexandre), Lele (Leandro) y Pedrim (Pedro). “Por ellos doy mi vida”, afirma.

Herramientas emocionales

Para Wania un verdadero cambio se basa en 3 pilares: emocional, espiritual y físico. Trabajo sobre las ideas para que disocien lo que son de lo que fueron y lo que quieren ser. Son tres tiempos, pasado, presente y encaminarse hacia el futuro.

Para lograr ese cambio se necesita tener las herramientas necesarias, lo que no es fácil porque hablamos de heridas, marcas, cicatrices, lo que con el correr del tiempo hace que uno se destruya a través de la mala alimentación, malos pensamientos y malas actitudes”

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Compartiendo una experiencia personal

“Venía de pasar un cambio enorme. Me abandoné durante años, estando en Brasil llegué a pesar más de 141 kilos, tenía 3 personas dentro de mí.

Busqué ayuda; el doctor me preguntó: “¿cuánta agua toma usted?”, y le contesté: “creo que hace como un año y medio que no tomo”. El doctor era un viejito, un hombre pequeño físicamente, pero se enfureció tanto con mi respuesta. También él me hizo enojar mucho en mi proceso de cambio, ¡es un sabio!

Hoy soy una mujer de 63 años hecha y derecha, viuda hace 18 años, con la pérdida trágica de mi esposo y mi hijo, tengo años bien vividos y otros bien sufridos. Estoy muy agradecida por poder compartir lo que he aprendido, compartiendo verdad”

-¿A qué considera comida sana?

A la que existe desde que el mundo es mundo, desde que el ser humano conoció la caza y la pesca. La comida sana es todo lo que viene de la naturaleza, lo menos industrializado, menos gasificado, lo menos endulzado, lo menos salado.

-Entonces, propone una dieta extraída de la naturaleza

Si hay una palabra que no me va es “dieta”, porque la dieta se resume a un tiempo, puede ser 2, 4, 8 semanas dependiendo de la prescripción del profesional del área. Esa comida está prescripta para uno, no es algo que se comparte con la familia ni con amigos, ni compañeros de trabajo. Con la dieta perdés peso, pero no adelgazás.

Vivo repitiendo que nuestro cerebro es como una máquina que está hecha para recibir comandos, entonces digo: voy a hacer dieta por determinado tiempo, pero cuando llego a mi peso ¿qué voy a hacer? Solo es cuestión de tiempo para volver nuevamente a la enfermedad, la obesidad, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima. Por eso es urgente concientizarnos.

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-¿Cómo funciona nuestro cerebro?

Nuestro cerebro tiene millones de pensamientos diarios pero el 90% son repetitivos, quizás sobre algún trauma de la infancia, malos tratos, rechazos, porque recordamos siempre el dolor y olvidamos las alegrías.

Se sabe científicamente que, en un día, mentalmente se puede tener un 70% de alegrías. No obstante, si pregunto a alguien qué le pasó a los 6 años, seguro me contesta “no me regalaron lo que quería, no me dieron el gusto”, no va a decir: “Me encantaban las caricias de mamá, jugar con mi papá”.

Hay muy pocas personas alegres y positivas, agradecidas. Y eso es fundamental para estar bien con todo nuestro cuerpo, nuestro ser.

“Las mujeres se comprometen más con el cambio”

“Siento que las mujeres conectan con el cambio más que el hombre. Tuve hombres en mis charlas, pero siempre eran traídos por una mujer, su esposa o su madre. Las mujeres <b>me parecen más comprometidas, perseverantes”</b>

Además de adelgazar, en mi visión de salud, yo considero el discernimiento para definir qué quiero, dónde estoy y dónde quiero ir, qué quiero de mi vida para sentirme feliz.

Las personas saben muy poco ser felices, imaginamos que estamos aquí para consumir, comprar, ir de vacaciones, vestirnos a la moda; tenemos solo 2 pies, ¿por qué necesitamos 30 pares de zapatos? Saludable es pensar, actuar, reivindicar valores de tu propio ser. Saludable significa aceptar la condición que tengo.

-La mujer está más motivada a cuidarse hoy, sin embargo, hay más fracasos que éxitos respecto a perder peso.

El sobrepeso afecta a toda la población, pero se cobra más en las mujeres. En mi punto de vista, las mujeres están hoy muy incentivadas para ser más seductoras que saludables.

Las mujeres jóvenes no están pendientes de su persona sino de las estrellas de cine, de la reunión del fitness, de quién es la más llamativa de la universidad, etc.

Tenemos un gimnasio cada 3 o 4 km. Hay mucha competencia. Es ilógico, pero se esfuerzan y arreglan para que las vean otras mujeres, no hombres. Quieren ser las más bellas, las mejores en todo, pero esa competencia solamente dispersa la sexualidad: “quiero estar genial para ser más deseada que saludable”.

Lo que veo positivo es que la mayoría ahora anda con su termo de tereré, con su botellita de agua, esto es un cambio muy grande en la manera de mover lo que hay dentro de nosotros: energía, alimentos, nutrientes, todo lo que ingerimos se fluidifica; somos un 70% líquido y 30 % piel y huesos.

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El espejo refleja a una y mil mujeres

“Cuando se trabaja, por ejemplo, con el espejo, buscamos visualizar a una mujer como a las demás. Porque mucho de lo que le pasa a mi hermana, mi amiga, mi hija, mi compañera de trabajo es muy similar a lo que me pasa a mí.

Una sola no se da cuenta, pero cuando trabajamos juntas, sí nos identificamos. El ejercicio del espejo es muy removedor, siempre vienen las lágrimas, porque se habla con el corazón. El gancho es bajar de peso, pero hay un objetivo mayor en la forma de relacionarse con el propio ser, conocerse, amarse y respetarse.

-¿Cómo evaluás a las paraguayas?

Realmente no importa el país donde esté, pero si hablamos de Paraguay, la respuesta que tengo para dar es que está lleno de mujeres hermosas, guerreras, bendecidas por el Señor.

Las mujeres generalmente somos egoístas, decimos: mi marido, mi casa, mi hijo, mi auto, lo que no está mal porque está relacionado con el ser madre, pero adquiriendo conocimientos y aplicándolos proyectarían una dimensión mayor.

El tema de la adquisición y administración del alimento es importantísimo, aquí en Paraguay abundan los alimentos riquísimos, tenemos de todo: verduras, vegetales, legumbres, proteínas, semillas de todo tipo, frutos secos.

Cabe mencionar que un gran obstáculo es la diferencia de poder económico, la mayoría no puede acceder a una alimentación completa. Y aquí nos vamos a otro problema de la mujer paraguaya que debe ser, por circunstancias de la vida, padre y madre, y así, cuando una platita sobra, no la gasta en alimentos sino en gustitos para ella: un alisado, una blusa, un arito, busca lucir mejor para seducir –sacrificando una mejor alimentación-.

Entonces, tenemos que trabajar el empoderamiento para aprender a decir no a lo que no conviene, aprender basándonos en el amor propio, en la aceptación de nosotras mismas y en un trabajo y proyección de una vida feliz que todas merecemos.

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Un testimonio sorprendente

“A través de lo que aprendí utilizando internet (todo un mundo nuevo), probé en mí misma un cambio de alimentación, lo que resultó no solo un gran placer sino un enorme descubrimiento que quiero compartir.

Muchísimas mujeres, como yo, han luchado con la obesidad y el sobrepeso años, décadas. Yo nací con 5 kilos, cuando llegué al mundo no tenía ropa que me entrara, todo lo que tejió mi madre no sirvió y ella tuvo que buscar ropa para bebé de 3 meses.

Hasta hace pocos años atrás, llegué a lo peor, con mi 1.72 m pesaba 141, 6 kg. Tenía dolores por todo el cuerpo. Después de mi investigación y aplicación de plan de alimentación bajé 52 kilos en 9 meses. No pasé hambre, porque aprendí que la comida siempre tiene que ser una compañera y no una tortura de solo lechuguita.

Y hay algo más, muy importante, yo usé lentes desde los 40 años, con mi nueva alimentación recuperé mi vista, increíble, pero así fue, ya no uso gafas; hasta puedo leer las recetas médicas en letra muy pequeña. Hoy tengo 100% visión diurna y nocturna.

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