Shakira, Clara Chía y la sororidad

La tan sonada y mediática separación de Gerard Piqué y Shakira y las menciones sobre la tercera en discordia en la Music Sessions #53 en la que la cantante colombiana hace su descargo pos separación trajo al debate la implicancia de la sororidad entre las mujeres. Por empatía y solidaridad de género ¿hasta cuánto se debe aguantar?

Más diosa que nunca, Shakira afirmó: "En este momento me siento creativa, y siento que es una vía increíble para que pueda darles sentido a las cosas”.
La canción de Shakira "Music Sessions #53" con Bizarrap trajo a colación el debate sobre la sororidad.Instagram/Shakira

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En su exitazo musical con Bizarrap, Shakira no se guardó nada y además de los mensajes directos a su expareja, Gerard Piqué, la cantante también incluyó en la canción menciones a la mujer que ahora es novia del jugador del Barcelona.

Cambiaste un Ferrari por un Twingo; Cambiaste un Rolex por un Casio”, reza parte de la canción que batió récords en reproducciones en Spotify y Youtube.

Pero ¿son las expresiones de Shakira son un agravio para Clara Chía? ¿Se olvidó Shakira de la sororidad o la empatía entre pares? Dos referentes feministas explican qué es la sororidad y lo que esta implica, atendiendo el debate generado por la canción de la colombiana.

La sororidad exige reciprocidad

Sofía Masi, secretaria general de Kuña Poty, organización feminista de Ciudad del Este, explicó qué es la sororidad y qué implica. “La sororidad es la solidaridad entre mujeres, entendiendo que todas vivimos en una sociedad machista y patriarcal, donde por nuestro género somos afectadas por diversas violencias y desigualdades. Es la contracara de la fraternidad (que es la hermandad de los hombres), la sororidad es entonces, la hermandad entre mujeres y uno de los valores que promueve el movimiento feminista al buscar la unión entre las mujeres para avanzar en igualdad de derechos”.

Comentó también que debe ser recíproca, una unidad para luchar contra el machismo. “Se podría resumir con la frase: ‘juntas somos más fuertes’. Un punto de reflexión dentro del movimiento feminista es que la sororidad no debe ser esencialista, en el sentido que por ser mujeres, automáticamente somos todas sororas. Muchas planteamos que la sororidad exige también reciprocidad, en el sentido que no podemos ser sororas con aquella mujer que violenta o que con su actitud es excluyente o inconsciente de sus privilegios”, apuntó.

Cambiar la forma de relacionarse entre mujeres: ir contra la corriente

Masi insistió en que en una sociedad donde culturalmente enseñaron a competir entre mujeres por quién es más linda, más inteligente o más guapa, ser sororas es ir contra esa corriente. “Es hacer un cambio que permite otra forma de relacionarnos entre mujeres, desde el cuidado, el respeto y la admiración mutua, y no desde la envidia o los celos. Es poder reconocernos diversas, tener una mirada que reconoce las desigualdades y opresiones por razones de género, raza y clase”, acotó.

También explicó que la sororidad es profundamente política y transforma las relaciones sociales. “Mujeres que practicamos la sororidad estamos revisando permanentemente cómo nos relacionamos con otras mujeres, con nuestras propias madres, hermanas, amigas, compañeras de trabajo. ¿Nos apoyamos o competimos? ¿Empatizamos o juzgamos?”, expresó.

Además, indicó que la sororidad es un valor que busca revertir injusticias que afectan a las mujeres, generando unión y por ende, la posibilidad de cambiar juntas y fortalecidas aquellas realidades que excluyen o violentan a las mujeres.

¿Podemos ser sororas con aquella mujer que nos hizo daño?

La canción de Shakira y Bizarrap instaló el debate sobre la sororidad y lo que implica tener empatía mujeres entre mujeres. Al respecto, Masi comentó: “La canción de Shakira permitió que muchas mujeres se liberaran al cantarla, ese dolor que causa la violencia psicológica que implica la infidelidad, la traición a la confianza. La música de Shakira resultó catárquica para muchas mujeres y también un elemento para reflexionar sobre un montón de aspectos”.

Igualmente, resaltó que la canción resultó canción incómoda para los hombres y personas con irresponsabilidad afectiva. “Es positivo que una canción genere incomodidad social y que el arte pueda ser visto también como una forma de buscar justicia, de evitar la impunidad de quienes hacen daño, porque como decimos en el movimiento feminista: “lo personal es político”, afirmó.

Nos enseñaron a competir

Por su parte, Clemen Bareiro, socióloga y referente feminista de la revista Emancipa, explicó que la competencia que muchas veces se da entre mujeres tiene que ver por las enseñanzas que se reciben desde la infancia. “Nos enseñaron desde niñas a competir por el objetivo final que siempre es un hombre”, comentó.

La sororidad entra a romper con esta enseñanza. En este sentido, recordó que la primera mujer en hablar sobre sororidad fue la mexicana Marcela Lagarde (Asociada fundadora de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres) quien cuestionó el concepto del “amor romántico”, tema central del que se desprende el debate sobre la canción de Shakira.

Bareiro resaltó que aunque la canción en cuestión fomenta la individualidad es también una forma de expresar las emociones, totalmente válidas. “Que las niñas de ahora pueden conocer otras formas de transitar el desamor es fantástico”, acotó.

Las mujeres y el amor romántico

Según manifestó, es importante hablar de cómo las mujeres entienden el amor y todas las expectativas que se ponen en ellas con el paso del tiempo. “Por una cuestión cultural a medida en que nos hacemos mayores nos castigan más a nosotras, estamos menos valorizadas, salimos del mercado mientras que los hombres se vuelven más interesantes”, contó.

De acuerdo a sus expresiones, la respuesta a los cuestionamientos hacia la mujeres en lo referido a las relaciones sentimentales debe ser la fraternidad.

No tenemos que querernos y amarnos todas: tenemos que unirnos para luchar

En otro aspecto, resaltó que las luchas feministas buscan que las mujeres entiendan que a pesar de ser diferentes, de tener opiniones distintas, deben establecerse alianzas con un fin común.

Shakira y su canción de desamor

Sobre Shakira y su canción de desamor, con menciones hacía su expareja y la mujer que sería la tercera en discordia, Bareiro opinó que, atendiendo que la cantante es siempre usó su talento para manifestar sus emociones, es normal que use esta vía para hablar de su corazón roto. “Cuando una está en una situación de dolor, al sentirse afectada, porque ahí hubo un hecho de deslealtad, se rompieron acuerdos, es normal”, afirmó.

Igualmente, dijo que a Clara Chía es una mujer joven, que aún tiene mucho por aprender.

Resaltó que, en este aspecto, la sororidad no es un pacto de impunidad, que por ser mujer no se puedan dar cuestionarnos o criticas entre pares. “Hay diferencias, y diferentes posiciones que tenemos ante cuestiones económicas, políticas y otros”, resaltó.

¿Alguien pensó en los hijos de Shakira?

Bareiro citó a Celia Amorós y sus aporte sobre la forma en que fueron educados hombres y mujeres. Según remarcó, los hombres fueron educados como iguales, mientras que las mujeres fueron educadas como idénticas”.

“A los hombres se los educa para ser iguales, como pares. A las mujeres para ser idénticas. Y si una no cumple con esto, se le juzga”, acotó.

Pensando en los hijos de Shakira y Piqué, hizo hincapié en que los cuestionamientos sobre la situación de los hijos de la pareja solo fueron hacia la madre y nunca hacia el padre, quien también sometió al escudriño y la exposición mediática a estos.

“Las madres también pueden tener otras formas de gestionar sus duelos”, manifestó.

Cuestionar el “deber ser de la mujer”

En otro punto, Bareiro subrayó como algo positivo que temas como la sororidad salten a debate porque permiten analizar varios temas relacionadas a los deberes impuestos a la mujer solo por su condición de género.

“La canción hizo cuestionarnos hasta el ‘deber´ ser de las mujeres. Ser la madre perfecta, que si lloramos que nadie se de cuenta”, mencionó.

¿En qué espacios es fundamental hablar de sororidad?

Tanto Masi como Bareiro celebraron que a partir de una canción que se hizo viral, el debate sobre la sororidad y las luchas feministas surjan. Destacaron que la sororidad es una práctica fundamental en todos los espacios que habitan las mujeres.

“Entre nosotras nos cuidamos hasta cuando salimos a la calle, contra el acoso callejero y en el trabajo contra el acoso laboral sexista. La sororidad también permite que entre mujeres nos apoyemos para visibilizar el valor de nuestro trabajo, contra ese machismo cotidiano que nos pone en un lugar de servidumbre y pasividad, también la sororidad es fundamental para una mayor participación de las mujeres en los partidos y espacios políticos, contra el monopolio de la palabra y el poder que ejercen los hombres”, dijo Masi.

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