La propuesta de ampliar la garantía del Fogapy al 90% fue postergada por la Cámara de Diputados el pasado martes 17 de junio. La iniciativa busca inyectar unos US$ 261 millones y, según la versión inicial de Diputados, esto se iba a financiar con créditos aprobados del Fondo Monetario Internacional y Fonplata. A su vez, el Senado –si bien decidió elevar la garantía del Estado al 90%– resolvió que la financiación salga de los US$ 1.600 millones destinados a la Ley de Emergencia sanitaria por COVID-19, por lo que el proyecto regresó a la Cámara Baja.
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Con respecto a la nueva prórroga de su tratamiento, García señaló que en realidad esta jugada se basó principalmente en condicionar la aprobación de otro proyecto de ley que hace referencia a las compras del Estado. “En realidad era para condicionar que se apruebe el 40% de preferencia, para que la bancada de Honor Colorado apoye el fondeo, porque el Senado le quita el fondeo”, indicó.
“A mí realmente me sorprende eso, porque la ampliación del Fogapy está incluyendo a grandes empresas. Yo no sé si ustedes se acuerdan, pero el Fogapy es un apoyo a la inversión a las micro, pequeñas y medianas empresas, ¿verdad?, y acá se está incluyendo a empresas grandes que quieran llevar la garantía y si están diciendo que condicionan la aprobación del Fogapy al margen preferencial al 40% significa que queremos la garantía y queremos el margen preferencial. Es un queremos todo”, expresó.
En relación a la versión del Senado sobre el proyecto del Fogapy, dijo que le parecía raro quitarle el endeudamiento, puesto que considera importante incluir el endeudamiento y el fondeo, pero explicó que algunos puntos son descabellados. “A mí me gustó la versión Senado, que limita al 30% a las empresas más grandes. Yo soy partidario de que el Fogapy no tiene que perder su esencia. Es un fondo que tiene que seguir para adelante. No es que pocas operaciones grandes tienen que llevarse toda la garantía y no muchas empresas chicas. El sistema financiero prefiere hacer pocas operaciones grandes que muchas operaciones chicas por primera vez”, detalló.
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“El Fogapy tiene que ser para la inclusión financiera. Tenemos un 31% de personas que están en el sistema financiero, que incluye cooperativas. El Fogapy era una opción para ampliar de manera abismal eso. Yo era partidario de que eso no pierda la esencia (...) Cuando se permite para grandes empresas, de alguna manera, estás desvirtuando su esencia”, ratificó y recordó que este fondo es de carácter urgente para incentivar la economía.
En cuanto al proyecto de ley que sería el condicionante para aprobar también la ampliación de la garantía del Fogapy, cabe recordar que el objetivo de dicha iniciativa se basa en que los fabricantes paraguayos puedan ofrecer al Estado sus productos y servicios hasta un 40% más caros que los oferentes extranjeros en las licitaciones públicas, cuyo margen actual llega al 20%.
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Justamente, esta iniciativa también fue pospuesta el pasado miércoles en la Cámara Baja. “Ellos condicionaron aprobar eso del Fogapy con fondeo a la aprobación del margen preferencial del 40%, eso es en términos políticos en el sentido de los votos. Comprometés el voto para uno y se aprueba lo otro. Son proyectos separados, pero en su alocución el diputado Basilio Núñez dice en la sesión: ‘Estos dos proyectos se tienen que unir y se tienen que aprobar juntos’”, referenció.
Sin embargo, toda esta jugada de votos a cambio de otros sigue perjudicando a los comerciantes, que claman desesperadamente porque los créditos del Fogapy sean más accesibles.
En ese contexto, ayer, desde la Asociación de Comerciantes e Importadores del Paraguay (Asimcopar) manifestaron que unas 300.000 personas estarían ingresando al círculo de pobreza debido a la crisis económica causada por la pandemia de COVID-19, lo cual produjo una caída en las ventas de varios rubros.
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El problema radica en que el aislamiento total para prevenir el contagio masivo del nuevo coronavirus se llevó a cabo desde el 21 de marzo hasta el 3 de mayo, muchos comercios cerraron y, si bien varios de ellos volvieron a abrir con el inicio de la cuarentena inteligente en las distintas fases, el consumo no es el mismo. Esto último se debe justamente a la reducción de la capacidad de recibir clientes en el marco de las medidas sanitarias, además de la poca capacidad adquisitiva que se generó en la ciudadanía, ya que mucha gente perdió su puesto de trabajo.
“Propusimos un fondo aparte”
El legislador señaló que lo ideal es que el Fogapy mantenga el objetivo de su origen con la creación de otro fondo. “Nosotros propusimos nomás generar un fondo aparte (para empresas grandes), por eso le llamamos Fondo COVID, para que sea un fondo de garantía mientras dure la pandemia. Vos corrés el riesgo con el Fogapy de estar dando préstamos de garantía a empresas que una vez que se regularice la situación ya no necesitan, que tienen garantías propias, por eso nomás hablaba de una cuestión de esencia en el fondo y de mantener el fondo en el tiempo”, explicó.
No obstante, aseguró que de todas formas ahora urge ampliar la garantía del Fogapy con el fondeo para que salgan los créditos y no se corte la cadena de pagos en plena reactivación.