Durante la presentación del informe de gestión 2019–2020, la ministra de la Mujer, Nilda Romero Santacruz, resaltó que el impacto de la pandemia del COVID-19 en las mujeres ha sido “extraordinariamente excesivo” debido a las condiciones de desigualdad ya preexistentes, la recarga de tareas del hogar y el aumento de domésticas no remuneradas.
“La violencia hacia las mujeres y las niñas no ha mermado; la otra pandemia antes del COVID. Con las medidas sanitarias de resguardo en el hogar se han incrementado las llamadas por violencia doméstica en un 78% en la Línea 137”, afirmó.
Dicha línea recibió 11.029 llamadas por violencia y fueron brindados en ese marco 17.792 servicios por el Ministerio de la Mujer.
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La titular de dicha cartera aseguró que se elevaron las cifras de violencia telemática, junto con la psicológica y la física. Además, resaltó que el 70% de las víctimas de la trata de personas siguen siendo mujeres muy jóvenes y que el feminicidio sigue arrebatando vidas.
“Las brechas de ingresos económicos y de empleo se ampliaron en detrimento de las mujeres por las actividades laborales suspendidas, por la necesidad de poner énfasis en el cuidado de las personas dependientes o porque ya no alcanza el salario para mantener los servicios domésticos en los que generalmente se respaldan las mujeres para dedicarse a actividades productivas”, resaltó.
Como parte del informe de gestión se resaltó que en el Centro Ciudad Mujer se recibió a 44.755 mujeres y se brindaron 58.572 servicios a lo largo de este año, de los cuales 30.600 fueron en ciudades del interior del país.