Ciudad de 15 minutos, nuevo concepto de desarrollo urbano

Los precios del suelo son una de las dificultades al momento de acceder a una vivienda en Asunción y Área Metropolitana. Según el presidente de la Unión Internacional de Arquitectos, Arq. José Luis Cortés, existen mecanismos para inducir a que los terrenos sean mejor aprovechados. Pero el desafío principal es tener políticas públicas y privadas adecuadas al nuevo concepto de solución habitacional, en el que no se busca sólo la provisión de una casa, sino el desarrollo urbano sostenible y la “ciudad de 15 minutos”, sostienen expertos.

Las aprobaciones de créditos para compra y construcción de vivienda repuntaron en este primer trimestre.
Las aprobaciones de créditos para compra y construcción de vivienda repuntaron en este primer trimestre. Pero para analistas, los números están lejos de atender la demanda de soluciones habitacionales.Archivo, ABC Color

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El déficit habitacional en nuestro país hoy ronda el millón de viviendas, de las cuales 900.000 son demandas de ampliaciones y refacciones y 100.000, nuevas casas, según datos del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Habitat (MUVH), a partir de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero el número considerado alarmante es que dentro de los próximos 20 años se sumarán 2.750.365 personas a la demanda de soluciones habitacionales, con lo que la cifra ya estaría rondando las 3 millones de viviendas en déficit si no se atiende hoy esta necesidad social. Pero la demanda no es sólo de un techo sino de una “ciudad de 15 minutos”, es decir, que todo esté a distancia de 15 minutos de la vivienda: la escuela, el trabajo, el supermercado, lugares de esparcimiento, etc., y para eso, urge repoblar Asunción y Gran Asunción. Estas reflexiones se compartieron en el marco del “Foro Vivienda: Problemática y desarrollo”, llevado a cabo la semana última en formato virtual, organizado por el Grupo Paraguay Eventos y Emprendimientos.

Según el Arq. Gerardo Montaruli, presidente de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectura (FPAA), la problemática de vivienda no es una realidad sólo de Paraguay sino de toda América Latina y el Caribe. Contó que poco más de la mitad de viviendas existentes no cumple con los requisitos mínimos de calidad, haciendo énfasis en que, además del déficit cuantitativo, es fundamental mirar el cualitativo. Hay que visibilizar el derecho a la vivienda y el hábitat, generar diálogos para crear las bases y posibles soluciones, según lo puntualizado, con procesos que deben ser “irremediablemente participativos”.

Un derecho garantizado en la Constitución, incumplido

El déficit es un problema social que tiene varias aristas; por un lado hace referencia a un derecho garantizado por la Constitución Nacional y que está violentado; por otro, representa un enorme problema para Asunción y ciudades aledañas, que se vuelven cada vez más insostenibles por la expulsión de sus habitantes, según las conclusiones del citado foro de profesionales. La gente no accede a vivir en la ciudad donde trabaja o al menos cerca de ella, porque el precio del suelo es sencillamente inalcanzable para los niveles de ingresos de la mayoría.

Para el presidente de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), Arq. José Luis Cortés, el problema del suelo caro se puede trabajar con mecanismos para hacer que sea accesible. Pero el tema de la vivienda es mucho más amplio y es el “más medular de cualquier ciudad”. Una de las aristas que implica es la parte conceptual, pues hoy debemos preguntarnos cómo concebimos la vivienda en una sociedad tan compleja, sobre todo para el poscovid-19.

“Hacer vivienda es hacer ciudad”

“La pandemia nos mostró que las viviendas no estaban preparadas para todas las actividades de la familia y las personas. Las viviendas se han convertido en talleres, en industrias muchas de ellas, en escuelas. Eso nos lleva a pensar en que la concepción de la vivienda tiene que cambiar, si queremos ser más resilientes como sociedad”, reflexionó. Y siguió: “Naturalmente otro tema es el desarrollo urbano. Hacer vivienda es hacer ciudad. Entendemos que la vivienda debe estar cerca del empleo, cerca de los equipamientos básicos de educación, salud, recreación, deporte, religión. Lo que llamamos la ‘ciudad de 15 minutos’”.

A este 2021, la UIA lo ha titulado como el “Año del diseño y la salud”, porque las ciudades y menos las viviendas han sido resilientes en la cuestión de salud. “No nos imaginábamos enfrentar a un virus de esta naturaleza y hablamos de lo más básico: las viviendas deben tener buen sistema de agua potable, sistemas de drenaje, recolección de basura. Muchas veces la vivienda no tiene el asoleamiento adecuado ni la ventilación adecuada y esto hace que sea inhóspita. El desafío es definir cómo son las características del medio ambiente del lugar donde se la construye”, dijo.

Además, muchas viviendas están ubicadas en lugares inadecuados y eso trae consigo que sea el doble o triple de costosas para la gente más humilde, además de que hay un gran riesgo de que queden dañadas considerablemente ante fenómenos naturales. Entonces, el tema de la concepción de viviendas es de donde deben partir autoridades públicas y privadas, en forma conjunta, para definir las políticas públicas, según reflexionó. En tal sentido, es importante considerar las diversas tipologías de viviendas, en cuanto a tamaño, los materiales, las tecnologías más adecuadas y sustentables (aunque parezcan un poco más caras a priori) y también a si son alquiladas o propias, según la demanda social. “Hay países donde se prefiere alquilar y hay países en donde la seguridad social no es buena, entonces la vivienda se toma como el patrimonio principal para enfrentar a situaciones cuando se llega a edad madura”, resaltó el presiente de la UIA.

Considerar los varios tipos de familia que existen

Según lo subrayado, a todo esto hay que sumar la concepción de la familia. Están las “tradicionales” o extendidas, hay solteros y solteras, divorciados, etc., y no se puede pensar en un único modelo de solución sino en varios. “Muchas veces el Estado gasta demasiado invirtiendo en una misma tipología para todos, creyendo que todos quieren el mismo estilo de vivienda y que tienen la misma concepción”, alertó.

Falta una importante política crediticia

Del total de créditos otorgados en el sector financiero formal, apenas 3,6% corresponde a préstamos para la casa propia. Esta cifra debería llegar al menos al 20%, según afirmó el analista económico y financiero Amílcar Ferreira, quien también participó del Foro Vivienda. Estos números y otras variables muestran la falta de una importante política crediticia, destacó, y “es lo que los paraguayos debemos trabajar para consolidar el sueño del techo propio”.

El analista señaló que el sector de la construcción es el quinto más grande dentro de nuestra economía, al generar tres veces lo que ingresa la ganadería y casi igualar a la agricultura. Para este 2021, se estima que el rubro construcción generará US$ 2.814 millones, equivalentes al 7% del Producto Interno Bruto (PIB), y de esa suma, un componente importante son las viviendas.

Además de lo que significa para la dignificación de la persona, el acceso a la vivienda también redistribuye muchas ganancias en la economía. “Por cada vivienda construida se generan 12 empleos directos. Apostar a la vivienda puede ser una de las mejores apuestas. Pocos sectores se pueden igualar al empleo que genera”, insistió. Dijo que si bien han habido avances en esta materia, claramente hacen falta políticas públicas de acceso a la vivienda y para ello, no hay necesidad de “inventar la pólvora”, solo basta con ver la experiencia de cómo encararon las capitales del mundo esta problemática.

Derecho fundamental

La vivienda debe ser concebida como un derecho básico y fundamental, según afirmó a su vez la Arq. María Luz Cubilla, presidenta de la Asociación Paraguaya de Arquitectos (APAR), en coincidencia con los demás profesionales del rubro. Las personas tienen derecho a la ciudad y a la calidad de vida, por lo que es importante considerar tres puntos al momento de pensar en soluciones, según reflexionó. Primero, la gobernabilidad y regulación, ya que deben haber herramientas legales, ambientales, sociales encaradas a atender el déficit; segundo, la movilidad y sostenibilidad, se tiene que poder acceder a todos los lugares “a pie”, y tercero y no menos importante, el transporte público de calidad.

“Las instituciones financieras deben impulsar productos que permitan potenciar el suelo urbano, corrigiendo la densidad poblacional en cada uno de los barrios”, afirmó Cubilla.

Es que la capital de nuestro país hoy tiene apenas 44 habitantes por hectárea debido a que la gente no accede a viviendas por los altos costos y otras variables, lo que genera problemas vinculados a servicios públicos por la baja densidad poblacional, según expuso por su parte el exministro de Hacienda, Dr. Manuel Ferreira. Si se considera Gran Asunción, la cifra pasa a 21 habitantes/Ha.

Redensificar las ciudades

Para comparar, el economista mencionó que en Buenos Aires se tienen 150 habitantes por hectárea. Entonces, urge redensificar Asunción y Gran Asunción, de acuerdo con lo resaltado.

A esto se suma la limitación de que la mayoría gana menos de tres salarios mínimos. Solamente 201.000 hogares tienen ingresos mensuales superiores a los G. 10 millones; unos 290.000 generan ingresos entre G. 6 millones y G. 10 millones; mientras que la mayor parte, es decir 1.266.000 hogares, llega a menos de G. 6 millones al mes (ver cuadro).

Estas cifras hablan de la necesidad de soluciones habitacionales para población de nivel económico medio y medio bajo, que está “un poco olvidada” por las políticas públicas. En palabras de Ferreira, “estamos muy lejos de lo que tenemos que ver” en materia de progresos en políticas habitacionales y esto no solo se refiere a la actuación del Estado, a través de instituciones como el MUVH, el Banco Nacional de Fomento (BNF) y la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), sino también el sector privado.

“El sistema financiero está muy cómodo en lo que hace”, agregó, haciendo referencia que la cantidad de créditos de vivienda canalizada a través de la banca privada es todavía incipiente con relación a las grandes necesidades.

“Burocracia imperdonable”

Para el Ing. Carlos Palacios, presidente de la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons), la burocracia que hoy existe en el área de desarrollo urbano es “imperdonable”. Eso, porque además de boicotear las posibilidades de las personas de acceder a viviendas, atenta contra la inversión privada.

El gremio llevó a cabo un estudio sobre la situación de los profesionales y empresas del rubro y este arrojó que la mayoría consideró que la inversión privada disminuirá 50%. Además, el 54% reportó que tiene un contrato de construcción de viviendas familiares, lo que habla del impacto de este tipo de obras en la economía. Instó, al igual que los demás profesionales, a un trabajo público privado sobre políticas habitacionales, que incluya a las comunas, que hoy “no aportan nada” y al contrario, están solo para extorsionar.

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