Los agentes de la Unidad Especializada de Crimen Organizado Alicia Sapriza y Marcelo Pecci, este jueves tomaron nuevas declaraciones a varios testigos del atentado en San Bernardino, que según los mismos investigadores aportaron a la clarificación de las escenas que se desarrollaron durante el evento del domingo último.
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Con relación a las declaraciones a otros testigos del hecho, la fiscal Alicia Sapriza manifestó: “En el día de la fecha (por ayer, jueves) se acercaron cuatro personas y estamos tratando de organizarnos de acuerdo a las posibilidades de ellos y de la Fiscalía”.
Agregó: “Estuvimos tomando varias testimoniales a testigos presenciales que estuvieron tanto en el lugar como en la zona de los camarotes. Estos testimonios tuvieron cierto soporte en imágenes para esclarecer mejor los hechos”.
Por su parte, Marcelo Pecci señaló que hay varias hipótesis. “Desde discrepancia interna hasta antagonismo de grupos y una serie de situaciones. Estos grupos son muy relevantes y merecen una profundización de la investigación, que es lo que estamos haciendo con pasos muy consistentes”.
En el contexto de seguir colectando información, Pecci se trasladó ayer hasta la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, donde guarda prisión preventiva José Luis Bogado Quevedo, quien resultó herido con un disparo en la espalda durante el festival. Este está sometido al trámite para extradición al Brasil, donde ya cuenta con una condena de 17 años, 3 meses y 903 días de multa por asociación delictiva.
Según una de las hipótesis, Bogado era el objetivo del ataque. En ese contexto, salió a la luz que su pedido de captura había sido borrado del sistema informático de la Policía, por lo que dos efectivos policiales están actualmente procesados por frustración a la persecución y ejecución penal. Se trata de los suboficiales Félix Ayala y Ramón Vargas, del Departamento Judicial de Asunción y la Dirección de Policía de Ñeembucú, respectivamente.
Mudanzas constantes
En parte de su testimonial, Bogado reconoció ante el fiscal Pecci que estaba “con problemas con la justicia, pero no habló mucho sobre eso. No tenía un domicilio fijo, por eso cambiaba constantemente de domicilio, por el problema que tiene con la Justicia”.
El fiscal refirió además que Bogado sostuvo que “no tenía un domicilio fijo para no ser vulnerable. Obviamente contaba con algún tipo de protección sustrayéndose al cumplimiento de la detención o a que sea detectado algún documento falso. Se dedicaba a cuestiones comerciales en general”.
Sin embargo, no aportó mucho sobre la modificación de su prontuario en el sistema informático policial, línea investigativa del caso de la que se están encargando los fiscales Rodrigo Estigarribia, Francisco Cabrera y Liliana Alcaraz, de la Unidad Especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción.
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Reconoció a su compueblano Monteggia en el Ja’umína
La declaración de Bogado Quevedo fue en carácter de testigo y al culminar, Pecci informó que Bogado contó que llegó al evento alrededor de las 20:00, en compañía de su señora. “A partir de las entradas adquiridas por allegados del mismo, a quienes identificó, también pasó a ocupar la zona de camarote Faces y que en el movimiento habitual fue a la zona de los sanitarios”, relató.
En otro momento, Bogado fue consultado sobre “si fue controlado en el ingreso por la Policía Nacional o por la seguridad interna del local respecto a la tenencia de armas, señaló que nada”.
“Una vez allí, reconoció también que se encontraba posicionado al lado del señor Marcelo Monteggia mientras aguardaba, a quien conocía de vista por ser oriundo de Pedro Juan Caballero, al igual que él mismo. También estaban un poco más alejadas las víctimas fatales”, añadió el fiscal.
El momento del atentado, según Bogado Quevedo
En otra etapa de la diligencia, Pecci interrogó a Bogado sobre detalles de los acontecimientos en los que resultaron víctimas fatales Marcos Ignacio Rojas Mora, quien acusó ocho disparos, y Cristina Isabel Aranda Torres, quien acusó un tiro en la cabeza.
Bogado refirió durante su declaración que “no conocía a Marcos Rojas ni sabía nada de él. Por otra parte, a quien admitió conocer es a Monteggia, por ser de Pedro Juan Caballero”. Además, agregó que “en el único momento que se cruzó con Vita Aranda fue en los sanitarios. No le conocía tampoco, sabía que era una figura pública de las redes sociales”.
En ese sentido, Bogado respondió que “estaban un poco más alejadas las víctimas fatales. Fue todo muy rápido, prácticamente él vio los destellos de los disparos, aproximadamente siete u ocho y ya sintió el impacto de uno de ellos en la zona de la espalda, puesto que con esfuerzo señaló que corrió”.
Ante consultas del representante del Ministerio Público sobre el autor de las percusiones del arma de fuego, Bogado le reveló que no porque, por un lado, fue algo sorpresivo; por otro lado, que no logró ver ni siquiera la fisonomía del autor de los disparos, aunque sí vio los destellos.