El recientemente nombrado Cardenal, monseñor Adalberto Martínez, celebró esta mañana la misa principal en la parroquia San Antonio de Padua de este distrito. Durante su homilía lamentó primeramente la discordia entre Rusia y Ucrania, que tiene como consecuencia innumerables pérdidas de vidas humanas registradas durante el episodio bélico que se disputa entre ambos países desde hace varios meses, además de la nefasta consecuencia económica que provoca. Evocando a la reconocida cantante Mercedes Sosa, dijo que la “guerra es un monstruo grande que pisa fuerte”.
También dijo que, en el país existe todo tipo de discordia especialmente en el seno familiar donde existen varias carencias y señaló que se necesita trabajar conjuntamente con los distintos sectores de la sociedad, por la prevención de las adicciones de los jóvenes.
“Lastimosamente hay varios focos de guerra en todas partes. Hay discordias en las familias, hay personas que matan por dinero, que destruyen, que roban. La droga va destruyendo a nuestros jóvenes y personas vulnerables. Ahora recorren las drogas químicas altamente venenosas y van entrando y entrando. En la pandemia han entrado más todavía y dañando la salud pública. Necesitamos trabajar por la prevención”, refirió el Cardenal Adalberto Martínez.
Asimismo, instó a los presentes a ser solidarios y generosos con las familias más necesitadas y además señaló que en el país se necesitan mejores condiciones para vivir.
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“La familia en un bien enorme que debemos cuidar. Tiene una misión especial, está llamada a ser una iglesia doméstica. Las familias también son promotoras del bien social (…). Hay muchas familias que están sin empleos, hay preocupaciones desde el punto de vista económico después de la pandemia. Muchas familias han quedado desajustadas económicamente, muchos no saben cómo alimentar a los hijos, cómo encontrar recursos para sostenerlas, muchas han tenido que migrar fuera del país, algunos regresaron. Necesitamos también condiciones en el país para que podamos recibir y dar trabajo en equidad. Hay también amenazas para las familias como las drogas que es una plaga que hace sufrir muchísimo a los padres cuyos hijos han caído en estas adicciones”, expresó el Cardenal.
También lamentó el abuso sexual en niños y en personas vulnerables y aseguró que cada caso debe ser denunciado. “Ahí sí tenemos que sacarnos el tapabocas para no ser cómplices de estos delitos cometidos con éstos más pequeñines. El Señor dijo; dejen que los niños vengan a mí, no alejarlos de la iglesia. Los abusos causan heridas muy profundas psicológicamente en la vida de estos niños maltratados. La familia debe ser lugar de prevención contra los abusos de los pequeños, de garantía, de ayuda, de contención, de afectos y del desarrollo integral de sus hijos”, indicó monseñor Martínez.
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“Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación”
Luego de la misa el ministro de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Rubén Capdevila, hizo entrega de la declaratoria de “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación”, a la promesera doña Anselma Leiva Vda. De Benítez y por su intermedio a toda la comunidad de Caacupemí, Areguá, del ritual festivo “Bandera Jere”.
Según la tradición, los devotos de San Antonio de Padua ofrecen algunas promesas a cambio de un milagro, que luego de ser otorgado, los promeseros realizan bailes folclóricos por más de 15 horas como ofrenda a los favores. Los mismos recorren la comunidad llevando alegría y la bendición del Santo Patrono a los hogares por medio de la “Bandera bendecida”. Esta práctica tiene más de 100 años.