Las lluvias fueron copiosas por un momento y estuvieron acompañadas de ráfagas de vientos, aunque no de gran intensidad. La acumulación de agua ayuda sobre todo al sector del campo para posibilitar el rebrote del pasto, principal alimento del ganado vacuno.
En Fuerte Olimpo la lluvia alcanzó los 40 mm, mientras que a unos 70 kilómetros hacia el interior del Chaco -en el mismo distrito-, en la zona de Loma Jhovy las precipitaciones superaron los 60 mm. A solo 5 kilómetros de este último lugar, en el establecimiento ganadero Palo Santo, el agua acumulada fue de 80 mm.
Esto trae alivio al sector ganadero, que con un hato de casi 2 millones de cabezas de ganado vacuno, se convierte en el principal rubro económico de todo el departamento.
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En los demás distritos de la zona solo se registraron pequeños aguaceros, que sirven para aplacar el polvo y apaciguar las altas temperaturas de los últimos días.
Este tipo de pequeñas lluvias se están produciendo casi de manera permanente en el Alto Chaco, ayudando a dejar de lado -al menos por el momento- la dura temporada de sequía que azotó el año pasado a la zona.
Sin embargo, se continúa aguardando que lleguen las grandes lluvias previstas por la Dirección de Meteorología e Hidrología para el mes de marzo, a fin de evitar una nueva época seca.
La llegada de ese tipo de precipitaciones también es de suma importancia a fin de llenar los tajamares de las estancias y, por supuesto, de las comunidades cuyos pobladores dependen de este tipo de reservorios para el uso del agua.